/ martes 2 de junio de 2020

El último golpe chino

Por: Paulina Axotla Flores

En medio de la pandemia de COVID-19, los hongkoneses volvieron a las calles para manifestarse en contra de la posible aprobación por la Asamblea Nacional Popular de la ley que busca impedir y detener toda acción que amenace la seguridad nacional, como el separatismo, la subversión, el terrorismo y todas las actividades de entidades extranjeras que tengan injerencia en los asuntos nacionales. Para lograr este objetivo, el gobierno de China Central autorizaría que sus organismos encargados de la seguridad nacional puedan abrir oficinas en Hong Kong. Las implicaciones en el sistema internacional no han tardado en hacerse presentes.

En primera instancia, vemos que los manifestantes han sido víctimas de una brutal represión. Periodistas fueron estrangulados, diputados amagados y los estudiantes censurados. Ante el ojo expectante de la comunidad internacional, organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional, se han posicionado en contra de la violación de los Derechos Humanos de los hongkoneses. Sin embargo, estas violaciones o el descontento social no son las únicas consecuencias de la decisión de la Asamblea Nacional Popular. Lo que está en riesgo es la autonomía de la región y su percepción como la entrada de los países occidentales al juego geopolítico y económico chino.

Dentro del contexto internacional, las economías nacionales están detenidas por el progreso de la pandemia, la injerencia de China Continental sobre Hong Kong nos lleva a pensar que el gigante esta buscando ampliar su dominio en la región asiática y controlar sus recursos financieros y comerciales. Aún no hay un panorama claro respecto a la situación económica china, los datos brindados por la Oficina Nacional de Estadística de China han pronosticado caídas importantes en sectores fundamentales como la industria manufacturera, la minería y las exportaciones.

La poca demanda a nivel mundial ha afectado considerablemente a China, por lo que la avanzada política que se esta llevando en Hong Kong no solo era esperada si no también es una opción lógica en este panorama geopolítico. Sin embargo, esta intención es algo que no es bien visto ante los Estados Unidos y la política de la guerra comercial del presidente Trump.

El secretario Mike Pompeo declaró que China incumplía con sus obligaciones establecidas en el acuerdo para recuperar el control de Hong Kong pactado en 1997. Por lo anterior la región perdía todos sus privilegios comerciales con los norteamericanos. Por tanto, esta ley no solo afecta la democracia hongkonesa o a las libertades de los ciudadanos, si no que da una golpe fuerte a los intereses norteamericanos.

Dentro del contexto actual, las decisiones que tomen países hegemónicos dentro del sistema internacional tienen implicaciones que incluso modificaran la manera en la entendemos la economía global y el desarrollo de las relaciones internacionales. No hay que perder de vista que hoy más que nunca, lo que pasa en una región autónoma de China, afecta a todos los aspectos que conforma al sistema. Por tanto, si bien, la economía esta frenada por la pandemia de COVID-19, la globalización no ha dejado de surtir efectos en el juego geopolítico.


Asistente académica en la Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México.

Por: Paulina Axotla Flores

En medio de la pandemia de COVID-19, los hongkoneses volvieron a las calles para manifestarse en contra de la posible aprobación por la Asamblea Nacional Popular de la ley que busca impedir y detener toda acción que amenace la seguridad nacional, como el separatismo, la subversión, el terrorismo y todas las actividades de entidades extranjeras que tengan injerencia en los asuntos nacionales. Para lograr este objetivo, el gobierno de China Central autorizaría que sus organismos encargados de la seguridad nacional puedan abrir oficinas en Hong Kong. Las implicaciones en el sistema internacional no han tardado en hacerse presentes.

En primera instancia, vemos que los manifestantes han sido víctimas de una brutal represión. Periodistas fueron estrangulados, diputados amagados y los estudiantes censurados. Ante el ojo expectante de la comunidad internacional, organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional, se han posicionado en contra de la violación de los Derechos Humanos de los hongkoneses. Sin embargo, estas violaciones o el descontento social no son las únicas consecuencias de la decisión de la Asamblea Nacional Popular. Lo que está en riesgo es la autonomía de la región y su percepción como la entrada de los países occidentales al juego geopolítico y económico chino.

Dentro del contexto internacional, las economías nacionales están detenidas por el progreso de la pandemia, la injerencia de China Continental sobre Hong Kong nos lleva a pensar que el gigante esta buscando ampliar su dominio en la región asiática y controlar sus recursos financieros y comerciales. Aún no hay un panorama claro respecto a la situación económica china, los datos brindados por la Oficina Nacional de Estadística de China han pronosticado caídas importantes en sectores fundamentales como la industria manufacturera, la minería y las exportaciones.

La poca demanda a nivel mundial ha afectado considerablemente a China, por lo que la avanzada política que se esta llevando en Hong Kong no solo era esperada si no también es una opción lógica en este panorama geopolítico. Sin embargo, esta intención es algo que no es bien visto ante los Estados Unidos y la política de la guerra comercial del presidente Trump.

El secretario Mike Pompeo declaró que China incumplía con sus obligaciones establecidas en el acuerdo para recuperar el control de Hong Kong pactado en 1997. Por lo anterior la región perdía todos sus privilegios comerciales con los norteamericanos. Por tanto, esta ley no solo afecta la democracia hongkonesa o a las libertades de los ciudadanos, si no que da una golpe fuerte a los intereses norteamericanos.

Dentro del contexto actual, las decisiones que tomen países hegemónicos dentro del sistema internacional tienen implicaciones que incluso modificaran la manera en la entendemos la economía global y el desarrollo de las relaciones internacionales. No hay que perder de vista que hoy más que nunca, lo que pasa en una región autónoma de China, afecta a todos los aspectos que conforma al sistema. Por tanto, si bien, la economía esta frenada por la pandemia de COVID-19, la globalización no ha dejado de surtir efectos en el juego geopolítico.


Asistente académica en la Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México.