/ lunes 30 de diciembre de 2019

El mundo vs cambio climático, y lo que nos toca

Si el planeta Tierra sucumbe a los errores, dilaciones o excusas de los gobiernos y de quienes tienen la responsabilidad de establecer leyes internas, normas y medidas estrictas contra el uso de la energía de origen fósil, la modificación del sistema alimentario y la revisión de nuestros hábitos, todo de manera integral para detener la emisión de CO2, hay que decirlo claro, no sobreviviremos. No hay manera de irnos a otro lugar. Por eso es lamentable que en la pasada Conferencia de las Partes COP celebrada en Madrid este mes de diciembre, no se hayan logrado los acuerdos que garanticen el cumplimiento del Acuerdo de París AdeP del 2016 inscrito para acordar acciones, compromisos e inversiones para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.

El Acuerdo de París forma parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático CMNUCC adoptada en Nueva York en vigor desde marzo de 1994; se aprobó para promover la conciencia mundial respecto a los riesgos del deterioro irreversible del medio ambiente y de las repercusiones de un cambio climático. Irresponsablemente no hay suficiente conciencia que se imponga a la coyuntura del desarrollo industrial y del mercado, pero lo más dramático y sumamente peligroso es que quienes deben aplicar políticas de emergencia y decisiones estructurales, no han asumido su responsabilidad histórica y el cumplimiento de la CMNUCC; tampoco se han comprometido en serio con el Acuerdo de París como lo observamos en Madrid. En particular el punto 6 del AdeP, uno de los más sensibles y fundamentales, no pudo obtener el consenso de un compromiso al final del día; pudieron más los intereses del mercado del uso del carbono de las grandes potencias, que compromisos contundentes multilaterales y trascendentales hacia asegurar la integridad ambiental y proteger los derechos humanos y proteger al Planeta.

El Punto 6 del AdeP establece la participación voluntaria entre las Partes para permitir una mayor ambición en sus medidas de mitigación y adaptación y promover el desarrollo sostenible y la integridad ambiental a través de un mecanismo designado por las Partes que supervisará, a través de un órgano, que realmente se mitigue las emisiones de gases de efecto invernadero GEI de las entidades públicas y privadas, y se contribuya a la reducción de los niveles de emisión de cada uno de los países para que, como consecuencia, se produzca una mitigación global de las emisiones a nivel del Planeta. Ante la imposibilidad de lograr un acuerdo, aún con la exposición científica con mayor información de sus consecuencias planteada en esta reunión de Madrid, se resolvió trasladar la posibilidad de acuerdos en este punto 6 del AdeP, para la próxima reunión de la COP a celebrarse en 2020 en Glasgow. Así termina 2019. Ni la presencia de personalidades de la ciencia, de militantes por la salud del planeta, y de la emblemática Greta Thunberg, se logró lo que se esperaba.

En México urge no seguir dependiendo de combustibles originados por el petróleo y el carbón fósil. Para empezar, el Presidente debe desprejuiciarse contra las críticas por su falta de compromiso en esta materia, se tome en serio estos Tratados y se trabaje para detener la emisión de dióxido de carbono y óxido nitroso producidos por el uso de energía de origen fósil. Su DOS BOCAS repercutirá en terribles consecuencias.

Si el planeta Tierra sucumbe a los errores, dilaciones o excusas de los gobiernos y de quienes tienen la responsabilidad de establecer leyes internas, normas y medidas estrictas contra el uso de la energía de origen fósil, la modificación del sistema alimentario y la revisión de nuestros hábitos, todo de manera integral para detener la emisión de CO2, hay que decirlo claro, no sobreviviremos. No hay manera de irnos a otro lugar. Por eso es lamentable que en la pasada Conferencia de las Partes COP celebrada en Madrid este mes de diciembre, no se hayan logrado los acuerdos que garanticen el cumplimiento del Acuerdo de París AdeP del 2016 inscrito para acordar acciones, compromisos e inversiones para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.

El Acuerdo de París forma parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático CMNUCC adoptada en Nueva York en vigor desde marzo de 1994; se aprobó para promover la conciencia mundial respecto a los riesgos del deterioro irreversible del medio ambiente y de las repercusiones de un cambio climático. Irresponsablemente no hay suficiente conciencia que se imponga a la coyuntura del desarrollo industrial y del mercado, pero lo más dramático y sumamente peligroso es que quienes deben aplicar políticas de emergencia y decisiones estructurales, no han asumido su responsabilidad histórica y el cumplimiento de la CMNUCC; tampoco se han comprometido en serio con el Acuerdo de París como lo observamos en Madrid. En particular el punto 6 del AdeP, uno de los más sensibles y fundamentales, no pudo obtener el consenso de un compromiso al final del día; pudieron más los intereses del mercado del uso del carbono de las grandes potencias, que compromisos contundentes multilaterales y trascendentales hacia asegurar la integridad ambiental y proteger los derechos humanos y proteger al Planeta.

El Punto 6 del AdeP establece la participación voluntaria entre las Partes para permitir una mayor ambición en sus medidas de mitigación y adaptación y promover el desarrollo sostenible y la integridad ambiental a través de un mecanismo designado por las Partes que supervisará, a través de un órgano, que realmente se mitigue las emisiones de gases de efecto invernadero GEI de las entidades públicas y privadas, y se contribuya a la reducción de los niveles de emisión de cada uno de los países para que, como consecuencia, se produzca una mitigación global de las emisiones a nivel del Planeta. Ante la imposibilidad de lograr un acuerdo, aún con la exposición científica con mayor información de sus consecuencias planteada en esta reunión de Madrid, se resolvió trasladar la posibilidad de acuerdos en este punto 6 del AdeP, para la próxima reunión de la COP a celebrarse en 2020 en Glasgow. Así termina 2019. Ni la presencia de personalidades de la ciencia, de militantes por la salud del planeta, y de la emblemática Greta Thunberg, se logró lo que se esperaba.

En México urge no seguir dependiendo de combustibles originados por el petróleo y el carbón fósil. Para empezar, el Presidente debe desprejuiciarse contra las críticas por su falta de compromiso en esta materia, se tome en serio estos Tratados y se trabaje para detener la emisión de dióxido de carbono y óxido nitroso producidos por el uso de energía de origen fósil. Su DOS BOCAS repercutirá en terribles consecuencias.