/ sábado 27 de abril de 2019

El pasado: Ancla de la historia

No cabe duda que los acontecimientos que hoy constituyen el motor del desarrollo están anclados en el pasado. Nada crece a saltos ni surge por generación espontánea, como decían nuestros sabios maestros. Hurgar en el pasado, además de que es un agradable pasatiempo, nos permite transitar por esas espirales de la historia que se repiten eternamente por ciclos para construir el destino del hombre, como quería el filósofo de la historia Giambattista Vico.

Vico fue un abogado y filósofo de la historia, napolitano del siglo 17. Ha sido reconocido principalmente por su concepto de la verdad como resultado del hacer. Se propuso formular los principios del método histórico, basándolos en tres premisas:

1. Determinados periodos históricos tienen características semejantes entre sí, aunque varíen los detalles.

2. Establece un orden en los ciclos históricos: fuerza bruta, fuerza heroica, justicia, originalidad deslumbrante, reflexión destructiva, opulencia, abandono y despilfarro.

3. La historia no se repite, no son ciclos cerrados, más bien una espiral creciente que crea nuevos elementos.

Sus tesis sobre la evolución de los períodos históricos influyeron en las obras de Montesquieu, Auguste Comte y Karl Marx.

Dentro de esas espirales de las que habla Vico, vayamos, por ejemplo, hasta 1958. Tomemos al azar y a vuelo de pájaro la información noticiosa de la época. Estoy seguro de que muchas cosas nos van a sorprender y otras se quemarán sin remedio en la hoguera de la memoria.

En aquel entonces, el neozelandés Sir Edmund Hillary, quien había subido al monte Everest en 1953, llegaba al Polo Sur alcanzando la meta cuando le quedaban apenas cuatro litros de gasolina a su transporte. En 1958 se creó la República Árabe Unida, y las colonias francesas en África luchaban por su independencia. Se decía que la revolución se encontraba ya a las puertas de París. Charles de Gaulle fue presidente de Francia en ese año, y a partir de entonces Argelia y Túnez alcanzaron su independencia.

También había llegado a su peor momento la depresión económica en los Estados Unidos y el presidente Eisenhower reafirmaba que no permitiría que un sentimiento de pánico lo llevara a una reducción de los impuestos. Desde entonces, Irak daba muestras de rebeldía. Un golpe de Estado encabezado por Abdul Karim desequilibró el orden mundial fincado en el petróleo.

El físico norteamericano Charles H. Townes inventaba el famoso y muy útil rayo Láser. Ese mismo año murió el Papa Pío 12, de nombre Eugenio Pacelli. El nuevo Pontífice llevó el nombre de Juan 23, para muchos el Papa bueno, llamado Angelo Roncalli. Y luego, un visionario, Raúl Prebisch declaraba que la unión monetaria del continente americano lograría el progreso sin freno de América Latina.

1958: los virtuosos brasileños encabezados por Pelé inauguraban una etapa de poderío en el futbol mundial, mientras que Fidel Castro alertaba las buenas conciencias en la Sierra Maestra. María Callas se permitía el lujo de interrumpir su actuación en la Opera de Roma porque se le dio la gana y los espectadores exigían su expulsión de la ciudad. 1958 fue el año de Brigitte Bardot; del descubrimiento de la gran cabeza olmeca en Veracruz; de Boris Pasternak perseguido en su país porque había sido elegido Premio Nobel de Literatura.

En México, el 31 de diciembre de ese año se inició el conflicto México-Guatemala cuando aviones de la fuerza aérea de ese país ametrallaron a barcos pesqueros mexicanos que se encontraban en el mar territorial guatemalteco; tres compatriotas murieron, catorce fueron heridos, y detuvieron a otros que fueron sometidos a interrogatorios por las autoridades del sur de la frontera. Las relaciones diplomáticas se rompieron.

También en 1958 tomó posesión como presidente de México, Adolfo López Mateos, siendo hasta ese año, el segundo mexicano nacido en el siglo 20 en alcanzar ese alto cargo.

Igualmente, y como consecuencia de varios años de una intensa explotación de los trabajadores y una fuerte represión, en 1958 se dieron respuestas importantes de los maestros, de los médicos, y por supuesto de los ferrocarrileros. Así ocurre hoy. Que casualidad.

En la Ciudad de México las autoridades aumentaron el precio del transporte urbano de pasajeros, y los jóvenes, yo entre ellos, marchamos por la ciudad y declaramos en huelga a la UNAM. Ciudad Universitaria cerró sus puertas. En el cine María Félix protagonizaba la famosa película La Cucaracha.

En fin, en fin “¿Ya conoce usted Ciudad Satélite?”… Ese era el "slogan" de una compañía vendedora de lotes allá por la salida a Querétaro en la ciudad de México. Otra más, "El Tapado fuma Elegantes", anticipaba el gran cartonista Abel Quezada, quien hizo época junto con “El Chango” García Cabral, Rafael Freyre y Alberto Isaac en los principales diarios de la época.

Si usted, amable lector, anda cerca de los 70 años de edad ¿cuenta con otros recuerdos de ese año que lo anclen en el pasado?


Premio Nacional de Periodismo 2018

pacofonn@yahoo.com.mx


No cabe duda que los acontecimientos que hoy constituyen el motor del desarrollo están anclados en el pasado. Nada crece a saltos ni surge por generación espontánea, como decían nuestros sabios maestros. Hurgar en el pasado, además de que es un agradable pasatiempo, nos permite transitar por esas espirales de la historia que se repiten eternamente por ciclos para construir el destino del hombre, como quería el filósofo de la historia Giambattista Vico.

Vico fue un abogado y filósofo de la historia, napolitano del siglo 17. Ha sido reconocido principalmente por su concepto de la verdad como resultado del hacer. Se propuso formular los principios del método histórico, basándolos en tres premisas:

1. Determinados periodos históricos tienen características semejantes entre sí, aunque varíen los detalles.

2. Establece un orden en los ciclos históricos: fuerza bruta, fuerza heroica, justicia, originalidad deslumbrante, reflexión destructiva, opulencia, abandono y despilfarro.

3. La historia no se repite, no son ciclos cerrados, más bien una espiral creciente que crea nuevos elementos.

Sus tesis sobre la evolución de los períodos históricos influyeron en las obras de Montesquieu, Auguste Comte y Karl Marx.

Dentro de esas espirales de las que habla Vico, vayamos, por ejemplo, hasta 1958. Tomemos al azar y a vuelo de pájaro la información noticiosa de la época. Estoy seguro de que muchas cosas nos van a sorprender y otras se quemarán sin remedio en la hoguera de la memoria.

En aquel entonces, el neozelandés Sir Edmund Hillary, quien había subido al monte Everest en 1953, llegaba al Polo Sur alcanzando la meta cuando le quedaban apenas cuatro litros de gasolina a su transporte. En 1958 se creó la República Árabe Unida, y las colonias francesas en África luchaban por su independencia. Se decía que la revolución se encontraba ya a las puertas de París. Charles de Gaulle fue presidente de Francia en ese año, y a partir de entonces Argelia y Túnez alcanzaron su independencia.

También había llegado a su peor momento la depresión económica en los Estados Unidos y el presidente Eisenhower reafirmaba que no permitiría que un sentimiento de pánico lo llevara a una reducción de los impuestos. Desde entonces, Irak daba muestras de rebeldía. Un golpe de Estado encabezado por Abdul Karim desequilibró el orden mundial fincado en el petróleo.

El físico norteamericano Charles H. Townes inventaba el famoso y muy útil rayo Láser. Ese mismo año murió el Papa Pío 12, de nombre Eugenio Pacelli. El nuevo Pontífice llevó el nombre de Juan 23, para muchos el Papa bueno, llamado Angelo Roncalli. Y luego, un visionario, Raúl Prebisch declaraba que la unión monetaria del continente americano lograría el progreso sin freno de América Latina.

1958: los virtuosos brasileños encabezados por Pelé inauguraban una etapa de poderío en el futbol mundial, mientras que Fidel Castro alertaba las buenas conciencias en la Sierra Maestra. María Callas se permitía el lujo de interrumpir su actuación en la Opera de Roma porque se le dio la gana y los espectadores exigían su expulsión de la ciudad. 1958 fue el año de Brigitte Bardot; del descubrimiento de la gran cabeza olmeca en Veracruz; de Boris Pasternak perseguido en su país porque había sido elegido Premio Nobel de Literatura.

En México, el 31 de diciembre de ese año se inició el conflicto México-Guatemala cuando aviones de la fuerza aérea de ese país ametrallaron a barcos pesqueros mexicanos que se encontraban en el mar territorial guatemalteco; tres compatriotas murieron, catorce fueron heridos, y detuvieron a otros que fueron sometidos a interrogatorios por las autoridades del sur de la frontera. Las relaciones diplomáticas se rompieron.

También en 1958 tomó posesión como presidente de México, Adolfo López Mateos, siendo hasta ese año, el segundo mexicano nacido en el siglo 20 en alcanzar ese alto cargo.

Igualmente, y como consecuencia de varios años de una intensa explotación de los trabajadores y una fuerte represión, en 1958 se dieron respuestas importantes de los maestros, de los médicos, y por supuesto de los ferrocarrileros. Así ocurre hoy. Que casualidad.

En la Ciudad de México las autoridades aumentaron el precio del transporte urbano de pasajeros, y los jóvenes, yo entre ellos, marchamos por la ciudad y declaramos en huelga a la UNAM. Ciudad Universitaria cerró sus puertas. En el cine María Félix protagonizaba la famosa película La Cucaracha.

En fin, en fin “¿Ya conoce usted Ciudad Satélite?”… Ese era el "slogan" de una compañía vendedora de lotes allá por la salida a Querétaro en la ciudad de México. Otra más, "El Tapado fuma Elegantes", anticipaba el gran cartonista Abel Quezada, quien hizo época junto con “El Chango” García Cabral, Rafael Freyre y Alberto Isaac en los principales diarios de la época.

Si usted, amable lector, anda cerca de los 70 años de edad ¿cuenta con otros recuerdos de ese año que lo anclen en el pasado?


Premio Nacional de Periodismo 2018

pacofonn@yahoo.com.mx