El Congreso transita bajo la confusión de lenguas como en la mítica Babel, en circunstancias ambiguas y contradictorias, por una parte los retos de legislar se frenan o se posponen sin concretar, mientras los proyectos de renovación de la LXV Legislatura atrapado bajo un fuego cruzado entre los partidos que se desvanecen por las turbulencias de sus cuadros valiosos van de la izquierda a la derecha y al revés, bajo el lema de “el fin justifica a los medios”, pero ¿quién justifica al fin?”.
Por lo que se refiere al compromiso de legislar se alargan los plazos para definir el nombramiento del Fiscal general y sus acompañantes, el Fiscal anticorrupción y el Fiscal de los asuntos electorales. Para aclarar el dilema el senador Emilio Gamboa Patrón, define con certeza que el nombramiento del segundo se dará antes de abril y después de las elecciones el de Fiscal general de la República”, en esa situación se convocará a un periodo extraordinario, con el añadido de que el tema de la corrupción debe excluirse como tema de campaña.
El Presidente de los senadores, Ernesto Cordero Arroyo, señaló la conveniencia de investigar a Ricardo Anaya, argumentó “ porqué los mexicanos no merecemos tener un candidato bajo la sospecha de ser un delincuente, de lavar dinero, cometer delitos ya que de resultar responsable, “ debe enfrentar la justicia, el senador Cordero fue cauto de no confundirlo con una guerra sucia, sino consecuencia de “la cerrazón de Ricardo Anaya”.
LA INTEGRACION DE LA LXIV LEGISLATURA se distingue por su extrema movilidad donde se cruza en ambos sentidos de izquierda a derecha, bajo el lema del “fin justifica los medios” pero de inmediato salta la conjetura, “ ¿y quién justifica el fin?”
Las licencias de solicitud de permiso para separase del cargo de representación ha sido un recurso frecuente en el Congreso. En el Senado de la República se concedió licencia a una cuarta parte de los representantes que iniciaron la LXIII Legislatura, en la actualidad son varias las comisiones que se encuentran acéfalas por ausencia de su Presidente nombrado por el Pleno, como las comisiones de Hacienda, Cultura, las de Relaciones exteriores; mientras en la Cámara de diputados ocurre algo similar, los legisladores que han pedido permiso son 32,.
A estos diputados se les llama “chapulines y se les critica por optar por otro cargo sin ser cuestionados por la reglamentación, entre los que se cuenta, el propio Presidente de la Cámara de diputados, Carlos Ramírez Marín, así como también el coordinador de los diputados tricolores, Cesar Camacho Quiroz. En efecto se trata de una reelección transferida, de inmediato pero en otro órgano legislativo, por lo general son asignados a los cargos de elección proporcional en candidaturas plurinominales.
Luego que las sucesivas reformas electorales culminaran con el pluralismo de partidos pero ahora los frentes partidistas lo desvanecen en aire, no existe información del tránsito del PAN a Morena o del PRD al PAN, la incertidumbre es mayúscula. Ni se sabe lo que es cada partido ni tampoco lo que representa cada frente, una Babel incesante de barullos.
La hegemonía del PRI es anacrónica sin que su actual líder la percib como una falsa muestra de fortaleza, se olvida su pasado flexible e incluyente que le otorgaba capacidad de inclusión al incorporar a los inconformes o vencido de un sexenio anterior.
El elector queda inerme como si estuviera ante un asalto para quitarle la cartera, no sabe la suerte de su voto como extender un cheque en blanco o su voto sin saber a favor de quien.
EL EJERCITO MEXICANO Y EL CONSTITUYENTE DE 1917 es el más reciente libro del amigo y compañero de páginas del Sol de México, José Luis Camacho Vargas, donde se fundamenta la definición jurídica desde su nominación originaria de Ejército Federal para convertirse después en Ejercito Nacional.
