“Las Meninas -se explica en el programa de mano- son tres damas aristocráticas que vivieron en la ciudad de México hace 300 años. Fueron acusadas por la Inquisición de tres crímenes terribles y para escapar fueron mágicamente congeladas en un retrato desde donde vieron la historia pasar.
“Hoy el hechizo se ha roto y cada jueves Las Meninas dedican sus veladas a departir con sus modernos plebeyos mientras recorren la Historia de México con música y comedia”.
Esta descripción se queda corta frente al fenómeno escénico en que se han convertido Las Meninas, que desde hace más de una década triunfan contundentemente en breves temporadas, que sus creadores llaman Series históricas, y que desde hace un par de años han hecho del teatro Milán su casa.
Por si alguien aún no las conoce o no las ha visto, contaré que Las Meninas es una idea del doctor en Historia Luis Huitrón, quien encontró en el teatro su forma didáctica de acercar esta materia, habitualmente árida o aburrida, al gran público.
Luis encontró el cómplice perfecto: Hugo Serrano, quien se ha encargado de la dramaturgia, y se han venido sumando otros ingeniosos autores, como en esta ocasión lo son Diego Valadez y Joserra Zúñiga.
En cada temporada Las Meninas abordan un capítulo de la historia nacional, y ahora lo hacen sobre la Revolución mexicana: mártires, místicos y malteadas, en una propuesta que es una gozadera de principio a fin.
Como siempre, todos los datos, nombres, fechas, situaciones, lugares, hechos, están totalmente documentados, y son resultado de una exhaustiva investigación previa, que luego se mete a una batidora turbo, que la mezcla con música (habitualmente de famosas comedias musicales), con chistes, recursos “audiovisuales” y otros elementos que mantienen cautivos a los plebeyos (espectadores) que abarrotan cada función.
El amigo periodista Víctor Hugo Sánchez, antes reacio al teatro, se ha vuelto adicto a estas Meninas, y no se pierde uno sólo de sus espectáculos. Y lo menciono a él (sin su permiso, por cierto), porque es un botón de muestra de lo que le sucede al público: quien las ve una vez, vuelve y vuelve y vuelve, pues si bien siempre es en general la misma fórmula, cada montaje está lleno de hallazgos, ocurrencias y sobre todo información en la que quiere una profundizar y salir a buscar los libros en lo que se encuentra.
Las Meninas se han convertido en una especie de sistema alternativo de enseñanza histórica; son una clase magistral en la que uno aprende y se divierte, ambas cosas en grado superlativo.
Y una ganancia más: el vestuario. Tradicionalmente se limitaba a diseños de la época colonial; pero se han aventurado y, por ejemplo, en este espectáculo sobre la Revolución mexicana usan diseños de alta costura creados por Marina Orozco y que son un paseo por la moda entre 1910 y 1929.
Todo esto es el marco perfecto para que brillen Luis Huitrón (Bárbara), Christian Escorcia (la tía Cecilia) y Gina GranB (Alma María), acompañadas por Norma López, Marvin Ortega, Diego Llamazares, César Baqueiro, Natalia Quiroz y Carlos Rodea.
Si aún no las ha visto, anímese; si ya las vio es tiempo de regresar. Esta temporada de Las Meninas es todos los jueves en el hermoso teatro Milán, hasta el 12 de octubre.