/ martes 18 de diciembre de 2018

El y las candidatas a la SCJN

Earl Warren fue el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos de América de 1953 a 1969. La Corte Warren es, para algunos, la etapa más luminosa de un poder judicial en materia de derechos humanos. Su tribunal dejó un legado en contra de la discriminación, derechos de las personas acusadas de un delito, educación, Estado laico, libertad de expresión entre varios temas.

Earl Warren militó en el partido republicano y en el demócrata, fue gobernador del Estado de California antes de ser ministro y aprovechó su talante político para provocar grandes cambios en los Estados Unidos de América. Un minotauro: mitad jurista/mitad político.

La historia del juez Warren viene a cuento ahora que muchísimas voces se alzan en contra de cualquier político que quiera ser ministro de la SCJN. Los seres humanos tenemos el derecho de expresar nuestras convicciones políticas y agruparnos para influir en las decisiones de gobierno. Nadie debe ser excluido por su filiación política. Huele y parece discriminación. El primer caso se dio con Raúl Cervantes, nadie cuestionó su calidad como jurista o su experiencia, sino que se dudó de su imparcialidad por su militancia en el PRI. Ahora nos volvemos a enfrenar al mismo problema.

Te recomendamos: Morenistas minimizan su liga partidista

La salida del ministro José Ramón Cossío dejó una vacante en la Corte. El y las candidatas para llenar ese espacio son: la doctora Loretta Ortiz, la magistrada Celia García y el magistrado Juan Luis González Alcántara. En las redes sociales y en los medios de comunicación se leen descalificaciones en contra de la doctora Loretta Ortiz y la magistrada Celia García por su militancia en el partido MORENA. En contra del magistrado Luis González Alcántara también se leen descalificaciones por una supuesta cercanía con el titular del ejecutivo federal. La sociedad no los está evaluando como juristas ni por los méritos para ocupar el cargo, los juzgan por ejercer sus derechos políticos o la manifestación de su ideario.

El magistrado Juan Luis González Alcántara debería exhibir las mejores sentencias que ha dictado en su larga trayectoria, cuál es su posición respecto del aborto, qué opina sobre los contornos de la independencia judicial y los retos del Poder Judicial de la Federación. Lo mismo sucede con la magistrada Celia García. La doctora Loretta Ortiz nos debería mostrar las iniciativas de ley que promovió como diputada, sus argumentos a favor de la justicia transicional, sus textos académicos, ya que su papel como política no la debilita, sino que permite analizar con mayor claridad su trayectoria.

El concepto sincuatesnicuotas suena muy bien, es pegajoso y convence en un primer acercamiento. Un análisis más profundo del sincuatesnicuotas nos permite concluir que, a veces, es una manera de descalificar sin argumentar.

En este proceso de nombramiento, el siguiente problema ha sido el Senado de la República. La comparecencia de los aspirantes se llevará en comisiones y no en el pleno del Senado. Un proceso que debería llevarse con la mayor publicidad y con la participación de todos los Senadores, arrancará con un número limitado de senadores y menor publicidad.

Esperemos que el candidato y las candidatas a ministra de la Corte le exhiban a toda la sociedad, por medios propios, sus mejores argumentos para ser ministro, pues el Senado escogió un camino muy sinuoso que levantó más comentarios sobre el y las candidatas.

Doctor en Derecho

@jangulonobara

Earl Warren fue el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos de América de 1953 a 1969. La Corte Warren es, para algunos, la etapa más luminosa de un poder judicial en materia de derechos humanos. Su tribunal dejó un legado en contra de la discriminación, derechos de las personas acusadas de un delito, educación, Estado laico, libertad de expresión entre varios temas.

Earl Warren militó en el partido republicano y en el demócrata, fue gobernador del Estado de California antes de ser ministro y aprovechó su talante político para provocar grandes cambios en los Estados Unidos de América. Un minotauro: mitad jurista/mitad político.

La historia del juez Warren viene a cuento ahora que muchísimas voces se alzan en contra de cualquier político que quiera ser ministro de la SCJN. Los seres humanos tenemos el derecho de expresar nuestras convicciones políticas y agruparnos para influir en las decisiones de gobierno. Nadie debe ser excluido por su filiación política. Huele y parece discriminación. El primer caso se dio con Raúl Cervantes, nadie cuestionó su calidad como jurista o su experiencia, sino que se dudó de su imparcialidad por su militancia en el PRI. Ahora nos volvemos a enfrenar al mismo problema.

Te recomendamos: Morenistas minimizan su liga partidista

La salida del ministro José Ramón Cossío dejó una vacante en la Corte. El y las candidatas para llenar ese espacio son: la doctora Loretta Ortiz, la magistrada Celia García y el magistrado Juan Luis González Alcántara. En las redes sociales y en los medios de comunicación se leen descalificaciones en contra de la doctora Loretta Ortiz y la magistrada Celia García por su militancia en el partido MORENA. En contra del magistrado Luis González Alcántara también se leen descalificaciones por una supuesta cercanía con el titular del ejecutivo federal. La sociedad no los está evaluando como juristas ni por los méritos para ocupar el cargo, los juzgan por ejercer sus derechos políticos o la manifestación de su ideario.

El magistrado Juan Luis González Alcántara debería exhibir las mejores sentencias que ha dictado en su larga trayectoria, cuál es su posición respecto del aborto, qué opina sobre los contornos de la independencia judicial y los retos del Poder Judicial de la Federación. Lo mismo sucede con la magistrada Celia García. La doctora Loretta Ortiz nos debería mostrar las iniciativas de ley que promovió como diputada, sus argumentos a favor de la justicia transicional, sus textos académicos, ya que su papel como política no la debilita, sino que permite analizar con mayor claridad su trayectoria.

El concepto sincuatesnicuotas suena muy bien, es pegajoso y convence en un primer acercamiento. Un análisis más profundo del sincuatesnicuotas nos permite concluir que, a veces, es una manera de descalificar sin argumentar.

En este proceso de nombramiento, el siguiente problema ha sido el Senado de la República. La comparecencia de los aspirantes se llevará en comisiones y no en el pleno del Senado. Un proceso que debería llevarse con la mayor publicidad y con la participación de todos los Senadores, arrancará con un número limitado de senadores y menor publicidad.

Esperemos que el candidato y las candidatas a ministra de la Corte le exhiban a toda la sociedad, por medios propios, sus mejores argumentos para ser ministro, pues el Senado escogió un camino muy sinuoso que levantó más comentarios sobre el y las candidatas.

Doctor en Derecho

@jangulonobara

ÚLTIMASCOLUMNAS
martes 29 de diciembre de 2020

La otra educación jurídica

Javier Cruz Angulo

lunes 21 de diciembre de 2020

El 2020

Javier Cruz Angulo

martes 15 de diciembre de 2020

Somos un mal bicho

Javier Cruz Angulo

miércoles 09 de diciembre de 2020

Naranja/Rojo

Javier Cruz Angulo

martes 01 de diciembre de 2020

Reforma judicial sin jueces

Javier Cruz Angulo

martes 24 de noviembre de 2020

Cuando pierde la víctima

Javier Cruz Angulo

martes 17 de noviembre de 2020

Trump no es la amenaza

Javier Cruz Angulo

martes 10 de noviembre de 2020

Urrutia Laubreaux vs Chile

Javier Cruz Angulo

martes 27 de octubre de 2020

La muerte de Ayelín

Javier Cruz Angulo

martes 20 de octubre de 2020

El servicio público está en la soledad

Javier Cruz Angulo

Cargar Más