/ viernes 1 de diciembre de 2017

El observador parlamentario | Dar legalidad al Ejército, proteger bloque de “exmandatarios”

El epicentro político se encuentra en San Lázaro donde se discutirá para su votación, en el pleno, la minuta del Senado de la Ley de Seguridad interior, la cual ya fue reformada por los diputados. Para el  Presidente Enrique Peña Nieto es de “imperiosa necesidad”.

Las Comisiones Unidas de Seguridad Pública y de Puntos Constitucionales votaron en contra del proyecto de decreto, fueron en contra 29 votos,  PRI, PVEM y PES, y a favor 13 votos  del PAN, PRD y MC,  así como dos abstenciones de Morena.

La diputada Paloma Guillén consideró la propuesta aprobada como “buena” y “no represora” . La oposición manifestó sus objeciones, la diputada Guadalupe Murguía PAN, defendió el artículo 115 constitucional para mantener que el municipio desempeñe, mientras que  para el diputado de Morena,  Virgilio Caballero Pedraza califico a la Federación de incapaz de no capacitar ni otorgar subsidios a los municipios.

Por las señales del Presidente de los diputados Jorge Carlos Ramírez Marín, se percibe el inminente acuerdo para aprobar el nuevo esquema jurídico, para mantener al Ejército en las calles pero ahora con sustento legal, la decisión corresponde al convencimiento del gobierno federal de mantener la hegemonía en el poder por otros seis años más. Una decisión de ese talante fue tomada una vez postulado José Antonio Meade, es  intención  del control  del poder en la composición de un bloque que conforman los mandatarios de las tres últimas administraciones; Fox, Calderón, y Peña, durante sus gestiones se promovió el uso de las fuerzas armadas en tareas ajenas.

El bloque de exmandatarios viene a reemplazar lo que se conocía como la “familia revolucionaria” donde se incluía a todos los expresidentes como un cuerpo virtual que otorgaba un halo de “legitimidad revolucionaria”, mientras que en la actualidad se busca “la legitimidad del uso militar en tareas de seguridad pública”.

Ahora ese bloque neoliberal es consciente de que las condiciones del próximo  Congreso serán más difíciles para aprobar una ley paramilitar con legitimidad,  aún de  no existir retroactividad jurídica si aplicará en caso de beneficio particular para quien se encuentre en riesgo de ser penalizado. El proyecto de  protección oficial es una estrategia más inteligente que las leyes en la materia presentadas en Argentina, Uruguay y Chile como la de “Perdón y olvido” dadas como parapetos de responsabilidades incumplidas por la alta oficialidad.

Curiosamente en estos días se ha sentenciado a  32 altos mandos miliares responsables de actos de represión a  “prisión perpetua”.

México vive una situación generalizada de violación de derechos humanos, se ha llegado a calificar de crisis humanitaria ante los 250 mil muertos, en la última década, más de 30 mil desaparecidos, da una imagen apocalíptica,

 LA PROXIMA LEGISLATURA debería de encargase de aprobar la Ley que se debate actualmente, sería en otro marco de relaciones sociedad estado, debido a que los legisladores se encuentran a punto de dejar de serlo, un Congreso renovado reviste mayor legitimidad y confianza, en especial en estos tiempos electorales a punto de nombrar Poderes de la Unión, por lo que un Ejército en las calles durante la elección contribuye a tensar la sociedad y desconfiar en sus resultados.

De aprobarse la Ley en los términos previstos se ensancha la banda de impunidad que hoy es tan lacerante. Se trata de reiterar los errores de una estrategia de seguridad fallida enfrentar el problema de drogas en los Estados Unidos como una operación policiaca, la estrategia es de gran debilidad institucional ante la corrupción debido a la porosidad de las instituciones por lo que  es suficiente que unos cuantos de sus miembros se corrompan para que contagien a los demás El consumo de drogas de los EU ha sido reconocido incluso como una preocupación del presidente Trump, en tal razón vislumbrar su solución requiere de una visión geoestratégica y un manejo supranacional al que debe añadirse los problemas de contrabando de armas, migración y fronteras Pese a todo, los problemas del comercio con la negociación del TLCAN sumergen al país. 

El epicentro político se encuentra en San Lázaro donde se discutirá para su votación, en el pleno, la minuta del Senado de la Ley de Seguridad interior, la cual ya fue reformada por los diputados. Para el  Presidente Enrique Peña Nieto es de “imperiosa necesidad”.

Las Comisiones Unidas de Seguridad Pública y de Puntos Constitucionales votaron en contra del proyecto de decreto, fueron en contra 29 votos,  PRI, PVEM y PES, y a favor 13 votos  del PAN, PRD y MC,  así como dos abstenciones de Morena.

La diputada Paloma Guillén consideró la propuesta aprobada como “buena” y “no represora” . La oposición manifestó sus objeciones, la diputada Guadalupe Murguía PAN, defendió el artículo 115 constitucional para mantener que el municipio desempeñe, mientras que  para el diputado de Morena,  Virgilio Caballero Pedraza califico a la Federación de incapaz de no capacitar ni otorgar subsidios a los municipios.

Por las señales del Presidente de los diputados Jorge Carlos Ramírez Marín, se percibe el inminente acuerdo para aprobar el nuevo esquema jurídico, para mantener al Ejército en las calles pero ahora con sustento legal, la decisión corresponde al convencimiento del gobierno federal de mantener la hegemonía en el poder por otros seis años más. Una decisión de ese talante fue tomada una vez postulado José Antonio Meade, es  intención  del control  del poder en la composición de un bloque que conforman los mandatarios de las tres últimas administraciones; Fox, Calderón, y Peña, durante sus gestiones se promovió el uso de las fuerzas armadas en tareas ajenas.

El bloque de exmandatarios viene a reemplazar lo que se conocía como la “familia revolucionaria” donde se incluía a todos los expresidentes como un cuerpo virtual que otorgaba un halo de “legitimidad revolucionaria”, mientras que en la actualidad se busca “la legitimidad del uso militar en tareas de seguridad pública”.

Ahora ese bloque neoliberal es consciente de que las condiciones del próximo  Congreso serán más difíciles para aprobar una ley paramilitar con legitimidad,  aún de  no existir retroactividad jurídica si aplicará en caso de beneficio particular para quien se encuentre en riesgo de ser penalizado. El proyecto de  protección oficial es una estrategia más inteligente que las leyes en la materia presentadas en Argentina, Uruguay y Chile como la de “Perdón y olvido” dadas como parapetos de responsabilidades incumplidas por la alta oficialidad.

Curiosamente en estos días se ha sentenciado a  32 altos mandos miliares responsables de actos de represión a  “prisión perpetua”.

México vive una situación generalizada de violación de derechos humanos, se ha llegado a calificar de crisis humanitaria ante los 250 mil muertos, en la última década, más de 30 mil desaparecidos, da una imagen apocalíptica,

 LA PROXIMA LEGISLATURA debería de encargase de aprobar la Ley que se debate actualmente, sería en otro marco de relaciones sociedad estado, debido a que los legisladores se encuentran a punto de dejar de serlo, un Congreso renovado reviste mayor legitimidad y confianza, en especial en estos tiempos electorales a punto de nombrar Poderes de la Unión, por lo que un Ejército en las calles durante la elección contribuye a tensar la sociedad y desconfiar en sus resultados.

De aprobarse la Ley en los términos previstos se ensancha la banda de impunidad que hoy es tan lacerante. Se trata de reiterar los errores de una estrategia de seguridad fallida enfrentar el problema de drogas en los Estados Unidos como una operación policiaca, la estrategia es de gran debilidad institucional ante la corrupción debido a la porosidad de las instituciones por lo que  es suficiente que unos cuantos de sus miembros se corrompan para que contagien a los demás El consumo de drogas de los EU ha sido reconocido incluso como una preocupación del presidente Trump, en tal razón vislumbrar su solución requiere de una visión geoestratégica y un manejo supranacional al que debe añadirse los problemas de contrabando de armas, migración y fronteras Pese a todo, los problemas del comercio con la negociación del TLCAN sumergen al país.