/ domingo 23 de julio de 2023

Entre piernas y telones | Drinky fest

Durante siglos el teatro se representaba como parte de otras celebraciones, en las que generalmente comida y bebida tenían un papel central. Podríamos decir que la puesta en escena era una especie de botana, entremés, complemento de la convivencia social.

Fue en algún momento entre finales del siglo XVIII y principios del XIX en el que las puestas en escena se independizaron y comenzaron a realizarse ya como un hecho aparte. Desde entonces es poco frecuente ver que alguien come o bebe dentro de una sala teatral, eso se deja para el cine, donde el ruido que esto pueda generar no molesta a los actores.

Sin embargo, en estos tiempos en que el espectador espera, exige, ya no sólo ser testigo de un hecho artístico, sino vivirlo, ser parte de la experiencia, la combinación de teatro y otras actividades, vuelve a ser una opción.

Y qué mejor prueba de ello que el Drinky Fest, que se realiza ahora en la ciudad de México, y que reúne variados espectáculos de cabaret, drag, musicales, entre otros estilos y géneros, que ofrecen funciones en estos bares, restaurantes y cafeterías de la capital: Pizza del Perro Negro, Centenario 107, Xolo Foro Bar, La Gaya Café & Foro, Cocoliche Resto-Bar, Carlota Café y Calacas Terraza.

Este festival metateatral arrancó en días pasados y se prolongará hasta el jueves 3 de agosto, y de acuerdo con Edgar Uscanga, creador y director de este concepto, “se trata de una experiencia única para el público, al tiempo que permitirá a compañías teatrales y artistas mostrar su trabajo a nuevas audiencias, fuera de la formalidad de un teatro convencional, en un ambiente relajado e íntimo”.

El festival surge de la inquietud por encontrar nuevas prácticas teatrales al margen de los espacios convencionales del teatro, por ello es que Edgar, en complicidad con Esperanza Penagos y Jorge Escalante, decidió lanzar una convocatoria para que restaurantes, cafeterías y bares se postularan como sede del festival, y por otro lado, para que compañías de artes escénicas inscribieran un espectáculo de estilo, género y temática libres.

De este proceso salieron seleccionadas siete sedes y 16 espectáculos escénicos que permiten al público disfrutar de una celebración que combina teatro, comida y bebida –según los creadores-- “semejante a las fiestas dionisíacas que dieron origen al arte teatral”.

Los espectáculos que forman parte del Drinky fest, son: Transitare, Yo no soy Masina, El circo de las bestias indomables, Lucrecia en: Él regresó, La vida se mide en tazas de café, Negro corazón a la olla o la degustación de los recuerdos en un funeral.

También, Doble moral, Me sale bien estar triste, La impro del Ragnarok, Entre la muerte y lo etéreo, Lady Dragbeth, Dos reinas, Beautiful Strangers, K-Michi-Bye, historias de barrio, Afrodita: el orgasmo ya está aquí, y La flor de la abundancia, este último creado exprofeso para el festival.

Las funciones son miércoles a domingo, y los boletos para cualquiera de los espectáculos cuestan desde 200 pesos a través de la página del festival: www.drinkyfest.com, o directamente en la sede el día de la función a 250 pesos.


Durante siglos el teatro se representaba como parte de otras celebraciones, en las que generalmente comida y bebida tenían un papel central. Podríamos decir que la puesta en escena era una especie de botana, entremés, complemento de la convivencia social.

Fue en algún momento entre finales del siglo XVIII y principios del XIX en el que las puestas en escena se independizaron y comenzaron a realizarse ya como un hecho aparte. Desde entonces es poco frecuente ver que alguien come o bebe dentro de una sala teatral, eso se deja para el cine, donde el ruido que esto pueda generar no molesta a los actores.

Sin embargo, en estos tiempos en que el espectador espera, exige, ya no sólo ser testigo de un hecho artístico, sino vivirlo, ser parte de la experiencia, la combinación de teatro y otras actividades, vuelve a ser una opción.

Y qué mejor prueba de ello que el Drinky Fest, que se realiza ahora en la ciudad de México, y que reúne variados espectáculos de cabaret, drag, musicales, entre otros estilos y géneros, que ofrecen funciones en estos bares, restaurantes y cafeterías de la capital: Pizza del Perro Negro, Centenario 107, Xolo Foro Bar, La Gaya Café & Foro, Cocoliche Resto-Bar, Carlota Café y Calacas Terraza.

Este festival metateatral arrancó en días pasados y se prolongará hasta el jueves 3 de agosto, y de acuerdo con Edgar Uscanga, creador y director de este concepto, “se trata de una experiencia única para el público, al tiempo que permitirá a compañías teatrales y artistas mostrar su trabajo a nuevas audiencias, fuera de la formalidad de un teatro convencional, en un ambiente relajado e íntimo”.

El festival surge de la inquietud por encontrar nuevas prácticas teatrales al margen de los espacios convencionales del teatro, por ello es que Edgar, en complicidad con Esperanza Penagos y Jorge Escalante, decidió lanzar una convocatoria para que restaurantes, cafeterías y bares se postularan como sede del festival, y por otro lado, para que compañías de artes escénicas inscribieran un espectáculo de estilo, género y temática libres.

De este proceso salieron seleccionadas siete sedes y 16 espectáculos escénicos que permiten al público disfrutar de una celebración que combina teatro, comida y bebida –según los creadores-- “semejante a las fiestas dionisíacas que dieron origen al arte teatral”.

Los espectáculos que forman parte del Drinky fest, son: Transitare, Yo no soy Masina, El circo de las bestias indomables, Lucrecia en: Él regresó, La vida se mide en tazas de café, Negro corazón a la olla o la degustación de los recuerdos en un funeral.

También, Doble moral, Me sale bien estar triste, La impro del Ragnarok, Entre la muerte y lo etéreo, Lady Dragbeth, Dos reinas, Beautiful Strangers, K-Michi-Bye, historias de barrio, Afrodita: el orgasmo ya está aquí, y La flor de la abundancia, este último creado exprofeso para el festival.

Las funciones son miércoles a domingo, y los boletos para cualquiera de los espectáculos cuestan desde 200 pesos a través de la página del festival: www.drinkyfest.com, o directamente en la sede el día de la función a 250 pesos.