/ lunes 17 de diciembre de 2018

El reto del presupuesto 2019

La espera terminó, el sábado se presentó la propuesta de paquete económico que le dará vida al primer año de la administración del presidente López Obrador. ¿Cuáles son los elementos centrales de su planteamiento?

En primera instancia los Criterios Generales de Política Económica permiten establecer que se mantiene una expectativa de crecimiento modesto y centrado en dos por ciento, una cifra ligeramente inferior al promedio observado durante la pasada administración.

La proyección oficial tiene un componente realista: en el corto plazo no se puede cambiar la estructura productiva de bajo valor agregado de México.

¿Cuál es el mensaje implícito? La herencia del modelo económico, que el presidente ha denominado como neoliberal, es baja productividad y escasa capacidad transformadora. El resultado lógico de un modelo maquilador-

¿Cuál es la solución? Mayor inversión pública y privada.

En este sentido, la revisión del Análisis Administrativo Económico del Gasto Programable propuesto por el Poder Ejecutivo hace posible señalar que la inversión física para 2019 será de 665.5 mil millones de pesos, un incremento nominal de 6.4 por ciento respecto a 2018.

Si bien en términos reales la variación general no es sustancial, se debe señalar que se ha concentrado el esfuerzo de inversión física en Pemex (aumento nominal de 33.5 por ciento) y la Comisión Federal de Electricidad (41.2 por ciento adicional).

Lo anterior se encuentra alineado a uno de los objetivos centrales del presidente López Obrador: reactivar el sector energético. Para 2019 ambas empresas productivas concentrarán 50 por ciento de la inversión física total del gobierno federal.

Si a esto se agrega el Ramo Administrativo de Energía, que contará con 25 mil millones de pesos para inversión física (en 2018 no tuvo asignado recursos para dicha función), se puede refrendar que el proyecto económico del Ejecutivo se encuentra focalizado en la parte energética.

De igual forma el Ramo Administrativo Defensa Nacional ejercerá 21.1 mil millones de pesos de inversión física, 53.9 por ciento superior a la de 2018.

Pero ¿qué pasará con la inversión del resto de la administración pública? Como se puede observar, el Ramo Administrativo Comunicaciones y Transportes ejercerá55.7 mil millones de pesos, una cifra menor a los 72.8 mil millones de pesos asignados para este año. Situación similar enfrentará Medio Ambiente y Recursos Naturales: su recorte supera los siete mil millones de pesos.

Más allá de la discusión sobre las remuneraciones (de acuerdo al presupuesto presentado senadores, magistrados e integrantes de varias comisiones e instituciones sí ganarán más que el presidente) se debe garantizar que los proyectos favorecidos con recursos alcancen el mayor efecto multiplicador sobre la economía. Para ello se deben liberar de la sombra de la corrupción al mismo tiempo que se favorece hacerlos con insumos nacionales, con lo Hecho en México. Ambos elementos constituyen la mejor manera de lograr que el país se beneficie.

Más allá de que el escenario presupuestal parte de supuestos optimistas, como un tipo de cambio de 20 pesos por dólar para finales de 2019 y una tasa de interés similar a la del cierre de 2018, lo que debe revisarse es que la ejecución de la inversión propicie crecimiento. El gasto social no tiene ese efecto, sólo la inversión productiva puede acelerar el desarrollo del país.

La espera terminó, el sábado se presentó la propuesta de paquete económico que le dará vida al primer año de la administración del presidente López Obrador. ¿Cuáles son los elementos centrales de su planteamiento?

En primera instancia los Criterios Generales de Política Económica permiten establecer que se mantiene una expectativa de crecimiento modesto y centrado en dos por ciento, una cifra ligeramente inferior al promedio observado durante la pasada administración.

La proyección oficial tiene un componente realista: en el corto plazo no se puede cambiar la estructura productiva de bajo valor agregado de México.

¿Cuál es el mensaje implícito? La herencia del modelo económico, que el presidente ha denominado como neoliberal, es baja productividad y escasa capacidad transformadora. El resultado lógico de un modelo maquilador-

¿Cuál es la solución? Mayor inversión pública y privada.

En este sentido, la revisión del Análisis Administrativo Económico del Gasto Programable propuesto por el Poder Ejecutivo hace posible señalar que la inversión física para 2019 será de 665.5 mil millones de pesos, un incremento nominal de 6.4 por ciento respecto a 2018.

Si bien en términos reales la variación general no es sustancial, se debe señalar que se ha concentrado el esfuerzo de inversión física en Pemex (aumento nominal de 33.5 por ciento) y la Comisión Federal de Electricidad (41.2 por ciento adicional).

Lo anterior se encuentra alineado a uno de los objetivos centrales del presidente López Obrador: reactivar el sector energético. Para 2019 ambas empresas productivas concentrarán 50 por ciento de la inversión física total del gobierno federal.

Si a esto se agrega el Ramo Administrativo de Energía, que contará con 25 mil millones de pesos para inversión física (en 2018 no tuvo asignado recursos para dicha función), se puede refrendar que el proyecto económico del Ejecutivo se encuentra focalizado en la parte energética.

De igual forma el Ramo Administrativo Defensa Nacional ejercerá 21.1 mil millones de pesos de inversión física, 53.9 por ciento superior a la de 2018.

Pero ¿qué pasará con la inversión del resto de la administración pública? Como se puede observar, el Ramo Administrativo Comunicaciones y Transportes ejercerá55.7 mil millones de pesos, una cifra menor a los 72.8 mil millones de pesos asignados para este año. Situación similar enfrentará Medio Ambiente y Recursos Naturales: su recorte supera los siete mil millones de pesos.

Más allá de la discusión sobre las remuneraciones (de acuerdo al presupuesto presentado senadores, magistrados e integrantes de varias comisiones e instituciones sí ganarán más que el presidente) se debe garantizar que los proyectos favorecidos con recursos alcancen el mayor efecto multiplicador sobre la economía. Para ello se deben liberar de la sombra de la corrupción al mismo tiempo que se favorece hacerlos con insumos nacionales, con lo Hecho en México. Ambos elementos constituyen la mejor manera de lograr que el país se beneficie.

Más allá de que el escenario presupuestal parte de supuestos optimistas, como un tipo de cambio de 20 pesos por dólar para finales de 2019 y una tasa de interés similar a la del cierre de 2018, lo que debe revisarse es que la ejecución de la inversión propicie crecimiento. El gasto social no tiene ese efecto, sólo la inversión productiva puede acelerar el desarrollo del país.