/ viernes 17 de septiembre de 2021

El nuevo rol de los Organismos Empresariales

El ADN de las organizaciones representativas del sector empresarial está basado en la defensa de los intereses y en la promoción de la actividad que representan, es por ello por lo que gran parte de la agenda que se desarrolla contempla acciones que buscan promover condiciones propicias para el crecimiento y desarrollo.

Mas, sin embargo, el nuevo rol de las organizaciones empresariales va más allá de promover este entorno propicio para los negocios, va también en un principio que tiene que ver con el entorno, siendo proponentes de políticas públicas que permitan dar certidumbre a las inversiones que se desarrollan en los diferentes sectores, inversiones que a su vez se transformen en progreso social, en mayor generación de empleos, en mejorar las condiciones de vida, del medio ambiente y de mayor bienestar para la población.

La crisis de salud provocada por la pandemia del Covid -19 ha ocasionado una grave crisis económica, un aumento en la pobreza y una disminución de la actividad económica.

Hoy nos encontramos ante la urgente necesidad de generar acciones disruptivas para salir adelante, para recuperar las pérdidas generadas y los avances obtenidos, para lograr una verdadera reactivación económica y social en nuestro país.

Según el consejo nacional de evaluación de la política de desarrollo social (Coneval) el número de personas en situación de pobreza aumentó en 3.8 millones de personas en comparación con 2018, enfrentar esta realidad debe estar en la agenda más alta de las prioridades y se requiere de la participación público -privada para combatir esta lacerante situación.

Tuve la oportunidad de participar en un programa de alto nivel dirigido a Directivos de Organismos Empresariales de America Latina, realizado por el Instituto para la Gerencia de Organizaciones Empresariales, el INCAE Bussines School de Costa Rica, auspiciado por la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Internacional de Empleadores.

Interesante y muy enriquecedor escuchar, analizar y entender las tendencias de las organizaciones empresariales ante el nuevo entorno y escenario que estamos viviendo, principalmente en America Latina, analizando conceptos tan importantes como la recuperación económica post pandemia; el desarrollo y participación de la iniciativa privada en los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas; el cómo la Inversión y el crecimiento deben estar ligados al progreso social; el desarrollo de la membresia y los servicios; el pensamiento estratégico; análisis político, cabildeo, negociación y la comunicación estratégica.

Estamos inmersos en la economía de la reputación, existe un nuevo contexto empresarial donde su éxito está determinado por su visión de creación de valor compartido, su influencia en los entornos en los que operan; En este contexto, el propósito se ha convertido en la palanca motora para generar adhesiones e identificación por parte de los distintos grupos de interés y orgullo de pertenencia en los empleados, en torno a un mismo sistema de creencias y valores compartidos que se consolida como un aspecto de diferenciación competitiva y una plataforma de generación de confianza que construye lealtad y recomendación.

Se debe de entender que los organismos empresariales que representan a distintos gremios, son actores y promotores de cambio, de transmitir a su vez los beneficios que representan las empresas, no solo en el crecimiento económico y el mejorar el ambiente de negocios, sino en lo que influyen en el desarrollo y el bienestar de la población, generando más y mejores empleos, promoviendo el trabajo digno y bien remunerado, llevando a cabo acciones en donde están inmersos en los procesos productivos además de aspectos de calidad, también de eficiencia en el uso de los recursos, el cuidado del medio ambiente y su contribución al desarrollo de las personas, estableciendo códigos de integridad y ética empresarial, de inclusión e igualdad, promoviendo y generando empresas sostenibles con un fuerte sentido y una nueva dimensión social.

El sector empresarial es fundamental para la reactivación económica y social de nuestro país, es necesario generar condiciones que den certidumbre, reglas claras y de estado de derecho que permitan un crecimiento económico con progreso social.


Ing. Luis Fernando Haro Encinas

Director General del Consejo Nacional Agropecuario


El ADN de las organizaciones representativas del sector empresarial está basado en la defensa de los intereses y en la promoción de la actividad que representan, es por ello por lo que gran parte de la agenda que se desarrolla contempla acciones que buscan promover condiciones propicias para el crecimiento y desarrollo.

Mas, sin embargo, el nuevo rol de las organizaciones empresariales va más allá de promover este entorno propicio para los negocios, va también en un principio que tiene que ver con el entorno, siendo proponentes de políticas públicas que permitan dar certidumbre a las inversiones que se desarrollan en los diferentes sectores, inversiones que a su vez se transformen en progreso social, en mayor generación de empleos, en mejorar las condiciones de vida, del medio ambiente y de mayor bienestar para la población.

La crisis de salud provocada por la pandemia del Covid -19 ha ocasionado una grave crisis económica, un aumento en la pobreza y una disminución de la actividad económica.

Hoy nos encontramos ante la urgente necesidad de generar acciones disruptivas para salir adelante, para recuperar las pérdidas generadas y los avances obtenidos, para lograr una verdadera reactivación económica y social en nuestro país.

Según el consejo nacional de evaluación de la política de desarrollo social (Coneval) el número de personas en situación de pobreza aumentó en 3.8 millones de personas en comparación con 2018, enfrentar esta realidad debe estar en la agenda más alta de las prioridades y se requiere de la participación público -privada para combatir esta lacerante situación.

Tuve la oportunidad de participar en un programa de alto nivel dirigido a Directivos de Organismos Empresariales de America Latina, realizado por el Instituto para la Gerencia de Organizaciones Empresariales, el INCAE Bussines School de Costa Rica, auspiciado por la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Internacional de Empleadores.

Interesante y muy enriquecedor escuchar, analizar y entender las tendencias de las organizaciones empresariales ante el nuevo entorno y escenario que estamos viviendo, principalmente en America Latina, analizando conceptos tan importantes como la recuperación económica post pandemia; el desarrollo y participación de la iniciativa privada en los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas; el cómo la Inversión y el crecimiento deben estar ligados al progreso social; el desarrollo de la membresia y los servicios; el pensamiento estratégico; análisis político, cabildeo, negociación y la comunicación estratégica.

Estamos inmersos en la economía de la reputación, existe un nuevo contexto empresarial donde su éxito está determinado por su visión de creación de valor compartido, su influencia en los entornos en los que operan; En este contexto, el propósito se ha convertido en la palanca motora para generar adhesiones e identificación por parte de los distintos grupos de interés y orgullo de pertenencia en los empleados, en torno a un mismo sistema de creencias y valores compartidos que se consolida como un aspecto de diferenciación competitiva y una plataforma de generación de confianza que construye lealtad y recomendación.

Se debe de entender que los organismos empresariales que representan a distintos gremios, son actores y promotores de cambio, de transmitir a su vez los beneficios que representan las empresas, no solo en el crecimiento económico y el mejorar el ambiente de negocios, sino en lo que influyen en el desarrollo y el bienestar de la población, generando más y mejores empleos, promoviendo el trabajo digno y bien remunerado, llevando a cabo acciones en donde están inmersos en los procesos productivos además de aspectos de calidad, también de eficiencia en el uso de los recursos, el cuidado del medio ambiente y su contribución al desarrollo de las personas, estableciendo códigos de integridad y ética empresarial, de inclusión e igualdad, promoviendo y generando empresas sostenibles con un fuerte sentido y una nueva dimensión social.

El sector empresarial es fundamental para la reactivación económica y social de nuestro país, es necesario generar condiciones que den certidumbre, reglas claras y de estado de derecho que permitan un crecimiento económico con progreso social.


Ing. Luis Fernando Haro Encinas

Director General del Consejo Nacional Agropecuario