/ lunes 18 de enero de 2021

El peligroso síndrome del poder unipersonal

Durante sus campañas en 2006 y 2012 López Obrador acusó a los presidentes en turno, de que usaron los recursos del Estado para cometerle fraude. Ya en el poder, se comporta peor. En el manejo de su hábil discurso, le da la vuelta a la regla legal. Desde que llegó al poder realiza todos los días hábiles de la semana conferencias de prensa sui géneris, donde habla y habla siempre con un cometido proselitista. Con un lenguaje sencillo y repetitivo, fustiga a la oposición; también a quienes le cuestionan o le critican sus decisiones y su falta de datos objetivos; las maromas para excusar a sus allegados, incluidos familiares, frente a acusaciones de corrupción, ya resulta desesperante. Reitera que quienes le critican, lo hacen contra el pueblo: y en un país con alta desigualdad social, delinea alevosamente una campaña en contra de los gobiernos anteriores por ser causantes de su situación. Sin embargo lo que está decidiendo desde y usando el poder sin ningún contrapeso, no sólo no es la solución para resolver estructuralmente la pobreza y fomentar el desarrollo humano; hay más pobres, está desapareciendo la clase media, no le importan los derechos humanos, y tampoco le gusta regirse por las instituciones. Tiene un ejército de “servidores de la nación” para dar dinero a millones de personas. No se puede pecar de ingenuidad, lo que hace tiene como objetivo tener su propio padrón de electores.


Con estas decisiones el Presidente abusa del poder y está trastocando la imparcialidad hacia la contienda del 6 de junio para evitar perder la Cámara de Diputados, ganar las elecciones locales y perpetuarse en el poder como lo hacen los populistas. Los populistas no son democráticos, buscan controlar los poderes republicanos y desaparecer los contrapesos,


Desde que se le quitó al gobierno el control de las elecciones, se ha estado perfeccionamiento el marco jurídico en cada reforma electoral: acotar, e incluso calificar como delito electoral, conductas que trasgreden la imparcialidad en una elección, pero este marco no llega al Presidente.


En el caso de las mañaneras, el INE acaba de decidir los parámetros de no intromisión en la contienda electoral a los que debe sujetarse el presidente; como sabemos el señor ha manifestado que no va a dejar de realizarlas y nada le hará cambiar su decisión. Por lo tanto se resolvió debe abstenerse de abordar temas relacionados con el ejercicio de las prerrogativas de los partidos políticos, su vida interna, candidaturas, cargos de elección, etapas del proceso electoral en toda su diversidad, plataformas electorales, sobre las campañas electorales , así como las estrategias electorales de quienes contienden, intención del voto o preferencias electorales.


El INE ha estado siendo presionado por el gobierno lopezobradorista; desde la disminución de su presupuesto, aprovechando los cambios de sus consejerías para llevar a sus adeptos con una clara intención de mediatizar sus acuerdos, hasta amenazas de desaparecerlo como Organismo Constitucional Autónomo. Apenas hace unos días antes de la discusión del Consejo General para establecer estos parámetros, se dio una confrontación desde las mañaneras contra el Presidente del INE Lorenzo Córdova.


Conociendo como es López Obrador, es muy posible que no asumirá ningún lineamiento del INE, al tiempo.

Durante sus campañas en 2006 y 2012 López Obrador acusó a los presidentes en turno, de que usaron los recursos del Estado para cometerle fraude. Ya en el poder, se comporta peor. En el manejo de su hábil discurso, le da la vuelta a la regla legal. Desde que llegó al poder realiza todos los días hábiles de la semana conferencias de prensa sui géneris, donde habla y habla siempre con un cometido proselitista. Con un lenguaje sencillo y repetitivo, fustiga a la oposición; también a quienes le cuestionan o le critican sus decisiones y su falta de datos objetivos; las maromas para excusar a sus allegados, incluidos familiares, frente a acusaciones de corrupción, ya resulta desesperante. Reitera que quienes le critican, lo hacen contra el pueblo: y en un país con alta desigualdad social, delinea alevosamente una campaña en contra de los gobiernos anteriores por ser causantes de su situación. Sin embargo lo que está decidiendo desde y usando el poder sin ningún contrapeso, no sólo no es la solución para resolver estructuralmente la pobreza y fomentar el desarrollo humano; hay más pobres, está desapareciendo la clase media, no le importan los derechos humanos, y tampoco le gusta regirse por las instituciones. Tiene un ejército de “servidores de la nación” para dar dinero a millones de personas. No se puede pecar de ingenuidad, lo que hace tiene como objetivo tener su propio padrón de electores.


Con estas decisiones el Presidente abusa del poder y está trastocando la imparcialidad hacia la contienda del 6 de junio para evitar perder la Cámara de Diputados, ganar las elecciones locales y perpetuarse en el poder como lo hacen los populistas. Los populistas no son democráticos, buscan controlar los poderes republicanos y desaparecer los contrapesos,


Desde que se le quitó al gobierno el control de las elecciones, se ha estado perfeccionamiento el marco jurídico en cada reforma electoral: acotar, e incluso calificar como delito electoral, conductas que trasgreden la imparcialidad en una elección, pero este marco no llega al Presidente.


En el caso de las mañaneras, el INE acaba de decidir los parámetros de no intromisión en la contienda electoral a los que debe sujetarse el presidente; como sabemos el señor ha manifestado que no va a dejar de realizarlas y nada le hará cambiar su decisión. Por lo tanto se resolvió debe abstenerse de abordar temas relacionados con el ejercicio de las prerrogativas de los partidos políticos, su vida interna, candidaturas, cargos de elección, etapas del proceso electoral en toda su diversidad, plataformas electorales, sobre las campañas electorales , así como las estrategias electorales de quienes contienden, intención del voto o preferencias electorales.


El INE ha estado siendo presionado por el gobierno lopezobradorista; desde la disminución de su presupuesto, aprovechando los cambios de sus consejerías para llevar a sus adeptos con una clara intención de mediatizar sus acuerdos, hasta amenazas de desaparecerlo como Organismo Constitucional Autónomo. Apenas hace unos días antes de la discusión del Consejo General para establecer estos parámetros, se dio una confrontación desde las mañaneras contra el Presidente del INE Lorenzo Córdova.


Conociendo como es López Obrador, es muy posible que no asumirá ningún lineamiento del INE, al tiempo.