/ viernes 15 de septiembre de 2017

El observador parlamentario | Dante Delgado ¿un gobierno semi parlamentario?

El Congreso se convierte en el epicentro de la movilización política electoral, los partidos políticos despliegan sus banderas en el espacio de la confrontación legislativa, a la vez que cambia la estructura de partidos, se ensaya un escenario semi parlamentario.

1. Los integrantes de la mayoría oficial, PRI, son consultados para emitir su opinión sobre los aspirantes a la candidatura presidencial, los tiempos han cambiado y los procedimientos de confrontación electoral también.

2.  El Frente ciudadano por México  de una coalición partidaria se transmutan a una fracción parlamentaria de oposición con agenda común, o bien

3.    El candidato opositor, AMLO, exhibe un hueco, carece de una representación legislativa equivalente a su popularidad.

4.   Margarita Zavala conserva un brazo de apoyo en la Mesa Directiva del Senado que preside Ernesto Cordero, otros aspirantes, Moreno Valle e independientes, carecen de la plataforma legislativa.

En el Senado de la República el coordinador del grupo tricolor, Emilio Gamboa Patrón, se deslindó de transgredir los límites reglamentarios por abrir la consulta interna con el fin de conocer la opinión sobre los cuatro presidenciables del gabinete, José Antonio Meade, Aurelio Nuño, José Narro y Miguel Ángel Osorio. El sondeo de opinión ha sido transferido a San Lázaro. El coordinador de la bancada, César Camacho Quiroz, rechazó que la plenaria tuviera como propósito servir de pasarela a los posibles aspirantes a la candidatura presidencial.

La unción o destape del presunto elegido por el supremo jerarca, ha sido matizado con el acompañamiento de un dócil tropel que  barnizaran como democracia compartida.

LA OPOSICIÓN SE FORTALECE AL TRANSFORMARSE de un frente de partidos para fines solo electorales, capaces de bloquear el proceso legislativo,  ahora transitan al ámbito del Congreso, para constituir una alianza opositora donde aprueban una agenda con quince puntos de acuerdo que posibilita el voto comprometido, no se incluye en el listado la Ley de seguridad interior, lo que infiere el disenso interno.

Los tiempos establecidos marcan primero la formalidad de un programa o plataforma de gobierno y luego las candidaturas. Al respecto se avanzó ya en la disposición del reparto territorial del poder en los cotos de gobiernos de los estados.

El Frente Ciudadano por México, FCM, como una alianza común contra la hegemonía del partido de gobierno, aspira a modificar la forma de gobierno con el acuerdo plural de un Jefe de Gabinete que garantice la diversidad democrática con la ratificación del Congreso. La propuesta ha sido severamente cuestionada, el senador Emilio Gamboa prevé una división interna cuando nombren candidato presidencial, el senador del PT Morena, Miguel Barbosa advierte que el PRD solo busca salvar su registro, en tanto para José Antonio Crespo lo califica de incoherente y demagógico que  tres partidos se asuman como frente ciudadano.

Los dirigentes del  FCM manifestaron sus posiciones, la presidenta del PRD, senadora Alejandra Barrales se refirió lacónicamente al respecto de “las 15 prioridades legislativas”, como forma de explicarle a la gente como se dio reversa al fiscal a modo.

En su turno Ricardo Anaya, dirigente del PAN un acto patriótico del que nos sentimos profundamente orgullosos: evitar que se consumara el plan de impunidad transexenal con la imposición de un fiscal priista. Un monotema.

La postura de Dante Delgado, líder del Movimiento Ciudadano, rompió la atadura a la fijación de la impunidad y el fiscal general, para plantear un “cambio de régimen”   y superar la disfuncionalidad del gobierno para arribar a “verdaderos gobiernos de coalición, en los que el Congreso tenga un rol fundamental en la aprobación de disposiciones constitucionales que deben ser reformadas”. Una propuesta de arranque, por supuesto no acabada, pero la más avanzada en materia de cambio político del país, para incidir en nuevas y mejores formas de gobierno.

El Congreso se convierte en el epicentro de la movilización política electoral, los partidos políticos despliegan sus banderas en el espacio de la confrontación legislativa, a la vez que cambia la estructura de partidos, se ensaya un escenario semi parlamentario.

1. Los integrantes de la mayoría oficial, PRI, son consultados para emitir su opinión sobre los aspirantes a la candidatura presidencial, los tiempos han cambiado y los procedimientos de confrontación electoral también.

2.  El Frente ciudadano por México  de una coalición partidaria se transmutan a una fracción parlamentaria de oposición con agenda común, o bien

3.    El candidato opositor, AMLO, exhibe un hueco, carece de una representación legislativa equivalente a su popularidad.

4.   Margarita Zavala conserva un brazo de apoyo en la Mesa Directiva del Senado que preside Ernesto Cordero, otros aspirantes, Moreno Valle e independientes, carecen de la plataforma legislativa.

En el Senado de la República el coordinador del grupo tricolor, Emilio Gamboa Patrón, se deslindó de transgredir los límites reglamentarios por abrir la consulta interna con el fin de conocer la opinión sobre los cuatro presidenciables del gabinete, José Antonio Meade, Aurelio Nuño, José Narro y Miguel Ángel Osorio. El sondeo de opinión ha sido transferido a San Lázaro. El coordinador de la bancada, César Camacho Quiroz, rechazó que la plenaria tuviera como propósito servir de pasarela a los posibles aspirantes a la candidatura presidencial.

La unción o destape del presunto elegido por el supremo jerarca, ha sido matizado con el acompañamiento de un dócil tropel que  barnizaran como democracia compartida.

LA OPOSICIÓN SE FORTALECE AL TRANSFORMARSE de un frente de partidos para fines solo electorales, capaces de bloquear el proceso legislativo,  ahora transitan al ámbito del Congreso, para constituir una alianza opositora donde aprueban una agenda con quince puntos de acuerdo que posibilita el voto comprometido, no se incluye en el listado la Ley de seguridad interior, lo que infiere el disenso interno.

Los tiempos establecidos marcan primero la formalidad de un programa o plataforma de gobierno y luego las candidaturas. Al respecto se avanzó ya en la disposición del reparto territorial del poder en los cotos de gobiernos de los estados.

El Frente Ciudadano por México, FCM, como una alianza común contra la hegemonía del partido de gobierno, aspira a modificar la forma de gobierno con el acuerdo plural de un Jefe de Gabinete que garantice la diversidad democrática con la ratificación del Congreso. La propuesta ha sido severamente cuestionada, el senador Emilio Gamboa prevé una división interna cuando nombren candidato presidencial, el senador del PT Morena, Miguel Barbosa advierte que el PRD solo busca salvar su registro, en tanto para José Antonio Crespo lo califica de incoherente y demagógico que  tres partidos se asuman como frente ciudadano.

Los dirigentes del  FCM manifestaron sus posiciones, la presidenta del PRD, senadora Alejandra Barrales se refirió lacónicamente al respecto de “las 15 prioridades legislativas”, como forma de explicarle a la gente como se dio reversa al fiscal a modo.

En su turno Ricardo Anaya, dirigente del PAN un acto patriótico del que nos sentimos profundamente orgullosos: evitar que se consumara el plan de impunidad transexenal con la imposición de un fiscal priista. Un monotema.

La postura de Dante Delgado, líder del Movimiento Ciudadano, rompió la atadura a la fijación de la impunidad y el fiscal general, para plantear un “cambio de régimen”   y superar la disfuncionalidad del gobierno para arribar a “verdaderos gobiernos de coalición, en los que el Congreso tenga un rol fundamental en la aprobación de disposiciones constitucionales que deben ser reformadas”. Una propuesta de arranque, por supuesto no acabada, pero la más avanzada en materia de cambio político del país, para incidir en nuevas y mejores formas de gobierno.