/ viernes 4 de junio de 2021

Enseñanzas políticas del Cruz Azul

En las seis finales de la Liga MX que perdió el Cruz Azul, durante 23 años, sus jugadores y directiva siempre aceptaron la amarga derrota, hasta que por fin ganaron su novena estrella. Que yo recuerde, “El Chaco” Giménez, José de Jesús Corona o Siboldi, nunca llamaron a sus aficionados a movilizarse al mal llamado “Ángel de la Independencia”; a que les rindieran protesta como campeones legítimos de la liga de futbol. Sin embargo, no se necesita apellidarse “Mercado” o apodarse “Moni Vidente” para anticipar que la noche del próximo domingo las y los candidatos de Morena, PRI, PAN, PRD y otros partidos satélites, se declararán ganadores de las elecciones. O en otras palabras tendremos dos gobernadores en Sonora, Michoacán, Guerrero y otras entidades. La hipótesis de este fenómeno, que no es nuevo en la vida política de nuestro país, es que los perdedores no aceptan la derrota.

Derrotas mundiales. El futbol muestra en muchos rincones del mundo, otras caras de la derrota. Por ejemplo, hace unos días el equipo inglés Manchester United fue vencido en tanda de penales con un marcador de 11 a 10, en la final de la Europa League ante el Villarreal de España. Sin embargo, lo que llamó la atención fue que los jugadores del conjunto británico apenas recibían la medalla del segundo lugar, cuando en la transmisión en vivo se observó que la mayoría se las quitaba del pecho. A excepción del uruguayo Endison Cavani, quien es conocido no solo por sus extraordinarios remates al arco, sino por sus valores fuera de las canchas. Este Crack no solo marcó el único gol del partido de su equipo, sino anotó en la tanda de penaltis; y mostró durante la premiación que hay que saber convivir con las victorias, pero sobre todo con las derrotas —eso me lo dijo una vez Paco Memo—.

Subcampeones. El 11 de febrero de 2021 el equipo alemán Bayern Munich derrotó, en la Final del Mundial de Clubes, a los Tigres de la UANL. Pero en esa ocasión a pesar de quedar en la segunda posición, el conjunto felino posó orgulloso con la medalla de subcampeón, lo que causó los cuestionamientos y burlas de la prensa deportiva, recordando la final perdida en 2017 ante el Guadalajara, donde no salieron a recibir la medalla de segundo lugar. Por esa causa, recordemos que en la Liga MX, desde ese año, se dejaron de entregar medallas al equipo perdedor. Por esta causa, el pasado domingo, los jugadores del Santos Laguna no aparecieron en la premiación, anticipando un berrinche con olor a Tuca.

Un amigo entrenador y experto en psicología del deporte de nombre Chai, me mandó un mensaje que puede servir para explicar todo lo anterior: “Ojalá que un equipo aspirara a algo más que ser solo campeón, a trascender en la vida de las personas, a ser modelos para la sociedad, a transmitir valores, a imponer con valentía su modelo de juego. Entonces no necesitaría un trofeo en su vitrina puesto que ya sería campeón… si ambos equipos lo tienen, es como jugar un ´campeón de campeones´... Intentar las cosas y no lograr el propósito, intentar de nuevo y no lograr el propósito, intentar e intentar, estar tan cerca y no lograr el propósito. Insistir y después de todo, sí lograr el propósito… La metáfora. En la vida hay que ser como el Cruz Azul para titularse, persistentes y resilientes”.

Estas ideas llegan como anillo al dedo para lo que observaremos el domingo, donde nuestra clase política no aceptará las derrotas electorales y gritarán hasta el cansancio, que perdieron por culpa de un complot del árbitro electoral; y exigirán su expulsión definitiva. Por esta razón, de aquellos críticos del futbol que siguen pensando que este deporte es el nuevo opio de los pueblos; es por lo que el domingo en el Estadio Azteca, se observaron enseñanzas y dribles políticos del Cruz Azul. ¡Felicidades!

*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco

En las seis finales de la Liga MX que perdió el Cruz Azul, durante 23 años, sus jugadores y directiva siempre aceptaron la amarga derrota, hasta que por fin ganaron su novena estrella. Que yo recuerde, “El Chaco” Giménez, José de Jesús Corona o Siboldi, nunca llamaron a sus aficionados a movilizarse al mal llamado “Ángel de la Independencia”; a que les rindieran protesta como campeones legítimos de la liga de futbol. Sin embargo, no se necesita apellidarse “Mercado” o apodarse “Moni Vidente” para anticipar que la noche del próximo domingo las y los candidatos de Morena, PRI, PAN, PRD y otros partidos satélites, se declararán ganadores de las elecciones. O en otras palabras tendremos dos gobernadores en Sonora, Michoacán, Guerrero y otras entidades. La hipótesis de este fenómeno, que no es nuevo en la vida política de nuestro país, es que los perdedores no aceptan la derrota.

Derrotas mundiales. El futbol muestra en muchos rincones del mundo, otras caras de la derrota. Por ejemplo, hace unos días el equipo inglés Manchester United fue vencido en tanda de penales con un marcador de 11 a 10, en la final de la Europa League ante el Villarreal de España. Sin embargo, lo que llamó la atención fue que los jugadores del conjunto británico apenas recibían la medalla del segundo lugar, cuando en la transmisión en vivo se observó que la mayoría se las quitaba del pecho. A excepción del uruguayo Endison Cavani, quien es conocido no solo por sus extraordinarios remates al arco, sino por sus valores fuera de las canchas. Este Crack no solo marcó el único gol del partido de su equipo, sino anotó en la tanda de penaltis; y mostró durante la premiación que hay que saber convivir con las victorias, pero sobre todo con las derrotas —eso me lo dijo una vez Paco Memo—.

Subcampeones. El 11 de febrero de 2021 el equipo alemán Bayern Munich derrotó, en la Final del Mundial de Clubes, a los Tigres de la UANL. Pero en esa ocasión a pesar de quedar en la segunda posición, el conjunto felino posó orgulloso con la medalla de subcampeón, lo que causó los cuestionamientos y burlas de la prensa deportiva, recordando la final perdida en 2017 ante el Guadalajara, donde no salieron a recibir la medalla de segundo lugar. Por esa causa, recordemos que en la Liga MX, desde ese año, se dejaron de entregar medallas al equipo perdedor. Por esta causa, el pasado domingo, los jugadores del Santos Laguna no aparecieron en la premiación, anticipando un berrinche con olor a Tuca.

Un amigo entrenador y experto en psicología del deporte de nombre Chai, me mandó un mensaje que puede servir para explicar todo lo anterior: “Ojalá que un equipo aspirara a algo más que ser solo campeón, a trascender en la vida de las personas, a ser modelos para la sociedad, a transmitir valores, a imponer con valentía su modelo de juego. Entonces no necesitaría un trofeo en su vitrina puesto que ya sería campeón… si ambos equipos lo tienen, es como jugar un ´campeón de campeones´... Intentar las cosas y no lograr el propósito, intentar de nuevo y no lograr el propósito, intentar e intentar, estar tan cerca y no lograr el propósito. Insistir y después de todo, sí lograr el propósito… La metáfora. En la vida hay que ser como el Cruz Azul para titularse, persistentes y resilientes”.

Estas ideas llegan como anillo al dedo para lo que observaremos el domingo, donde nuestra clase política no aceptará las derrotas electorales y gritarán hasta el cansancio, que perdieron por culpa de un complot del árbitro electoral; y exigirán su expulsión definitiva. Por esta razón, de aquellos críticos del futbol que siguen pensando que este deporte es el nuevo opio de los pueblos; es por lo que el domingo en el Estadio Azteca, se observaron enseñanzas y dribles políticos del Cruz Azul. ¡Felicidades!

*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco