/ domingo 20 de enero de 2019

Entre Piernas y Telones | Mirar hacia adelante

Por: Hugo Hernández

Morris Gilbert, quien es sin duda una de las figuras capitales del teatro en México, tiene una muy singular manera de contar el paso del tiempo, que seguramente es una de las claves de su éxito.

Toda la gente contamos los años hacia el pasado, Morris los cuenta hacia el futuro.

Cuando una de sus muy longevas obras cumple un año en cartelera, él no dice que celebró un año, sino que está iniciando el segundo… y así siempre hacia adelante. Por ejemplo, la exitosísima Mentiras tendrá una megafunción especial el 6 de febrero al llegar a 10 años de temporada continua. Morris dice que el festejo es por el inicio del año 11 en cartelera.

Cuento eso porque el viernes pasado al anunciar a la prensa el arranque de la temporada de Confesiones de mujeres de 30 (uno de sus montajes insignia y con el que comenzó su más que fructífera relación con OCESA), Morris, como familiarmente le llaman todos los reporteros que lo sienten muy cercano, habló sólo del futuro, y pidió el apoyo de todos (medios y público) para impulsar el teatro.

Y que mejor muestra de su apuesta hacia adelante, que este estreno en un entorno nada fácil ni seguro, y el anuncio de que ya prepara también una nueva versión de Toc Toc (otro de sus exitazos), que llegará a la cartelera a finales de febrero.

Eso es tener confianza en el mañana. Fue en enero de 1975 cuando Morris debutó como productor. Fue con la obra Los hijos de Kennedy, en la que -nomás mire usted- el elenco lo integraban Susana Alexander, Julieta Egurrola, Norma Lazareno, Héctor Bonilla y el mismo Gilbert, todos dirigidos por José Luis Ibáñez. Puras brillantes carreras.

Durante algunos años, Morris se mantuvo a caballo entre ambas actividades: actuar y producir. Finalmente optó por la segunda con los extraordinarios resultados hoy más que conocidos y elogiados.

Innumerables son sus puestas en escena exitosísimas: Los monólogos de la vagina (por cierto de nuevo en cartelera), Defendiendo al cavernícola, Las viejas vienen marchando, Adorables enemigas, y un innumerable etcétera.

Loable, también, su apuesta por propuestas innovadoras, disruptivas como Soplando velas en el infierno, La rubia, la trigueña y la pelirroja vengadora, Cheka tu mail; o por joyas de la dramaturgia contemporánea como Agosto, Duda, Después de casa de muñecas…

Y qué decir de su importante papel en la consolidación de OCESA como productora de los grandes musicales como Los miserables, El rey león, Mary Poppins, José el soñador…

O su apuesta, junto a Federico González Compeán, por montajes como Mentiras o Si nos dejan! que incluso han conquistado a públicos de otros países.

Morris, mencionó el viernes a los reporteros que estaba arrancando su año 44 como productor. ¡Enhorabuena!, le deseamos que éste sea, al menos, tan exitoso, brillante, emocionante, y fructífero como los 43 pasados. Quienes amamos el teatro, saldremos ganando.

Por: Hugo Hernández

Morris Gilbert, quien es sin duda una de las figuras capitales del teatro en México, tiene una muy singular manera de contar el paso del tiempo, que seguramente es una de las claves de su éxito.

Toda la gente contamos los años hacia el pasado, Morris los cuenta hacia el futuro.

Cuando una de sus muy longevas obras cumple un año en cartelera, él no dice que celebró un año, sino que está iniciando el segundo… y así siempre hacia adelante. Por ejemplo, la exitosísima Mentiras tendrá una megafunción especial el 6 de febrero al llegar a 10 años de temporada continua. Morris dice que el festejo es por el inicio del año 11 en cartelera.

Cuento eso porque el viernes pasado al anunciar a la prensa el arranque de la temporada de Confesiones de mujeres de 30 (uno de sus montajes insignia y con el que comenzó su más que fructífera relación con OCESA), Morris, como familiarmente le llaman todos los reporteros que lo sienten muy cercano, habló sólo del futuro, y pidió el apoyo de todos (medios y público) para impulsar el teatro.

Y que mejor muestra de su apuesta hacia adelante, que este estreno en un entorno nada fácil ni seguro, y el anuncio de que ya prepara también una nueva versión de Toc Toc (otro de sus exitazos), que llegará a la cartelera a finales de febrero.

Eso es tener confianza en el mañana. Fue en enero de 1975 cuando Morris debutó como productor. Fue con la obra Los hijos de Kennedy, en la que -nomás mire usted- el elenco lo integraban Susana Alexander, Julieta Egurrola, Norma Lazareno, Héctor Bonilla y el mismo Gilbert, todos dirigidos por José Luis Ibáñez. Puras brillantes carreras.

Durante algunos años, Morris se mantuvo a caballo entre ambas actividades: actuar y producir. Finalmente optó por la segunda con los extraordinarios resultados hoy más que conocidos y elogiados.

Innumerables son sus puestas en escena exitosísimas: Los monólogos de la vagina (por cierto de nuevo en cartelera), Defendiendo al cavernícola, Las viejas vienen marchando, Adorables enemigas, y un innumerable etcétera.

Loable, también, su apuesta por propuestas innovadoras, disruptivas como Soplando velas en el infierno, La rubia, la trigueña y la pelirroja vengadora, Cheka tu mail; o por joyas de la dramaturgia contemporánea como Agosto, Duda, Después de casa de muñecas…

Y qué decir de su importante papel en la consolidación de OCESA como productora de los grandes musicales como Los miserables, El rey león, Mary Poppins, José el soñador…

O su apuesta, junto a Federico González Compeán, por montajes como Mentiras o Si nos dejan! que incluso han conquistado a públicos de otros países.

Morris, mencionó el viernes a los reporteros que estaba arrancando su año 44 como productor. ¡Enhorabuena!, le deseamos que éste sea, al menos, tan exitoso, brillante, emocionante, y fructífero como los 43 pasados. Quienes amamos el teatro, saldremos ganando.