/ sábado 11 de julio de 2020

Entre el tapabocas y Ayotzinapa

Se pasó el trago amargo, menos peor de lo que esperábamos. Tipo pavorreal, el tlatoani, en concordancia con lo que hacemos los mexicanos cuando cruzamos la frontera, obedeció las reglas y se puso el cubrebocas. ¡Podía dar el ejemplo aquí, donde es indispensable!

Habría que felicitar a la cancillería por lo “planchado” de la visita. El señor Trump leyó su discurso –lo que nunca hace-, a fin de evitar uno de sus exabruptos. De momento, está calladito y agradecido por las melosidades de un AMLO, que se deshizo en elogios, aunque, en su soberbia, debió pensar que era lo menos que ameritaba.

Cuatro gatos llegaron a aplaudirle al Ejecutivo Federal, migrantes ajenos a la realidad de lo que vivimos. También hubo un mini grupo de contestatarios. Poco pintan los primeros, la realidad que viven nuestros connacionales, en particular en ciertos estados de la Unión, donde el racismo está a todo tren.

López Obrador declaró que “optamos por marchar juntos”. Los yanquis deben pensar, “juntos, pero no revueltos”. Su único interés es sacar raja del negocio. Su etiqueta de “patio trasero”, no cambia y sólo somos útiles para explotarnos y llenar urnas con el voto hispano.

Los demócratas, reaccionaron molestos y el presidente del partido recordó que, el hotentote de los pelos de elote nos había tachado de violadores y asesinos. Los republicanos replicaron con parte de las alabanzas de AMLO, innecesarias, escandalosas y vergonzantes.

De rodillas, frente al emperador, le agradeció la “ayuda” a México y, en ningún momento se refirió a las penurias de los indocumentados. El que no nos aplicara aranceles –contrarios al Tratado de libre Comercio, entonces vigente-; el que nos “ayudara” con el conflicto petrolero –por el que tendríamos que reducir esa producción que, en vista de la incompetencia de Oropeza, sigue por los suelos- y el que nos hubiera mandado 500 mugrosos ventiladores.

¿Y a cambio? La sumisión, el servilismo y un Temec para su beneficio, que resultará un obstáculo para nuestros exportadores. ¿Y qué hablaron a solas? Adivínelo, Vargas. A saber a qué se comprometió el tabasqueño y a saber qué le exigió el gringo. Tarde o temprano saldrá a la luz y entonces veremos los alcances de la infortunada visita.

Mientras aquí se encontraba el cuerpo de uno de los normalistas de Ayotzinapa, a unos metros del lugar donde se dijo que fueron quemados. Gertz Manero aprovechó para declarar muerta la “verdad histórica, como si el fondo de los homicidios se hubiera alterado.

A los estudiantes los masacró el narco, la policía y politiquillos de quinta. O, ¿hay indicios de que el cártel de Guerreros Unidos sea inocente y la policía municipal no los entregara?

Bien el que unos padres puedan sepultar los restos de su hijo. Mal el que se alardee de un gran éxito, cuando el escenario sigue siendo similar. Se percibe poco avance en la investigación, salvo un par de órdenes de aprehensión –aún incumplidas-.

Ni una palabra de la actividad del GIEI, el grupo internacional que vino, cobró la intemerata, enredó las pesquisas y no hizo ninguna aportación. De nuevo se les convocó, con la diferencia de que, ahora, están mudos, al amparo de una administración que los aplaude.

Si en verdad el nuevo expediente lleva a otras conclusiones, es hora de que nos den a conocer diferencias sustanciales. No basta con culpar al pasado de ineficiencia y corrupción, sin dar pruebas de lo contrario.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

Se pasó el trago amargo, menos peor de lo que esperábamos. Tipo pavorreal, el tlatoani, en concordancia con lo que hacemos los mexicanos cuando cruzamos la frontera, obedeció las reglas y se puso el cubrebocas. ¡Podía dar el ejemplo aquí, donde es indispensable!

Habría que felicitar a la cancillería por lo “planchado” de la visita. El señor Trump leyó su discurso –lo que nunca hace-, a fin de evitar uno de sus exabruptos. De momento, está calladito y agradecido por las melosidades de un AMLO, que se deshizo en elogios, aunque, en su soberbia, debió pensar que era lo menos que ameritaba.

Cuatro gatos llegaron a aplaudirle al Ejecutivo Federal, migrantes ajenos a la realidad de lo que vivimos. También hubo un mini grupo de contestatarios. Poco pintan los primeros, la realidad que viven nuestros connacionales, en particular en ciertos estados de la Unión, donde el racismo está a todo tren.

López Obrador declaró que “optamos por marchar juntos”. Los yanquis deben pensar, “juntos, pero no revueltos”. Su único interés es sacar raja del negocio. Su etiqueta de “patio trasero”, no cambia y sólo somos útiles para explotarnos y llenar urnas con el voto hispano.

Los demócratas, reaccionaron molestos y el presidente del partido recordó que, el hotentote de los pelos de elote nos había tachado de violadores y asesinos. Los republicanos replicaron con parte de las alabanzas de AMLO, innecesarias, escandalosas y vergonzantes.

De rodillas, frente al emperador, le agradeció la “ayuda” a México y, en ningún momento se refirió a las penurias de los indocumentados. El que no nos aplicara aranceles –contrarios al Tratado de libre Comercio, entonces vigente-; el que nos “ayudara” con el conflicto petrolero –por el que tendríamos que reducir esa producción que, en vista de la incompetencia de Oropeza, sigue por los suelos- y el que nos hubiera mandado 500 mugrosos ventiladores.

¿Y a cambio? La sumisión, el servilismo y un Temec para su beneficio, que resultará un obstáculo para nuestros exportadores. ¿Y qué hablaron a solas? Adivínelo, Vargas. A saber a qué se comprometió el tabasqueño y a saber qué le exigió el gringo. Tarde o temprano saldrá a la luz y entonces veremos los alcances de la infortunada visita.

Mientras aquí se encontraba el cuerpo de uno de los normalistas de Ayotzinapa, a unos metros del lugar donde se dijo que fueron quemados. Gertz Manero aprovechó para declarar muerta la “verdad histórica, como si el fondo de los homicidios se hubiera alterado.

A los estudiantes los masacró el narco, la policía y politiquillos de quinta. O, ¿hay indicios de que el cártel de Guerreros Unidos sea inocente y la policía municipal no los entregara?

Bien el que unos padres puedan sepultar los restos de su hijo. Mal el que se alardee de un gran éxito, cuando el escenario sigue siendo similar. Se percibe poco avance en la investigación, salvo un par de órdenes de aprehensión –aún incumplidas-.

Ni una palabra de la actividad del GIEI, el grupo internacional que vino, cobró la intemerata, enredó las pesquisas y no hizo ninguna aportación. De nuevo se les convocó, con la diferencia de que, ahora, están mudos, al amparo de una administración que los aplaude.

Si en verdad el nuevo expediente lleva a otras conclusiones, es hora de que nos den a conocer diferencias sustanciales. No basta con culpar al pasado de ineficiencia y corrupción, sin dar pruebas de lo contrario.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq