/ martes 24 de marzo de 2020

El virus de la desinformación

Por: Geovanna Bañuelos

Conforme pasen los días, el coronavirus seguirá siendo el tema principal en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Para comprender la magnitud del impacto mediático, el pasado viernes 20 de marzo, dieciséis portadas de medios impresos de circulación nacional dedicaron 86 notas informativas al Covid-19. Las noticias sobre el juicio contra de Rosario Robles, los feminicidios y la reelección de diputados, pasaron a segundo plano.

De acuerdo con estimaciones oficiales, 250 mil personas pueden desarrollar la enfermedad y de esta cifra, sólo 10 mil estarán catalogados como graves. La adecuada estrategia sanitaria será la clave para que estas estadísticas no se eleven.

Para cortar la cadena de contagios se requieren tres elementos: prevención, aislamiento y aplicación correcta de medidas sanitarias. La desinformación, el miedo infundado y el pánico colectivo, son nuestros principales enemigos. “Si dejamos que el virus se propague (…) en las regiones más vulnerables del mundo, mataría a millones de personas”, advierte António Guterres, Secretario General de la ONU.

El Covid-19 se desarrolla en tres fases. La primera inició al momento en que el virus fue importado a nuestro país y comenzó a transmitirse de persona a persona. En esta etapa, se recomiendan medidas preventivas en espacios públicos, escuelas y lugares de trabajo.

En la segunda fase se deben restringir los espacios públicos. Mientras que, en escuelas y centros de trabajo, se toman las medidas preventivas. Sin embargo, algunos espacios laborales y académicos tomaron la decisión de suspender actividades como en universidades y órganos de gobierno, es decir, adelantaron las medidas de la tercera fase.

Respecto a esta última etapa -la más crítica-, se suspenden las actividades en todos los espacios anteriormente señalados. De las tres fases sólo el 6% de las personas con coronavirus estarán diagnosticadas como muy graves, mientras que el promedio de la letalidad es del 2%. Es responsabilidad ciudadana y de los gobiernos enfrentar, mitigar y controlar esta pandemia.

Se recomienda al lector consultar las medidas preventivas y la evolución de esta pandemia en las páginas de la Secretaría de Salud (https://www.gob.mx/salud/documentos/nuevo-coronavirus) y la Organización Mundial de la Salud (https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019).

De esta emergencia sanitaria debemos aprender que es necesario tender puentes de cooperación mutua y solidaridad compartida. Y por supuesto, no ser víctimas de la desinformación y el engaño de las fake news. Lo viral, no siempre es real.

Por: Geovanna Bañuelos

Conforme pasen los días, el coronavirus seguirá siendo el tema principal en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Para comprender la magnitud del impacto mediático, el pasado viernes 20 de marzo, dieciséis portadas de medios impresos de circulación nacional dedicaron 86 notas informativas al Covid-19. Las noticias sobre el juicio contra de Rosario Robles, los feminicidios y la reelección de diputados, pasaron a segundo plano.

De acuerdo con estimaciones oficiales, 250 mil personas pueden desarrollar la enfermedad y de esta cifra, sólo 10 mil estarán catalogados como graves. La adecuada estrategia sanitaria será la clave para que estas estadísticas no se eleven.

Para cortar la cadena de contagios se requieren tres elementos: prevención, aislamiento y aplicación correcta de medidas sanitarias. La desinformación, el miedo infundado y el pánico colectivo, son nuestros principales enemigos. “Si dejamos que el virus se propague (…) en las regiones más vulnerables del mundo, mataría a millones de personas”, advierte António Guterres, Secretario General de la ONU.

El Covid-19 se desarrolla en tres fases. La primera inició al momento en que el virus fue importado a nuestro país y comenzó a transmitirse de persona a persona. En esta etapa, se recomiendan medidas preventivas en espacios públicos, escuelas y lugares de trabajo.

En la segunda fase se deben restringir los espacios públicos. Mientras que, en escuelas y centros de trabajo, se toman las medidas preventivas. Sin embargo, algunos espacios laborales y académicos tomaron la decisión de suspender actividades como en universidades y órganos de gobierno, es decir, adelantaron las medidas de la tercera fase.

Respecto a esta última etapa -la más crítica-, se suspenden las actividades en todos los espacios anteriormente señalados. De las tres fases sólo el 6% de las personas con coronavirus estarán diagnosticadas como muy graves, mientras que el promedio de la letalidad es del 2%. Es responsabilidad ciudadana y de los gobiernos enfrentar, mitigar y controlar esta pandemia.

Se recomienda al lector consultar las medidas preventivas y la evolución de esta pandemia en las páginas de la Secretaría de Salud (https://www.gob.mx/salud/documentos/nuevo-coronavirus) y la Organización Mundial de la Salud (https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019).

De esta emergencia sanitaria debemos aprender que es necesario tender puentes de cooperación mutua y solidaridad compartida. Y por supuesto, no ser víctimas de la desinformación y el engaño de las fake news. Lo viral, no siempre es real.