/ miércoles 14 de febrero de 2018

El observador parlamentario

El periodo de precampaña electoral ha sido cubierto sin mayores contratiempos, se abre un primer balance y  se procede a una tregua hasta el 29 de marzo, cuando  los candidatos inicien sus respectivas campañas, en tanto se plantean nuevas conjeturas sobre el proceso y su resultado electoral.

Al concluir las precampañas el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal publicó una normatividad sobre la declaración de la anulación de elecciones,  entre opositores se percibió como un sutil mensaje de “una anulación anunciada”

El Tribunal Electoral, establece que  anular una elección por rebase el tope de campaña la carga de la prueba dependerá de la diferencia entre el primero y segundo lugar .

La oposición en el Senado de la República estimó la reforma como discrescional, los coordinadores del PAN y del PRD, .senadores Fernando Herrera y Luis Sánchezcriticaron la medida como un regreso al pasado, por su discrecionalidad y consecuencias adversas.. Manifestaron que la jurisprudencia del TEPJF es preocupante y toca al INE ahora ser muy escrupuloso en la revisión de las cuentas a los partidos, que además se pueden auditar en tiempo real.

El Tribunal Electoral ha actuado con discrecionalidad a partir de interpretar  la causal de nulidad por rebase de tope de gastos de campaña prevista en el artículo 41, base VI, de la Constitución Federal, al establecer un margen de tolerancia de 5 por ciento sobre lo que la Ley establece como tope, este deja de ser el límite extremo para introducirse en el túnel de los atenuantes.

Luego el partido que  presente sus gastos mayores en cinco por ciento mayores a lo permitido en realidad su erogaciones son ponderadas donde se oculta una mayor capacidad de engaño, siendo la parte oficial quien propicia y recibe las ventajas..

Por tanto si la ventaja electoral  es igual o mayor al 5 por ciento el rebase de tope de gastos de campaña no podrá ser considerado determinante.

Sin embargo, entre los especialistas en la materia existe la idea de que “basta con romper los topes de campaña para declarar la anulación”

La normatividad del Tribunal Electoral no es “preocupante” sino solapadora.

EL BALANCE DE PRECAMPAÑA permite visualizar como se han situado las propuestas a candidatos presidenciales de los partidos y coaliciones, asi como los candidatos independientes.

La encuesta de opinión en domicilio es  “cara a cara”  donde se obtuvo el máximo y el mínimo potencial de voto de los posibles contendientes.

La coalición “Juntos haremos historia”, con Andrés Manuel López Obrador, registra un máximo de 45% y un mínimo de 30%; en el ámbito de “Por México al frente” de Ricardo Anaya un 32 y 20 % por ciento; y José Antonio Meade con 31 y 30%.

En el flanco de los independientes la formación es: Margarita Zavala 16 y 3%; Jaime Rodríguez con 5 y 1%.

Esta encuesta realizada cara a cara” no incluye a quienes no contestaron por lo que registra una “preferencia efectiva” y tuvo lugar entre  de noviembre de 2017 a febrero 2018.

Los presuntos candidatos presidenciables emitieron  las propuestas del siguiente orden:

Andrés Manuel López Obrador:

a. Descentralizar el gobierno federal luego de los sismos de septiembre pasado, b. Aumentar el salario mínimo, c. Revocación de mandato y eliminación del fuero constitucional y d. Inscripción en escuelas a 2.6 millones de jóvenes

.Ricardo Anaya :

a.    Renta básica universal ;  c. fortalecer el Sistema Nacional Anticorrupción; mayor Seguridad ciudadana

José Antonio Meade;

a.    Sistema Nacional Anticorrupción  y b. mantener el Seguro popular;. La oferta de los candidatos debe ser complementada con las Plataformas de gobierno que las coaliciones presentaron ante el INE para efectos del registro de sus candidatos.

Cabe advertir que los candidatos ocutan lo que emprenderán una vez que sean elegidos, los programas y cambios constitucionales fundamentales que aplican durante su mandato no son puestos a descubierto durante sus campañas, se manejan con discreción y aun como secretos de Estado para mayor ruina del país que al votar entrega un “cheque en blanco” al gobernante.

 

El periodo de precampaña electoral ha sido cubierto sin mayores contratiempos, se abre un primer balance y  se procede a una tregua hasta el 29 de marzo, cuando  los candidatos inicien sus respectivas campañas, en tanto se plantean nuevas conjeturas sobre el proceso y su resultado electoral.

Al concluir las precampañas el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal publicó una normatividad sobre la declaración de la anulación de elecciones,  entre opositores se percibió como un sutil mensaje de “una anulación anunciada”

El Tribunal Electoral, establece que  anular una elección por rebase el tope de campaña la carga de la prueba dependerá de la diferencia entre el primero y segundo lugar .

La oposición en el Senado de la República estimó la reforma como discrescional, los coordinadores del PAN y del PRD, .senadores Fernando Herrera y Luis Sánchezcriticaron la medida como un regreso al pasado, por su discrecionalidad y consecuencias adversas.. Manifestaron que la jurisprudencia del TEPJF es preocupante y toca al INE ahora ser muy escrupuloso en la revisión de las cuentas a los partidos, que además se pueden auditar en tiempo real.

El Tribunal Electoral ha actuado con discrecionalidad a partir de interpretar  la causal de nulidad por rebase de tope de gastos de campaña prevista en el artículo 41, base VI, de la Constitución Federal, al establecer un margen de tolerancia de 5 por ciento sobre lo que la Ley establece como tope, este deja de ser el límite extremo para introducirse en el túnel de los atenuantes.

Luego el partido que  presente sus gastos mayores en cinco por ciento mayores a lo permitido en realidad su erogaciones son ponderadas donde se oculta una mayor capacidad de engaño, siendo la parte oficial quien propicia y recibe las ventajas..

Por tanto si la ventaja electoral  es igual o mayor al 5 por ciento el rebase de tope de gastos de campaña no podrá ser considerado determinante.

Sin embargo, entre los especialistas en la materia existe la idea de que “basta con romper los topes de campaña para declarar la anulación”

La normatividad del Tribunal Electoral no es “preocupante” sino solapadora.

EL BALANCE DE PRECAMPAÑA permite visualizar como se han situado las propuestas a candidatos presidenciales de los partidos y coaliciones, asi como los candidatos independientes.

La encuesta de opinión en domicilio es  “cara a cara”  donde se obtuvo el máximo y el mínimo potencial de voto de los posibles contendientes.

La coalición “Juntos haremos historia”, con Andrés Manuel López Obrador, registra un máximo de 45% y un mínimo de 30%; en el ámbito de “Por México al frente” de Ricardo Anaya un 32 y 20 % por ciento; y José Antonio Meade con 31 y 30%.

En el flanco de los independientes la formación es: Margarita Zavala 16 y 3%; Jaime Rodríguez con 5 y 1%.

Esta encuesta realizada cara a cara” no incluye a quienes no contestaron por lo que registra una “preferencia efectiva” y tuvo lugar entre  de noviembre de 2017 a febrero 2018.

Los presuntos candidatos presidenciables emitieron  las propuestas del siguiente orden:

Andrés Manuel López Obrador:

a. Descentralizar el gobierno federal luego de los sismos de septiembre pasado, b. Aumentar el salario mínimo, c. Revocación de mandato y eliminación del fuero constitucional y d. Inscripción en escuelas a 2.6 millones de jóvenes

.Ricardo Anaya :

a.    Renta básica universal ;  c. fortalecer el Sistema Nacional Anticorrupción; mayor Seguridad ciudadana

José Antonio Meade;

a.    Sistema Nacional Anticorrupción  y b. mantener el Seguro popular;. La oferta de los candidatos debe ser complementada con las Plataformas de gobierno que las coaliciones presentaron ante el INE para efectos del registro de sus candidatos.

Cabe advertir que los candidatos ocutan lo que emprenderán una vez que sean elegidos, los programas y cambios constitucionales fundamentales que aplican durante su mandato no son puestos a descubierto durante sus campañas, se manejan con discreción y aun como secretos de Estado para mayor ruina del país que al votar entrega un “cheque en blanco” al gobernante.