La mayoría de las familias reales europeas son familias porque casi todas ellas, incluso las que están en exilio se casaban entre sí, primos con primos, y un tiempo atrás, hermanos con hermanos (para perpetuar la sangre real.)
En 1840 y poco tiempo después se efectuaron dos matrimonios, uno en Inglaterra y otro en Dinamarca. Curiosamente el príncipe danés fue un pretendiente de la reina de Inglaterra, aunque Victoria lo rechazó porque eligió (enamorada) del príncipe alemán Alberto de Sajonia Coburgo Gotha. Mientras que el príncipe Christian se casó con Luisa, sobrina del rey danés. Curiosamente tanto Christian como Victoria enviudaron y fueron reyes longevos con muchos hijos quienes alcanzaron a sentarse en los tronos europeos de distintos países.
Primos se casaban entre sí y en Rusia hubo zares que se casaban con sus hermanas, como ocurrió en Egipto pero en tiempos de Cleopatra.
De ahí, de esas uniones se llegó a heredar la hemofilia, donde los varones enfermaban y las mujeres heredaban ese gen a sus hijos. Todavía no hay cura para la enfermedad pero si se puede controlar.
Fue a partir de los años 60 del siglo pasado cuando los y las jóvenes herederos y herederas miraron en otra dirección: el amor se fijo en plebeyos.
Salvo unos cuantos que siguieron la tradición de casarse por deber, como Juan Carlos y Sofía de España, Constantino y Ana María de Grecia, etc, y el primer matrimonio falló. 55 años de casados y Juan Carlos es reconocido por la prensa rosa como mujeriego e infiel.
La actual generación de jóvenes reyes y herederos volvieron a terminar con la tradición de casarse por asunto político y de Estado: ahora se fijan en mujeres con pasado, con hijos, con escándalos, divorciadas, enfermos, a veces han salido buenos padres y a veces no. La excepción de esta nueva regla fueron los actuales reyes de Bélgica, Matilde y Felipe, ella era aristócrata como la tía del rey, la española Fabiola de Mora, esposa de Balduino I de quien enviudó y no tuvo hijos con el monarca, por eso el hermano de este, Alberto II, casado con una princesa italiana, de quien estuvo a punto de divorciarse, lo sucedió.
Alberto y Paola dejaron el trono a Felipe y Matilde, quienes tienen cuatro fijos jóvenes y la heredera es la princesa Isabel, quien será reina a pesar de tener dos hermanos menores varones y porque es la primogénita y porque en ese país se abolió la ley sálica.
Carlos de Gales se divorció de Diana y sus dos hermanos, Ana y Andrés también lo hicieron con sus cónyuges. Ana se volvió a casar. Esto fue un “dolor de muelas” para Isabel II y para su esposo.
Ya no sorprende los escándalos de la realeza. Enrique de Dinamarca ha atravesado crisis diversas con la reina Margarita. El quería ser rey y solo era el yerno del fallecido monarca, padre de la actual reina. ¿Qué opina usted?
