Hace 10 años conocí Nueva York, más concretamente Broadway, a donde fui junto con Lourdes de la Guardia, entonces encargada de la mercadotecnia de la División Teatro de Ocesa.
Nuestra misión -como se dice en las películas- era adentrarnos en el mundo de Wicked, musical con el que se inauguraría el 17 de octubre de 2013 el flamante teatro Telcel, que se anunciaba como el mejor y más moderno de América Latina.
Cumplimos la misión a cabalidad, pues pudimos ver el montaje en dos ocasiones, y pudimos conocer las entrañas del teatro en varias visitas guiadas, a fin de empaparnos del tema para fortalecer la promoción (mercadológica y periodística) del musical.
Recuerdo eso ahora porque el miércoles pasado se celebró en grande el X aniversario de ese recinto, que sin duda se ha colocado como el escenario magno para los musicales de gran formato que se presentan en nuestro país.
Elphaba y Glinda (interpretadas por Danna Paola y Ana Cecilia Anzaldúa la primera; y Cecilia de la Cueva y Majo Pérez, la segunda) triunfaron en grande durante más de 400 funciones de aquella temporada inaugural, que cedió su espacio a El rey león, que con Carlos Rivera al frente se echó al público a la bolsa, como lo prueban sus casi mil representaciones y el más de un millón de espectadores que la ovacionaron.
Cómo no recordar ese impactante desfile de animales con el que abría El rey león; o las voces maravillosas de Daniel Diges, Nando Pradoh, o la vis cómica de Michelle Rodríguez y Sergio Carranza, todos ellos de Los miserables, que por segunda ocasión conmovió a los mexicanos, sorprendidos ahora con un montaje renovado que lucía cada segundo en el flamante recinto de Polanco.
Y así como el público pidió Los miserables, también pidió disfrutar una vez más de Chicago, el musical que lanzó a Bianca Marroquín al estrellato internacional.
En su versión 2020 las ambiciosas Velma Kelly y Roxiee Hart cayeron en los talentos de Bibi Gaytán y María León, quien dieron muestra del dominio del sofisticado estilo Fosse, para adueñarse del escenario del teatro Telcel, hasta que el 16 de marzo de aquel fatídico año, hubo que parar todo obligados por la pandemia de la Covid.
Fueron sólo 100 funciones, pero cada una inolvidable, y como dijo alguien el pasado miércoles: Ver a Bibi cantar Todo el jazz fue el cierre perfecto para aquella temporada trunca.
Y luego de casi dos años de cierre obligatorio, en noviembre de 2021 se volvió a levantar el telón en este espacio, con un montaje lleno de magia, de luz, de color, de fiesta que no podía ser el más adecuado: Aladdin.
Rodney Ingram, otro mexicano que ha conquistado Broadway, dio vida al ladronzuelo salido de Las mil y una noches, y que Disney convirtió en magia pura, como la que permitía ver volar en cada función a una maravillosa alfombra mágica.
Ahora la fantasía sigue con Anastasia, un musical para el cual la palabra perfecta se queda corta: ¡qué montajes, qué actores, qué voces, qué bailarines, qué, qué, qué… gran producción.
Cientos de personas -encabezadas por Federico González Compeán, Julieta González y Morris Gilbert- han logrado que cada escena, cada canción, cada coreografía, cada movimiento técnico, cada vestuario, cada peluca, atrape al espectador y lo lleve a recorrer mundos fantásticos. Lo mismo una ciudad de esmeralda, que una sabana africana, un suburbio parisino, los bajos mundos de la ciudad de los vientos, un desierto en la mítica Persia, o la revolucionaria Rusia zarista.
Todo, todo ha sido posible en ese escenario que hoy celebra X años de tener lo mejor de lo mejor del teatro mundial, en nuestra ciudad. Felicidades y abrazos a todos.