/ domingo 11 de noviembre de 2018

Entre piernas y telones

Risas de papel

Hugo Hernández

Junto a mí, un hombre de unos 65 años no deja de aplaudir, reír, gritar y participar de todos y cada uno de los momentos maravillosos a los que invita el actor que protagoniza Risas de papel. Su entusiasmo desbordado contrasta con la seriedad con la que un par de veinteañeros, al parecer sus hijos, asumen frente al espectáculo.

En las filas de adelante, familias enteras (padres e hijos de todas las edades, especialmente los niños pequeños, desde los que están en brazos hasta los de 7 u 8 años) se carcajean, responden a plenitud al montaje. No faltan los aborrecentes, perdón adolescentes, que muestran su disgusto por estar ahí arrastrados por algún adulto con intenciones didáctico-recreativas.

Todos, chicos y grandes (hasta los apáticos veinteañeros ya citados) entramos a la sala del teatro Orientación (atrás del Auditorio Nacional) y nos encontramos en el escenario a una chica iluminando sobre una mesa. Su dibujo se proyecta en una pantalla formada por 42 (las conté) simples cajas de cartón, que simulan una especie de pared al centro del foro.

Con la tercera llamada entra al escenario un clown y de inmediato atrapa la atención. No hay palabras, sólo mímica, ruidos guturales, una gestualidad fantástica, pero sobre todo una propuesta concreta, clara, honesta, que cautiva hasta ahora a muchos de los presentes.

Se trata de la compañía mexicano chilena Circonciente, que precisamente con Risas de papel obtuvo hace unos meses el premio Coup de Coeur (Flechazo al corazón), en el Festival Aviñón Off, al que fue seleccionada de entre 90 proyectos postulados con la temática de protección del medio ambiente y promoción de la ecología humanista.

Risas de papel es un espectáculo que integra el clown, teatro gestual e ilustración en vivo, exhibiendo contenido crítico, con sinceridad y humanidad. Cuenta la historia de Botón, un vagabundo que vive en un callejón rodeado de cajas de cartón y elementos que ha rescatado de la basura, desechos de otros que son tesoros para él. Sin palabras, junto a su compañera Chawana, una planta que recién germina, comparte con el público las absurdas problemáticas en el actual sistema de consumo, como la depredación de las áreas verdes frente a los proyectos inmobiliarios en las grandes ciudades y la importancia de las relaciones vivas.

Risas de papel es una creación colectiva de Circonciente, dirigida por Camila Aguirre Beltrán, quien encabeza el equipo creativo en el que destacan los trabajos de Eduardo Jiménez Cavieres, en el diseño de iluminación y escenografía; el diseño de vestuario es de Rocío Troc Moraga y la creación musical de Alejandro Preisser.

Una gran ovación para Jorge Reza Cisneros, por su maravilloso trabajo escénico, siempre pendiente del público, a las reacciones de todos, que poco a poco van entrando al redil. Los apáticos adolescentes terminan por ser seducidos y empiezan a soltar una risita aquí y una risita allá; los veinteañeros junto a mí terminan gritando y riendo a todo pulmón.

¡Qué maravilla que el teatro logre esto!

Risas de papel se presenta sábados y domingos, hasta el 16 de diciembre a las 12:30 horas en el Teatro Orientación. Los boletos tienen un costo de 80 pesos, y se pueden adquirir en la taquilla del recinto o a través de ticketmaster.

Risas de papel

Hugo Hernández

Junto a mí, un hombre de unos 65 años no deja de aplaudir, reír, gritar y participar de todos y cada uno de los momentos maravillosos a los que invita el actor que protagoniza Risas de papel. Su entusiasmo desbordado contrasta con la seriedad con la que un par de veinteañeros, al parecer sus hijos, asumen frente al espectáculo.

En las filas de adelante, familias enteras (padres e hijos de todas las edades, especialmente los niños pequeños, desde los que están en brazos hasta los de 7 u 8 años) se carcajean, responden a plenitud al montaje. No faltan los aborrecentes, perdón adolescentes, que muestran su disgusto por estar ahí arrastrados por algún adulto con intenciones didáctico-recreativas.

Todos, chicos y grandes (hasta los apáticos veinteañeros ya citados) entramos a la sala del teatro Orientación (atrás del Auditorio Nacional) y nos encontramos en el escenario a una chica iluminando sobre una mesa. Su dibujo se proyecta en una pantalla formada por 42 (las conté) simples cajas de cartón, que simulan una especie de pared al centro del foro.

Con la tercera llamada entra al escenario un clown y de inmediato atrapa la atención. No hay palabras, sólo mímica, ruidos guturales, una gestualidad fantástica, pero sobre todo una propuesta concreta, clara, honesta, que cautiva hasta ahora a muchos de los presentes.

Se trata de la compañía mexicano chilena Circonciente, que precisamente con Risas de papel obtuvo hace unos meses el premio Coup de Coeur (Flechazo al corazón), en el Festival Aviñón Off, al que fue seleccionada de entre 90 proyectos postulados con la temática de protección del medio ambiente y promoción de la ecología humanista.

Risas de papel es un espectáculo que integra el clown, teatro gestual e ilustración en vivo, exhibiendo contenido crítico, con sinceridad y humanidad. Cuenta la historia de Botón, un vagabundo que vive en un callejón rodeado de cajas de cartón y elementos que ha rescatado de la basura, desechos de otros que son tesoros para él. Sin palabras, junto a su compañera Chawana, una planta que recién germina, comparte con el público las absurdas problemáticas en el actual sistema de consumo, como la depredación de las áreas verdes frente a los proyectos inmobiliarios en las grandes ciudades y la importancia de las relaciones vivas.

Risas de papel es una creación colectiva de Circonciente, dirigida por Camila Aguirre Beltrán, quien encabeza el equipo creativo en el que destacan los trabajos de Eduardo Jiménez Cavieres, en el diseño de iluminación y escenografía; el diseño de vestuario es de Rocío Troc Moraga y la creación musical de Alejandro Preisser.

Una gran ovación para Jorge Reza Cisneros, por su maravilloso trabajo escénico, siempre pendiente del público, a las reacciones de todos, que poco a poco van entrando al redil. Los apáticos adolescentes terminan por ser seducidos y empiezan a soltar una risita aquí y una risita allá; los veinteañeros junto a mí terminan gritando y riendo a todo pulmón.

¡Qué maravilla que el teatro logre esto!

Risas de papel se presenta sábados y domingos, hasta el 16 de diciembre a las 12:30 horas en el Teatro Orientación. Los boletos tienen un costo de 80 pesos, y se pueden adquirir en la taquilla del recinto o a través de ticketmaster.

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