/ viernes 5 de enero de 2018

El voto de las personas trans

La igualdad y la libertad son elementos fundamentales de la democracia. No hay razones válidas que justifiquen la discriminación y, por ello, las autoridades se encuentran obligadas a combatirlas con medidas que permitan hacer cambios sustanciales en la forma en que concebimos la igualdad. Ese es el caso de las personas trans (transgénero, transexual, travesti).

En una sociedad como la nuestra, en la que están demasiado arraigados los estereotipos y los prejuicios, las personas trans han tenido que ir luchando día a día contra la exclusión para conquistar espacios de participación económica, social y política.

Un par de datos nos ayudan a clarificar esta situación. La Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México de 2017 (Edis junio/2017) publicada por el COPRED,señala que la segunda causa más común de discriminación son las preferencias sexuales (14.6%). Las personas trans se ubican dentro de los 41 grupos en situación de mayor discriminación.

Por su parte, la Encuesta Nacional de Derechos Humanos, Discriminación y Grupos Vulnerables 2015, publicada por la UNAM, ante las preguntas: ¿Toleraría o no toleraría que un(a) hijo(a) suyo(a) usara vestimenta del sexo opuesto? y ¿Toleraría o no toleraría que un(a) hijo(a) suyo(a) solicitara cambiar de sexo?De 1200 casos, el 39.9% y el 43% respondió respectivamente con un rotundo no.

Los anteriores son indicadores muy claros sobre el grado de discriminación que viven las personas trans por el simple hecho de serlo. Ello obliga a las autoridades a implementar mecanismos cuyo objetivo sea ir erradicando elementos de discriminación para que pueda consolidarse la igualdad entre quienes forman parte de esta sociedad.

La preferencia sexual no puede ni debe ser un elemento que sea un factor de diferencia en el goce y ejercicio de derechos. No hay mexicanas y mexicanos de primera y de segunda. Siguiendo esa línea, la materia electoral no puede ser la excepción. Por ello el INE decidió aprobar hace unas semanas el “Protocolo para adoptar las medidas tendientes a garantizar a las personas trans el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación en todos los tipos de elección y mecanismos de participación ciudadana”.

El objetivo es adoptar e implementar las medidas necesarias para asegurar que todas las personas trans que tengan credencial para votar vigente y estén inscritas en la lista nominal de electores puedan emitir su voto el día de la elección.

El documento prevé que en ningún caso la falta de concordancia entre la expresión de género del o de la votante con la fotografía de la credencial para votar, o bien con el nombre o el sexo (hombre o mujer) asentado en ella podrá ser causa para impedir el voto.

También el INE dispuso que las personas autorizadas para estar presentes en las casillas (funcionarios, representantes de partidos políticos, observadores), deberán abstenerse de pedir a las personas trans alguna prueba que sustente su identidad o realizar cuestionamientos sobre la misma. Asimismo, evitarán realizar actos intimidatorios que invadan su privacidad y signifiquen un trato desigual (miradas detenidas e incómodas, gestos y comentarios denigrantes y estereotipados) o cualquier otra conducta que restrinja el derecho al libre desarrollo de la personalidad.

En síntesis, el protocolo constituye una medida que garantiza el ejercicio del voto de las personas trans de manera libre y sin discriminación.Dicha medida se incorpora a otras que el INE ha implementado sobre el derecho a ser votadas de personas indígenas y de mujeres.

Hoy, por el momento en que se encuentra el proceso electoral (precampañas) probablemente no haya tenido tanta difusión la aprobación del protocolo, pero estoy convencido que en un México dónde hay tanta discriminación, medidas como ésta tienen que ser difundidas para conocimiento de quienes integramos esta sociedad.

 

Asesor del Consejero Presidente del INE

@ebuendiaz

La igualdad y la libertad son elementos fundamentales de la democracia. No hay razones válidas que justifiquen la discriminación y, por ello, las autoridades se encuentran obligadas a combatirlas con medidas que permitan hacer cambios sustanciales en la forma en que concebimos la igualdad. Ese es el caso de las personas trans (transgénero, transexual, travesti).

En una sociedad como la nuestra, en la que están demasiado arraigados los estereotipos y los prejuicios, las personas trans han tenido que ir luchando día a día contra la exclusión para conquistar espacios de participación económica, social y política.

Un par de datos nos ayudan a clarificar esta situación. La Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México de 2017 (Edis junio/2017) publicada por el COPRED,señala que la segunda causa más común de discriminación son las preferencias sexuales (14.6%). Las personas trans se ubican dentro de los 41 grupos en situación de mayor discriminación.

Por su parte, la Encuesta Nacional de Derechos Humanos, Discriminación y Grupos Vulnerables 2015, publicada por la UNAM, ante las preguntas: ¿Toleraría o no toleraría que un(a) hijo(a) suyo(a) usara vestimenta del sexo opuesto? y ¿Toleraría o no toleraría que un(a) hijo(a) suyo(a) solicitara cambiar de sexo?De 1200 casos, el 39.9% y el 43% respondió respectivamente con un rotundo no.

Los anteriores son indicadores muy claros sobre el grado de discriminación que viven las personas trans por el simple hecho de serlo. Ello obliga a las autoridades a implementar mecanismos cuyo objetivo sea ir erradicando elementos de discriminación para que pueda consolidarse la igualdad entre quienes forman parte de esta sociedad.

La preferencia sexual no puede ni debe ser un elemento que sea un factor de diferencia en el goce y ejercicio de derechos. No hay mexicanas y mexicanos de primera y de segunda. Siguiendo esa línea, la materia electoral no puede ser la excepción. Por ello el INE decidió aprobar hace unas semanas el “Protocolo para adoptar las medidas tendientes a garantizar a las personas trans el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación en todos los tipos de elección y mecanismos de participación ciudadana”.

El objetivo es adoptar e implementar las medidas necesarias para asegurar que todas las personas trans que tengan credencial para votar vigente y estén inscritas en la lista nominal de electores puedan emitir su voto el día de la elección.

El documento prevé que en ningún caso la falta de concordancia entre la expresión de género del o de la votante con la fotografía de la credencial para votar, o bien con el nombre o el sexo (hombre o mujer) asentado en ella podrá ser causa para impedir el voto.

También el INE dispuso que las personas autorizadas para estar presentes en las casillas (funcionarios, representantes de partidos políticos, observadores), deberán abstenerse de pedir a las personas trans alguna prueba que sustente su identidad o realizar cuestionamientos sobre la misma. Asimismo, evitarán realizar actos intimidatorios que invadan su privacidad y signifiquen un trato desigual (miradas detenidas e incómodas, gestos y comentarios denigrantes y estereotipados) o cualquier otra conducta que restrinja el derecho al libre desarrollo de la personalidad.

En síntesis, el protocolo constituye una medida que garantiza el ejercicio del voto de las personas trans de manera libre y sin discriminación.Dicha medida se incorpora a otras que el INE ha implementado sobre el derecho a ser votadas de personas indígenas y de mujeres.

Hoy, por el momento en que se encuentra el proceso electoral (precampañas) probablemente no haya tenido tanta difusión la aprobación del protocolo, pero estoy convencido que en un México dónde hay tanta discriminación, medidas como ésta tienen que ser difundidas para conocimiento de quienes integramos esta sociedad.

 

Asesor del Consejero Presidente del INE

@ebuendiaz