/ jueves 1 de abril de 2021

El poder sin límites

La lucha del hombre contra el poder, es la lucha de la memoria contra el olvido.

Milan Kundera


La palabra de López Obrador es una religión que atrapa feligreses. Sus discursos son fanfarrias para ingresar al mundo de los “buenos” y la convocatoria a renunciar a pecados anteriores o potenciales. El tabasqueño otorga perdones y lanza excomuniones. Su frontera es clara: conservadores y patriotas. No hay matices. Los 30 millones de votos otorgados en 2018 son para él un cheque blanco. Por eso, puede denostar a quién le plazca en sus misas de 7. Dice, con notable desfachatez, que ejerce su “derecho de réplica”.


Un ejemplo reciente de ello, es la ofensiva contra el Instituto Nacional Electoral (INE), la cual dibuja de cuerpo entero a un mandatario que no acepta las posturas distintas u opuestas a sus esquemas mentales, aunque violen las normas vigentes. La contradicción de los últimos desplantes contra el organismo electoral, tira al caño su presumido “acuerdo por la democracia”, que buscaba inhibir la injerencia de los gobernadores de cara a las elecciones de junio.


Al menos que impere el cinísmo y el susodicho documento haya sido una simple simulación, para que el presidente use su enorme poder para promover y defender a su partido y los gobiernos locales permanezcan al margen de toda intervención. Además, lo irónico del ataque al INE, por parte del presidente, es que fue esa misma institución la que reconoció y legitimó el triunfo electoral de Morena. Así, buscar desprestigiar al árbitro a estas alturas implica detonar una crisis que pondría en vilo la propia credibilidad de la democracia mexicana. Ya Mario Delgado, dirigente formal de Morena ha planteado, como un berrinche, la desaparición de dicho organismo, en donde, por cierto, coincide con Ricardo Salinas Pliego, representante de la lumpenburguesía.


En los próximos días el Tribunal Electoral tendrá que resolver, en definitiva, las impugnaciones que se harán desde Morena a las resoluciones que tomó el INE para sancionar a varios aspirantes con la pérdida de su candidatura por no haber informado gasto de precampañas, principalmente a Salgado Macedonio y Raúl Morón. Se sabe que dicho Tribunal actúa con obsequiosa actitud, por decirlo de alguna manera, con el inquilino de Palacio Nacional.


Tengamos claro, que, estas resoluciones definirán el papel de dicho órgano en los próximos comicios. Sin duda, estamos ya en un contexto de múltiples violencias y de la metralla de peroratas de AMLO. Como ya se observa, en esta fase, no se vislumbran propuestas ni reflexiones programáticas de los candidatos en campaña. No, el ventilador de las calumnias está listo

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

La lucha del hombre contra el poder, es la lucha de la memoria contra el olvido.

Milan Kundera


La palabra de López Obrador es una religión que atrapa feligreses. Sus discursos son fanfarrias para ingresar al mundo de los “buenos” y la convocatoria a renunciar a pecados anteriores o potenciales. El tabasqueño otorga perdones y lanza excomuniones. Su frontera es clara: conservadores y patriotas. No hay matices. Los 30 millones de votos otorgados en 2018 son para él un cheque blanco. Por eso, puede denostar a quién le plazca en sus misas de 7. Dice, con notable desfachatez, que ejerce su “derecho de réplica”.


Un ejemplo reciente de ello, es la ofensiva contra el Instituto Nacional Electoral (INE), la cual dibuja de cuerpo entero a un mandatario que no acepta las posturas distintas u opuestas a sus esquemas mentales, aunque violen las normas vigentes. La contradicción de los últimos desplantes contra el organismo electoral, tira al caño su presumido “acuerdo por la democracia”, que buscaba inhibir la injerencia de los gobernadores de cara a las elecciones de junio.


Al menos que impere el cinísmo y el susodicho documento haya sido una simple simulación, para que el presidente use su enorme poder para promover y defender a su partido y los gobiernos locales permanezcan al margen de toda intervención. Además, lo irónico del ataque al INE, por parte del presidente, es que fue esa misma institución la que reconoció y legitimó el triunfo electoral de Morena. Así, buscar desprestigiar al árbitro a estas alturas implica detonar una crisis que pondría en vilo la propia credibilidad de la democracia mexicana. Ya Mario Delgado, dirigente formal de Morena ha planteado, como un berrinche, la desaparición de dicho organismo, en donde, por cierto, coincide con Ricardo Salinas Pliego, representante de la lumpenburguesía.


En los próximos días el Tribunal Electoral tendrá que resolver, en definitiva, las impugnaciones que se harán desde Morena a las resoluciones que tomó el INE para sancionar a varios aspirantes con la pérdida de su candidatura por no haber informado gasto de precampañas, principalmente a Salgado Macedonio y Raúl Morón. Se sabe que dicho Tribunal actúa con obsequiosa actitud, por decirlo de alguna manera, con el inquilino de Palacio Nacional.


Tengamos claro, que, estas resoluciones definirán el papel de dicho órgano en los próximos comicios. Sin duda, estamos ya en un contexto de múltiples violencias y de la metralla de peroratas de AMLO. Como ya se observa, en esta fase, no se vislumbran propuestas ni reflexiones programáticas de los candidatos en campaña. No, el ventilador de las calumnias está listo

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

ÚLTIMASCOLUMNAS