/ miércoles 20 de junio de 2018

El observador parlamentario | Tormentas electorales

Una Babel de 89 millones de ciudadanos acudirán a las urnas en un clima de miedo y confusión. Al cierre de campañas prevalecen las tendencias de descarrilar el proceso enfrentados a contingencias de estabilización y confianza generadores de seguridad y certeza..

El miedo se reflejó con la violencia criminal en contra de 140 candidatos y 6 periodistas quienes fueron victimados. La siembra del miedo ha sido inducida por una parte presentar una situación de espanto si gana el “populismo”, AMLO, como si se fuera a perder un bienestar y seguridad que no existe.

La confusión ha sido generada por los partidos políticos, primero sus candidatos no se sometieron a un escrutinio como tampoco la decisión de formar coaliciones, lo cual originó la anomía y desvanecimiento de identidad ideológica, se creó así una Babel política dando como consecuencia que las propuestas de los candidatos se basaran en sugestivas promesas a los electores como una subasta de aumentar los satisfactores, a manera de compra de futuros del voto.

Uno de los mayores daños ha sido originado por la aparente oposición de parte de Ricardo Anaya que alienta castigos con falsos procedimientos, sentencia antes de juzgar, con el fin de ganar la elección de la que cada vez se aleja más.

Ahora se pretende que los ciudadanos corrijan los desvaríos de los partidos por medio del voto cruzado, o diferenciado, una actitud que proviene del ejercicio comprometido y habituado de culturas políticas mejor adiestradas que la aún incipiente practica que prevalece en el país.

LOS ESTABILIZADORES a favor de recuperar la confianza social y la certeza del proceso electoral favorecen a la participación en los comicios, entre otras se perciben:

El triunfo de la selección mexicana ante el equipo de futbol de Alemania, quizás haya atenuado la desconfianza y el temor.

En cierto modo, el Presidente Enrique Peña Nieto tiende a capitalizar el triunfo, se habla de “creernos una gran nación” para ser, el senador coordinador del PRI Emilio Gamboa, plantea la capacidad del país basada en un crecimiento sostenido. Sin entrar en discusión por tratarse de declaraciones políticas se subraya su intención de ganar la confianza en el sistema.

La distorsión que sufrieron los partidos con las coaliciones forzadas y al nominar sin consulta a sus candidatos registra como consecuencia la denuncia del senador Ernesto Cordero Arroyo, quien se mantiene dentro del PAN con el ánimo de romper el secuestro del organismo partidista sometido al equipo de Ricardo Anaya, quien con un financiamiento en parte oscuro logró secuestrar a la organización, esta tendencia recibe el apoyo cada vez mayor de 5 gobernadores albiazules, Tamaulipas, Guanajuato, Durango, y Querétaro. Entre ellos se decidirá la sucesión de la Dirección nacional.

Un atenuante a la angustia electoral se registró con el magno evento organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) , en el cual, el Presidente Consejero, Lorenzo Córdoba consideró superado el desencanto del 1º de julio, el cual lo explica a partir de una sociedad refractaria y poco participativa

El Instituto Electoral recibió a dos ex embajadores de los Estados Unidos, James Jones y Jeffrey Davidow, quienes llaman a aceptar los resultados que otorguen certeza, sobre la proclama de resultados pesa la sombra del Grupo de Lima y la Carta Democrática de la OEA, instancias supranacionales que cada vez intervienen más en elecciones de la región continental y disputan la legalidad y legitimidad de los comicios.

Y aunque es cierto la trascendencia de reconocer los resultados (derrotas) es también válido que primero se enseñen a ganar, es decir sin falsear los resultados, o comprar votos, luego entonces el merito será de la sociedad.

El enfrentamiento de tendencias en las elecciones entre quienes buscan se axificen y quienes pugnan por una salida aceptable están en juego.

Una Babel de 89 millones de ciudadanos acudirán a las urnas en un clima de miedo y confusión. Al cierre de campañas prevalecen las tendencias de descarrilar el proceso enfrentados a contingencias de estabilización y confianza generadores de seguridad y certeza..

El miedo se reflejó con la violencia criminal en contra de 140 candidatos y 6 periodistas quienes fueron victimados. La siembra del miedo ha sido inducida por una parte presentar una situación de espanto si gana el “populismo”, AMLO, como si se fuera a perder un bienestar y seguridad que no existe.

La confusión ha sido generada por los partidos políticos, primero sus candidatos no se sometieron a un escrutinio como tampoco la decisión de formar coaliciones, lo cual originó la anomía y desvanecimiento de identidad ideológica, se creó así una Babel política dando como consecuencia que las propuestas de los candidatos se basaran en sugestivas promesas a los electores como una subasta de aumentar los satisfactores, a manera de compra de futuros del voto.

Uno de los mayores daños ha sido originado por la aparente oposición de parte de Ricardo Anaya que alienta castigos con falsos procedimientos, sentencia antes de juzgar, con el fin de ganar la elección de la que cada vez se aleja más.

Ahora se pretende que los ciudadanos corrijan los desvaríos de los partidos por medio del voto cruzado, o diferenciado, una actitud que proviene del ejercicio comprometido y habituado de culturas políticas mejor adiestradas que la aún incipiente practica que prevalece en el país.

LOS ESTABILIZADORES a favor de recuperar la confianza social y la certeza del proceso electoral favorecen a la participación en los comicios, entre otras se perciben:

El triunfo de la selección mexicana ante el equipo de futbol de Alemania, quizás haya atenuado la desconfianza y el temor.

En cierto modo, el Presidente Enrique Peña Nieto tiende a capitalizar el triunfo, se habla de “creernos una gran nación” para ser, el senador coordinador del PRI Emilio Gamboa, plantea la capacidad del país basada en un crecimiento sostenido. Sin entrar en discusión por tratarse de declaraciones políticas se subraya su intención de ganar la confianza en el sistema.

La distorsión que sufrieron los partidos con las coaliciones forzadas y al nominar sin consulta a sus candidatos registra como consecuencia la denuncia del senador Ernesto Cordero Arroyo, quien se mantiene dentro del PAN con el ánimo de romper el secuestro del organismo partidista sometido al equipo de Ricardo Anaya, quien con un financiamiento en parte oscuro logró secuestrar a la organización, esta tendencia recibe el apoyo cada vez mayor de 5 gobernadores albiazules, Tamaulipas, Guanajuato, Durango, y Querétaro. Entre ellos se decidirá la sucesión de la Dirección nacional.

Un atenuante a la angustia electoral se registró con el magno evento organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) , en el cual, el Presidente Consejero, Lorenzo Córdoba consideró superado el desencanto del 1º de julio, el cual lo explica a partir de una sociedad refractaria y poco participativa

El Instituto Electoral recibió a dos ex embajadores de los Estados Unidos, James Jones y Jeffrey Davidow, quienes llaman a aceptar los resultados que otorguen certeza, sobre la proclama de resultados pesa la sombra del Grupo de Lima y la Carta Democrática de la OEA, instancias supranacionales que cada vez intervienen más en elecciones de la región continental y disputan la legalidad y legitimidad de los comicios.

Y aunque es cierto la trascendencia de reconocer los resultados (derrotas) es también válido que primero se enseñen a ganar, es decir sin falsear los resultados, o comprar votos, luego entonces el merito será de la sociedad.

El enfrentamiento de tendencias en las elecciones entre quienes buscan se axificen y quienes pugnan por una salida aceptable están en juego.