Hay personas que, a través de su visión, son capaces de cambiara al mundo; hay otras que lo hacen con determinación y agallas; y otras que con el poder de sus recursos redefinen destinos; pocas veces se ha juntado todo en una sola persona, como en el caso de Elon Musk. La compra de Twitter es obviamente algo más allá de una mera transacción bursátil empresarial, fue una estrategia cuidadosamente premeditada que, sin duda, tendrá un efecto importante en todo el mundo.
Hoy, Elon Musk, además de ser el hombre más adinerado del mundo, tiene una agenda que hasta hace unos años se antojaría de ciencia ficción; es el mayor impulsor de los autos eléctricos a través de su compañía Tesla; también ha sido determinante en los pagos electrónicos a través de su plataforma PayPal, además del desarrollo de inteligencia artificial y su activismo en favor del medio ambiente.
Otra de sus prioridades es regresar al espacio y hacer lo que ni la NASA ha podido lograr: llevar humanos a Marte. Hoy la competencia para el viaje a las estrellas es entre Jeff Bezos, con Blue Origin, y Space X de Musk; las naciones han quedado atrás.
Con todo esto, hoy es dueño de la plataforma y de la arena de debate más importante del mundo. La pregunta es cómo entra Twitter en esta ecuación: como un elemento de poder en el que se favorece más que en ninguna otra red social el pensamiento de colmena, en el cual se alinean las opiniones a partir de recibir información parecida; lo que puede derivar en el medio de comunicación más influyente del mundo, pero también en una compleja ingeniería de control social y dominio político. ¿Se podrá separar el algoritmo de Twitter de la agenda de Musk?, 44 mmdd dicen que es muy difícil.
Las acciones de Musk no sólo tienen un impacto político y económico, afectarán nuestra civilización; los autos electrónicos irán desplazando a los combustibles fósiles, lo que repercutirá a las economías de muchos países; asimismo, los derivados del negocio de Twitter sin duda impactarán el mercado de las comunicaciones en todos los rubros y entrará en competencia franca con la china TikTok, entre otras redes.
El impacto de Twitter y las acciones de Musk son un mar sin cartografiar de gran incertidumbre, que puede llevar a una gran catástrofe de negocios. Las acciones de Tesla han bajado un 7% en este año, junto con las experiencias de la caída récord del 27% de acciones de Facebook, por lo que no todo es optimismo; por el otro lado, si la apuesta resulta exitosa, podría darse una concentración de poder, influencia y capacidad de manipulación que no hemos visto en la historia. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez
