/ miércoles 11 de marzo de 2020

El mundo de la realeza | Arte erótico de la realeza y el cine porno de Alfonso XIII

Queridos lectores, les escribo en esta ocasión de arte, sí, de ese arte en el que en esta época se ha dado un poco de apertura sobre todo para el público adulto y joven en donde podemos ver escenas eróticas y hasta explícitas de monarcas cuyas vidas se plasman en cerámica, papiros, estatuas, libros, etc.

ARTE ERÓTICO

Es un término que está aplicado al arte de contenido sexual y, especialmente, al arte que celebra la sexualidad humana. Se deriva de Eros, la palabra griega para el amor físico por otra persona. Un tema básico en muchas religiones antiguas fue la promoción del ritual de la fertilidad en la humanidad y el aprovisionamiento de alimentos.

Es muy cierto que, desde la cultura egipcia, por ejemplo, mediante pinturas y diferentes medios de expresión, la sexualidad se ve reflejada por representaciones eróticas y explícitas tanto de monarcas como de diversas personas ya que, esto era parte de esa época cultural y, repito, como muestra de que los varones y mujeres tenían grandes dotes, pero también representaban la fertilidad y la fecundidad. Los artistas al crear este tipo de arte, buscaban mostrar el lado humano del ser humano.

Fue en el siglo XIX, cuando la reina Isabel II de España se convirtió en reina, y cuando empezó su vida sexual hasta la edad mayor, entonces, durante su reinado, que acabó en 1868, a Gustavo Adolfo Bécquer, el poeta, y a su hermano, Valeriano Domínguez Bécquer, el pintor, ilustraron, en Los Borbones en pelota, 89 escenas sexuales de la tatarabuela de Juan Carlos I y de su corte y que durante un siglo y medio fueron prohibidas. Eran acuarelas.

Pero, el concepto moderno de pornografía no apareció hasta la época victoriana. La primera versión de la definición moderna había aparecido en el Webster's Dictionary: ilustración licenciosa usada para decorar las paredes de las habitaciones consagradas a las orgías bacanales.

La simple contemplación de objetos o imágenes representando este tipo de arte no estuvo prohibida en ningún país hasta 1857. Fue con el nieto de Isabel II de Borbón, Alfonso XIII, cuando los españoles vivieron el comienzo del cine. El rey, mujeriego, mal marido, padre de seis hijos legítimos y otros ilegítimos, vio su oportunidad de saciar sus deseos sexuales al permitirse producir cine erótico y pornográfico.

Entre 1922 y 1926, el rey encargó rodar a los hermanos Baños Martínez varias películas. Pero, ya que éstas estaban ocultas por más de seis décadas, tras la censura franquista, el productor valenciano José Luis Rado rescató tres.

Estos hermanos, llegaron a rodar hasta actos oficiales de la familia real, y es por eso que lograron acercarse al rey por intermedio del conde de Romanones. Las películas encontradas son: El confesor, El ministro y El consultor de señoras, que eran vistas por el rey y sus amigos en su cine privado dentro del palacio real. Cabe destacar que este tipo de películas, en esa época, era un lujo para las clases altas.

Queridos lectores, les escribo en esta ocasión de arte, sí, de ese arte en el que en esta época se ha dado un poco de apertura sobre todo para el público adulto y joven en donde podemos ver escenas eróticas y hasta explícitas de monarcas cuyas vidas se plasman en cerámica, papiros, estatuas, libros, etc.

ARTE ERÓTICO

Es un término que está aplicado al arte de contenido sexual y, especialmente, al arte que celebra la sexualidad humana. Se deriva de Eros, la palabra griega para el amor físico por otra persona. Un tema básico en muchas religiones antiguas fue la promoción del ritual de la fertilidad en la humanidad y el aprovisionamiento de alimentos.

Es muy cierto que, desde la cultura egipcia, por ejemplo, mediante pinturas y diferentes medios de expresión, la sexualidad se ve reflejada por representaciones eróticas y explícitas tanto de monarcas como de diversas personas ya que, esto era parte de esa época cultural y, repito, como muestra de que los varones y mujeres tenían grandes dotes, pero también representaban la fertilidad y la fecundidad. Los artistas al crear este tipo de arte, buscaban mostrar el lado humano del ser humano.

Fue en el siglo XIX, cuando la reina Isabel II de España se convirtió en reina, y cuando empezó su vida sexual hasta la edad mayor, entonces, durante su reinado, que acabó en 1868, a Gustavo Adolfo Bécquer, el poeta, y a su hermano, Valeriano Domínguez Bécquer, el pintor, ilustraron, en Los Borbones en pelota, 89 escenas sexuales de la tatarabuela de Juan Carlos I y de su corte y que durante un siglo y medio fueron prohibidas. Eran acuarelas.

Pero, el concepto moderno de pornografía no apareció hasta la época victoriana. La primera versión de la definición moderna había aparecido en el Webster's Dictionary: ilustración licenciosa usada para decorar las paredes de las habitaciones consagradas a las orgías bacanales.

La simple contemplación de objetos o imágenes representando este tipo de arte no estuvo prohibida en ningún país hasta 1857. Fue con el nieto de Isabel II de Borbón, Alfonso XIII, cuando los españoles vivieron el comienzo del cine. El rey, mujeriego, mal marido, padre de seis hijos legítimos y otros ilegítimos, vio su oportunidad de saciar sus deseos sexuales al permitirse producir cine erótico y pornográfico.

Entre 1922 y 1926, el rey encargó rodar a los hermanos Baños Martínez varias películas. Pero, ya que éstas estaban ocultas por más de seis décadas, tras la censura franquista, el productor valenciano José Luis Rado rescató tres.

Estos hermanos, llegaron a rodar hasta actos oficiales de la familia real, y es por eso que lograron acercarse al rey por intermedio del conde de Romanones. Las películas encontradas son: El confesor, El ministro y El consultor de señoras, que eran vistas por el rey y sus amigos en su cine privado dentro del palacio real. Cabe destacar que este tipo de películas, en esa época, era un lujo para las clases altas.