/ martes 9 de abril de 2019

El Mundo de la Realeza | ¿El tema de la abdicación es igual al abandono?

Queridos lectores, reciban un cordial saludo. Son las 12 am y les escribo en este inicio de mes, el mes de abril de 2019. Sí señores, es el último mes de reinado de su majestad el Emperador Akihito de Japón, quien ahora abdica a su trono tras estar sentado en él por tres décadas.

¿Abdicar es abandonar?… me he preguntado. Es cuando una expareja te deja sin decir adiós… Pero aquí, en este caso, el emperador sí se despide de sus funciones imperiales y sí da la cara. Un enamorado que no da la cara pensaba yo, que era un cobarde, pero, como dice Martha Debayle en uno de sus programas de radio: “no es que sea cobarde, si se va, es porque no quiere estar contigo…”.

Bueno, pero su majestad y su esposa la emperatriz dicen adiós con la cara alta, con dignidad y con honor de haber servido a su nación durante tres décadas.

Abandono… me pregunto si es la palabra correcta al dejar un trono ya sea por amor o por razones privadas. Mi pareja se fue, me abandonó, dice una mujer triste que se apega al recuerdo. Muchos recuerdos hay en este reinado.

Eduardo VIII en 1936 abandonó su oficio de rey del Reino Unido por el amor de una mujer que, a su vez, abandonó a un ex esposo y al segundo marido. ¿Qué sintió, sobretodo, Ernesto Simpson, que su mujer, Wallis, se casara y lo dejara a él por un rey? ¿un monarca que dejó su cetro, corona y trono por la mujer que amaba?

Los duques de Windsor se amaron más de tres décadas hasta que la muerte los separó. David, el ex rey, así conocido familiarmente, la abandonó en mayo de 1972 al morir de cáncer.

Ella, abandonó su cuerpo en París, en 1986. Están enterrados juntos forever. El abandonó su trono, ambos abandonaron su cuerpo, pero la esencia de su amor, pese a todas las críticas, ha sobresalido desde 1933 o antes.

Akihito dejará su trono, y estamos al pendiente de su estado de salud junto con el de la emperatriz Michiko. ¿Lo ven? Mientras estén juntos, aunque lejos de un trono no representa del todo un abandono.

David y Wallis dejaron todo, pero sufrieron la indiferencia de todo un reino. Tres décadas en exilio, tres décadas juntos hasta la muerte y quién sabe, ¿el más allá?

La mujer piensa en su expareja, ¿cómo puedo desapegarme de él tras años de amarlo? El está ya con vida hecha, y ella envejeció sola. Ella piensa en el abandono de su ex.

David tardó un año en casarse con su Wallis. Y, para coraje de los Windsor, se casaron un 3 de junio, aniversario de natalicio de Jorge V, padre del hijo desobediente convertido en un simple duque. La familia de él los despreció y los abandonaron. Nadie de ellos fue a su boda. El ex de esa mujer, que está apegada a su ex pareja lo hubiera dejado todo por estar con el amor de su vida…

David y Wallis están enterrados juntos desde 1986. El abandono de su trono les trajo felicidad y tristeza, pleitos y envidia, equivocaciones políticas… El abandono de ese anónimo hacia la mujer que lo adora y que ignora por qué la dejó… es un misterio.

Queridos lectores, reciban un cordial saludo. Son las 12 am y les escribo en este inicio de mes, el mes de abril de 2019. Sí señores, es el último mes de reinado de su majestad el Emperador Akihito de Japón, quien ahora abdica a su trono tras estar sentado en él por tres décadas.

¿Abdicar es abandonar?… me he preguntado. Es cuando una expareja te deja sin decir adiós… Pero aquí, en este caso, el emperador sí se despide de sus funciones imperiales y sí da la cara. Un enamorado que no da la cara pensaba yo, que era un cobarde, pero, como dice Martha Debayle en uno de sus programas de radio: “no es que sea cobarde, si se va, es porque no quiere estar contigo…”.

Bueno, pero su majestad y su esposa la emperatriz dicen adiós con la cara alta, con dignidad y con honor de haber servido a su nación durante tres décadas.

Abandono… me pregunto si es la palabra correcta al dejar un trono ya sea por amor o por razones privadas. Mi pareja se fue, me abandonó, dice una mujer triste que se apega al recuerdo. Muchos recuerdos hay en este reinado.

Eduardo VIII en 1936 abandonó su oficio de rey del Reino Unido por el amor de una mujer que, a su vez, abandonó a un ex esposo y al segundo marido. ¿Qué sintió, sobretodo, Ernesto Simpson, que su mujer, Wallis, se casara y lo dejara a él por un rey? ¿un monarca que dejó su cetro, corona y trono por la mujer que amaba?

Los duques de Windsor se amaron más de tres décadas hasta que la muerte los separó. David, el ex rey, así conocido familiarmente, la abandonó en mayo de 1972 al morir de cáncer.

Ella, abandonó su cuerpo en París, en 1986. Están enterrados juntos forever. El abandonó su trono, ambos abandonaron su cuerpo, pero la esencia de su amor, pese a todas las críticas, ha sobresalido desde 1933 o antes.

Akihito dejará su trono, y estamos al pendiente de su estado de salud junto con el de la emperatriz Michiko. ¿Lo ven? Mientras estén juntos, aunque lejos de un trono no representa del todo un abandono.

David y Wallis dejaron todo, pero sufrieron la indiferencia de todo un reino. Tres décadas en exilio, tres décadas juntos hasta la muerte y quién sabe, ¿el más allá?

La mujer piensa en su expareja, ¿cómo puedo desapegarme de él tras años de amarlo? El está ya con vida hecha, y ella envejeció sola. Ella piensa en el abandono de su ex.

David tardó un año en casarse con su Wallis. Y, para coraje de los Windsor, se casaron un 3 de junio, aniversario de natalicio de Jorge V, padre del hijo desobediente convertido en un simple duque. La familia de él los despreció y los abandonaron. Nadie de ellos fue a su boda. El ex de esa mujer, que está apegada a su ex pareja lo hubiera dejado todo por estar con el amor de su vida…

David y Wallis están enterrados juntos desde 1986. El abandono de su trono les trajo felicidad y tristeza, pleitos y envidia, equivocaciones políticas… El abandono de ese anónimo hacia la mujer que lo adora y que ignora por qué la dejó… es un misterio.