/ viernes 31 de diciembre de 2021

Empieza 2022, un año que sin duda será cuesta arriba

El 2021 prácticamente se nos fue entre las manos, tras un intenso 2020, pretendimos que fuera un bálsamo tras lo que vivimos con el inicio de la pandemia del covid-19, pero lo que terminó ocurriendo, fue que lejos de ser el anhelado año de una solución contundente, sí abrió brindándonos con la solución de las vacunas, pero destacando que con éstas no bastaba.

Tener los biológicos para comenzar a combatir al mal, lució bien en principio, pero el no contar con una producción suficiente de las sustancias autorizadas, hizo que mientras algunos países inocularon rápidamente a gran parte de su población, en regiones empobrecidas, como el continente africano, hasta el momento no se ha conseguido superar el 6 por ciento de vacunados en la mayor parte de sus países.

Es así, que el virus ha seguido activo y por tanto no deja de mutar, por lo que se vuelve cada vez un reto mayor para las vacunas y mientras no terminan de suministrarse las dos dosis mínimas necesarias de éstas, para una protección primaria, ya se está volviendo necesaria una tercera e incluso se considera una cuarta, para atacar a cepas como las Delta y Ómicron, siendo esta segunda la que actualmente se está volviendo la dominante a nivel mundial.

Con tal reto frente a nosotros, es que ahora se impulsa tanto el contar con fármacos preventivos, como las vacunas, como con medicamentos terapéuticos, como los que ya han presentado laboratorios como Pfizer-BioNTech, que permiten que una persona que ya ha contraído el coronavirus SARS-CoV-2, no desarrolle síntomas graves, lo que constituye un nuevo avance sustancial en el combate del covid-19.

A nivel mundial, puede actualmente apreciarse a gran parte de los gobernantes y líderes globales en general, por una parte, dando la parte crucial de la lucha contra el virus, pero también buscando retomar la vida diaria con los mayores niveles de normalidad posibles, dado que se ha apreciado que como humanidad nos veríamos seriamente dañados, ante una nueva generalización de restricciones.

Entre lo mucho que deberemos lograr en el 2022, para regularizar incipientemente a la actividad económica, está el retomar de forma efectiva, las cadenas de distribución, que resultan esenciales en un mundo que ya no fabrica cada dispositivo electrónico, por ejemplo, en un solo país, ya que hoy diferentes partes de estos, son hechas en regiones del mundo completamente disímbolas, para terminar de armarse en un punto en específico.

Frente a tal contexto, la falta de uno solo de los componentes, ya sean generales o específicos, termina por detener tanto la cadena de distribución, como los procesos de fabricación, algo que al final, impacta también a lo que se transporte en contenedores por todo el mundo, para diferentes procesos productivos.

Con o sin pandemia, el mundo se ve en la necesidad para el 2022, de regularizar el abasto de chips para los elementos de alta tecnología de automóviles, que también se aprovechan para tabletas, celulares y computadoras, entre otros dispositivos digitales. Por ahora, lo que se ve es que la pandemia seguirá presente, pero la humanidad necesita producir.


*: Diputada Federal por Durango

yolanda.delatorre@diputados.gob.mx

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre


El 2021 prácticamente se nos fue entre las manos, tras un intenso 2020, pretendimos que fuera un bálsamo tras lo que vivimos con el inicio de la pandemia del covid-19, pero lo que terminó ocurriendo, fue que lejos de ser el anhelado año de una solución contundente, sí abrió brindándonos con la solución de las vacunas, pero destacando que con éstas no bastaba.

Tener los biológicos para comenzar a combatir al mal, lució bien en principio, pero el no contar con una producción suficiente de las sustancias autorizadas, hizo que mientras algunos países inocularon rápidamente a gran parte de su población, en regiones empobrecidas, como el continente africano, hasta el momento no se ha conseguido superar el 6 por ciento de vacunados en la mayor parte de sus países.

Es así, que el virus ha seguido activo y por tanto no deja de mutar, por lo que se vuelve cada vez un reto mayor para las vacunas y mientras no terminan de suministrarse las dos dosis mínimas necesarias de éstas, para una protección primaria, ya se está volviendo necesaria una tercera e incluso se considera una cuarta, para atacar a cepas como las Delta y Ómicron, siendo esta segunda la que actualmente se está volviendo la dominante a nivel mundial.

Con tal reto frente a nosotros, es que ahora se impulsa tanto el contar con fármacos preventivos, como las vacunas, como con medicamentos terapéuticos, como los que ya han presentado laboratorios como Pfizer-BioNTech, que permiten que una persona que ya ha contraído el coronavirus SARS-CoV-2, no desarrolle síntomas graves, lo que constituye un nuevo avance sustancial en el combate del covid-19.

A nivel mundial, puede actualmente apreciarse a gran parte de los gobernantes y líderes globales en general, por una parte, dando la parte crucial de la lucha contra el virus, pero también buscando retomar la vida diaria con los mayores niveles de normalidad posibles, dado que se ha apreciado que como humanidad nos veríamos seriamente dañados, ante una nueva generalización de restricciones.

Entre lo mucho que deberemos lograr en el 2022, para regularizar incipientemente a la actividad económica, está el retomar de forma efectiva, las cadenas de distribución, que resultan esenciales en un mundo que ya no fabrica cada dispositivo electrónico, por ejemplo, en un solo país, ya que hoy diferentes partes de estos, son hechas en regiones del mundo completamente disímbolas, para terminar de armarse en un punto en específico.

Frente a tal contexto, la falta de uno solo de los componentes, ya sean generales o específicos, termina por detener tanto la cadena de distribución, como los procesos de fabricación, algo que al final, impacta también a lo que se transporte en contenedores por todo el mundo, para diferentes procesos productivos.

Con o sin pandemia, el mundo se ve en la necesidad para el 2022, de regularizar el abasto de chips para los elementos de alta tecnología de automóviles, que también se aprovechan para tabletas, celulares y computadoras, entre otros dispositivos digitales. Por ahora, lo que se ve es que la pandemia seguirá presente, pero la humanidad necesita producir.


*: Diputada Federal por Durango

yolanda.delatorre@diputados.gob.mx

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre