/ domingo 4 de marzo de 2018

Enrique VIII, iniciador de la cultura real

Se le conoce como el “rey de las seis esposas”, también por déspota, pero, aunque ustedes no lo crean, fue un gran intelectual e iniciador de la cultura en su corte.

De joven, era alto, ya que llegó a medir 1.94m, era rubio y no tan gordo, pero no delgado. Su abuela le inculcó una estricta educación. El segundo rey Tudor era el segundo hijo varón de Enrique VII, y hermano menor de Arturo, príncipe de Gales.

En esta ocasión les hablaré de la cultura de este gran rey. Al llegar al trono a los 18 años, su misión principal, creía él, era ser un rey con gloria y virtud. Se casó seis veces como todos sabemos, pero introdujo a la corte cierta intelectualidad que sorprende.

Era compositor, le gustaba la medicina, la música, bailar, la danza, el canto, los deportes y las justas de caballería, donde, por cierto, tuvo un día un accidente, dónde casi pierde un ojo.

Durante su reinado consiguió la gloria y después de su muerte la inmortalidad. Podemos citar el famoso retrato de Holbein el joven donde desde ahí parece querer dominarnos.

El joven rey esperaba representar a un príncipe mecenas del apogeo del renacimiento. Diestro en armas y en la caza, brilló como el Sol cuando comenzó su reinado.Interesado en los bailes y las ceremonias cortesanas, tocaba flautas y dedicaba su tiempo en fiestas continuas junto con su primera esposa, Catalina de Aragón.

Este ambiente fue expresado en las canciones que el monarca compuso, donde expresaba su gusto por la caza, las fiestas y la buena compañía pasatiempos que se justificaban porque lo alejaban del ocio, que podían llevar a los vicios que había que evitar.

En las grandes procesiones en donde participaba el rey y su esposa, Catalina, usaban palios con los emblemas la rosa roja para la casa Tudor, y la granada para la reina siempre acompañados por músicos que tocaban las trompetas.

Enrique, de niño, también impresionó a Erasmo, y le gustaba estudiar mucho, también latín y medicina.

A el rey le gustaba, repito, la danza y la música, y los bailes de disfraces. Le gustaban las representaciones. En 1515 creó un grupo llamado los jóvenes nobles de la cámara privada, quienes compartían con el monarca la caza y la música y con quienes interpretaba canciones.

Enrique VIII fue el iniciador de este tipo de eventos en la cultura inglesa. Hoy, las demás casas reales hacen esto, siguiendo su ejemplo.

Sin duda, todos tenemos una idea diferente de lo que fue este rey y del trabajo que la realeza realiza hoy en la actualidad, sobre todo en cultura. Como vimos en el artículo anterior, el rey era progresista y Hampton Court fue “un regalo” del cardenal Wolsey al monarca tras su caída de este ante la gracia de su majestad.

Este rey mando construir más palacios y, al mismo tiempo, tras la ruptura con la iglesia católica, y teniendo como futura segunda esposa a Ana Bolena, el papa, quién le había concedido el título de Defensor de la fe, se opuso al divorcio de Enrique y Catalina, mismo que le fue otorgado por la nueva iglesia anglicana. Ana Bolena indujo al rey a que se instruyera en las ideas protestantes de Martín Lutero y de otros. Le llevó a la corte “libros prohibidos” que Enrique leyó. Si Ana fue ejecutada, fue por traición a ella, no de parte de ella al rey. Recomiendo el libro El diario secreto de Ana Bolena de Robin Maxwell, en donde ella narra su vida y nunca el rey lo supo. Fue una anciana dama de esta reina quien se lo entregó a la verdadera heredera del rey, Isabel I, quién estando sentada en el trono, lo leyó. Era una niña muy pequeña cuando Ana murió.

¿Usted que opina?

Se le conoce como el “rey de las seis esposas”, también por déspota, pero, aunque ustedes no lo crean, fue un gran intelectual e iniciador de la cultura en su corte.

De joven, era alto, ya que llegó a medir 1.94m, era rubio y no tan gordo, pero no delgado. Su abuela le inculcó una estricta educación. El segundo rey Tudor era el segundo hijo varón de Enrique VII, y hermano menor de Arturo, príncipe de Gales.

En esta ocasión les hablaré de la cultura de este gran rey. Al llegar al trono a los 18 años, su misión principal, creía él, era ser un rey con gloria y virtud. Se casó seis veces como todos sabemos, pero introdujo a la corte cierta intelectualidad que sorprende.

Era compositor, le gustaba la medicina, la música, bailar, la danza, el canto, los deportes y las justas de caballería, donde, por cierto, tuvo un día un accidente, dónde casi pierde un ojo.

Durante su reinado consiguió la gloria y después de su muerte la inmortalidad. Podemos citar el famoso retrato de Holbein el joven donde desde ahí parece querer dominarnos.

El joven rey esperaba representar a un príncipe mecenas del apogeo del renacimiento. Diestro en armas y en la caza, brilló como el Sol cuando comenzó su reinado.Interesado en los bailes y las ceremonias cortesanas, tocaba flautas y dedicaba su tiempo en fiestas continuas junto con su primera esposa, Catalina de Aragón.

Este ambiente fue expresado en las canciones que el monarca compuso, donde expresaba su gusto por la caza, las fiestas y la buena compañía pasatiempos que se justificaban porque lo alejaban del ocio, que podían llevar a los vicios que había que evitar.

En las grandes procesiones en donde participaba el rey y su esposa, Catalina, usaban palios con los emblemas la rosa roja para la casa Tudor, y la granada para la reina siempre acompañados por músicos que tocaban las trompetas.

Enrique, de niño, también impresionó a Erasmo, y le gustaba estudiar mucho, también latín y medicina.

A el rey le gustaba, repito, la danza y la música, y los bailes de disfraces. Le gustaban las representaciones. En 1515 creó un grupo llamado los jóvenes nobles de la cámara privada, quienes compartían con el monarca la caza y la música y con quienes interpretaba canciones.

Enrique VIII fue el iniciador de este tipo de eventos en la cultura inglesa. Hoy, las demás casas reales hacen esto, siguiendo su ejemplo.

Sin duda, todos tenemos una idea diferente de lo que fue este rey y del trabajo que la realeza realiza hoy en la actualidad, sobre todo en cultura. Como vimos en el artículo anterior, el rey era progresista y Hampton Court fue “un regalo” del cardenal Wolsey al monarca tras su caída de este ante la gracia de su majestad.

Este rey mando construir más palacios y, al mismo tiempo, tras la ruptura con la iglesia católica, y teniendo como futura segunda esposa a Ana Bolena, el papa, quién le había concedido el título de Defensor de la fe, se opuso al divorcio de Enrique y Catalina, mismo que le fue otorgado por la nueva iglesia anglicana. Ana Bolena indujo al rey a que se instruyera en las ideas protestantes de Martín Lutero y de otros. Le llevó a la corte “libros prohibidos” que Enrique leyó. Si Ana fue ejecutada, fue por traición a ella, no de parte de ella al rey. Recomiendo el libro El diario secreto de Ana Bolena de Robin Maxwell, en donde ella narra su vida y nunca el rey lo supo. Fue una anciana dama de esta reina quien se lo entregó a la verdadera heredera del rey, Isabel I, quién estando sentada en el trono, lo leyó. Era una niña muy pequeña cuando Ana murió.

¿Usted que opina?