/ sábado 26 de junio de 2021

El orgullo de ser uno mismo  

Por Saúl Crespo

Desde 1969, junio se conmemora como el mes del orgullo LGBT+, pero ha sido en recientes años cuando esta efeméride se ha convertido en una celebración que congrega el apoyo, no sólo de la sociedad civil, sino también de las grandes empresas. Sin embargo, cada edición del Pride, más que una oportunidad de elaborar tácticas de marketing dentro de las empresas, es un momento para analizar dónde estamos como sociedad, y cómo podemos fortalecer políticas que promuevan la diversidad y la inclusión..

El mes del orgullo LGBT+ no debe ser considerado como una fecha en el calendario que se puede usar para ganar consumidores; más bien, es un punto del año para reflexionar los retos que tenemos en materia de inclusión, y fijar nuevas acciones que construyan todos los días una sociedad más diversa, tanto en los espacios públicos como en las empresas.

En México y en América Latina, en general, existen industrias con prácticas tradicionales que limitan la confianza de las personas, para hablar abiertamente de sus preferencias y desenvolverse como realmente son, por temor a frenar su desarrollo profesional o simplemente ser excluidas.

De acuerdo con un estudio de la Alianza por la Diversidad y la Inclusión Laboral (ADIL), en México, todavía 56% de las personas con empleo se encuentran “en el closet”, dentro de su ámbito laboral, de éstas, 57% son millennials, quiere decir que incluso en la población más joven, caracterizada por ser más abierta, aún existe desconfianza para mostrarse como son.

Es importante entender que la diversidad produce riqueza, prueba de ello es el éxito de las economías más avanzadas del mundo en términos de desarrollo humano, social y económico, en donde la inclusión ya no es un tema que genere ningún tipo de debate. En estas sociedades han entendido que los estereotipos detienen el desarrollo de las ideas más disruptivas e innovadoras.

La comunidad LGBT+ realiza diversos esfuerzos para erradicar estos estereotipos, pero la realidad nos arroja que no hay mejor activismo que ser uno mismo. La diversidad está en todos los ámbitos, y debemos tener la confianza para expresarnos como sujetos que simplemente tenemos preferencias diferentes.

Hay un gran camino por recorrer, pero la apertura de los medios de comunicación y diversas instituciones para hablar de estos temas, confirma que hay mayor voluntad para visibilizar las diferencias de género dentro de los espacios de trabajo, permitiendo que la gente no necesite de un mes del año para celebrar y sentirse apoyado de ser como realmente es.

Vicepresidente Senior de Comunicaciones y Asuntos Públicos de KAVAK

Linked in: Saúl Crespo


Por Saúl Crespo

Desde 1969, junio se conmemora como el mes del orgullo LGBT+, pero ha sido en recientes años cuando esta efeméride se ha convertido en una celebración que congrega el apoyo, no sólo de la sociedad civil, sino también de las grandes empresas. Sin embargo, cada edición del Pride, más que una oportunidad de elaborar tácticas de marketing dentro de las empresas, es un momento para analizar dónde estamos como sociedad, y cómo podemos fortalecer políticas que promuevan la diversidad y la inclusión..

El mes del orgullo LGBT+ no debe ser considerado como una fecha en el calendario que se puede usar para ganar consumidores; más bien, es un punto del año para reflexionar los retos que tenemos en materia de inclusión, y fijar nuevas acciones que construyan todos los días una sociedad más diversa, tanto en los espacios públicos como en las empresas.

En México y en América Latina, en general, existen industrias con prácticas tradicionales que limitan la confianza de las personas, para hablar abiertamente de sus preferencias y desenvolverse como realmente son, por temor a frenar su desarrollo profesional o simplemente ser excluidas.

De acuerdo con un estudio de la Alianza por la Diversidad y la Inclusión Laboral (ADIL), en México, todavía 56% de las personas con empleo se encuentran “en el closet”, dentro de su ámbito laboral, de éstas, 57% son millennials, quiere decir que incluso en la población más joven, caracterizada por ser más abierta, aún existe desconfianza para mostrarse como son.

Es importante entender que la diversidad produce riqueza, prueba de ello es el éxito de las economías más avanzadas del mundo en términos de desarrollo humano, social y económico, en donde la inclusión ya no es un tema que genere ningún tipo de debate. En estas sociedades han entendido que los estereotipos detienen el desarrollo de las ideas más disruptivas e innovadoras.

La comunidad LGBT+ realiza diversos esfuerzos para erradicar estos estereotipos, pero la realidad nos arroja que no hay mejor activismo que ser uno mismo. La diversidad está en todos los ámbitos, y debemos tener la confianza para expresarnos como sujetos que simplemente tenemos preferencias diferentes.

Hay un gran camino por recorrer, pero la apertura de los medios de comunicación y diversas instituciones para hablar de estos temas, confirma que hay mayor voluntad para visibilizar las diferencias de género dentro de los espacios de trabajo, permitiendo que la gente no necesite de un mes del año para celebrar y sentirse apoyado de ser como realmente es.

Vicepresidente Senior de Comunicaciones y Asuntos Públicos de KAVAK

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