/ domingo 21 de octubre de 2018

Entre piernas y telones | Teatro en el cervantino

Por: Hugo Hernández

A Maggie y Mila, bienvenidas a México.

Cuando arrancó el festival internacional Cervantino yo tenía 10 años de edad. Hoy, 40 años después, acudo por vez primera a ser parte de esta fiesta y al final de mi primer día en Guanajuato ya me arrepentí 467 veces de no haber venido antes, de no venir siempre, cada año a disfrutar de este evento en el que el arte se respira, se vive, se siente en cada rincón, en cada persona, en cada calle de esta hermosísima ciudad.

Imposible sería tratar de abarcar aquí la totalidad de las presentaciones de teatro, danza, música, amén de exposiciones y actividades académicas y cinematográficas. Baste mencionar que a lo largo de casi tres semanas, que concluirán el próximo domingo 28 de octubre, suben a escena más de cien grupos de 30 naciones diferentes con un cuidado, precisión y calidad que impresionan.

Comentaré sólo de lo concerniente a la actividad teatral que me ha tocado presenciar y de la que aún puede verse antes de la clausura, confiando en que alguno de los lectores de este espacio se anime y se lance a Guanajuato a vivir esta maravillosa experiencia.

Empecé mi aventura cervantina con el grupo esloveno Mladinsko que presentó la obra ¡Maldito sea el traidor a la patria! (por cierto último verso del himno nacional de la desaparecida Yugoslavia), y que es una alucinante aproximación al infierno que se vivió en aquella región a lo largo de la década de los 90 y que aún hoy tiene secuelas gravísimas.

La experiencia arranca con una charla introductoria que ofrece la dramaturga y crítica teatral Estela Leñero en el vestíbulo del teatro Principal, y que permite al público conocer el contexto que generó esta puesta en escena, que es impactante, maravillosa, aterradora y fascinante, para fortuna del público sucede con subtitulaje simultáneo.

Cada experiencia es única: Por ejemplo la shakespereana Como gustéis con el Teatro estatal de drama Marjanishvili, de Georgia; el grupo Scene Mess de Bosnia Herzegovina, con la puesta en escena ¿Qué es Europa?; o los japoneses del grupo P, con la obra Un día tranquilo.

India y Aguascalientes, como país y estado invitados, ofrecen diversos montajes: el Laboratorio Adishakti para la Investigación Teatral presentó Ganapati, mientras que Meher The Troupe ofreció el espectáculo de marionetas La vida tan larga como un sueño.

En tanto, Aguascalientes presentó El último baile de Briggitte con la compañía Zero en conducta, y cerrará su participación teatral con La tía Mariela, dirigida por Francisco Franco y con las actuaciones de Regina Orozco, Monserrat Marañón y Conchi León, autora también del texto. Este montaje se presentará martes 23 y miércoles 24 en el teatro principal.

Lástima que no vine antes, pero pretendo venir cada año, a partir del próximo. Dios quiera que sí.

Por: Hugo Hernández

A Maggie y Mila, bienvenidas a México.

Cuando arrancó el festival internacional Cervantino yo tenía 10 años de edad. Hoy, 40 años después, acudo por vez primera a ser parte de esta fiesta y al final de mi primer día en Guanajuato ya me arrepentí 467 veces de no haber venido antes, de no venir siempre, cada año a disfrutar de este evento en el que el arte se respira, se vive, se siente en cada rincón, en cada persona, en cada calle de esta hermosísima ciudad.

Imposible sería tratar de abarcar aquí la totalidad de las presentaciones de teatro, danza, música, amén de exposiciones y actividades académicas y cinematográficas. Baste mencionar que a lo largo de casi tres semanas, que concluirán el próximo domingo 28 de octubre, suben a escena más de cien grupos de 30 naciones diferentes con un cuidado, precisión y calidad que impresionan.

Comentaré sólo de lo concerniente a la actividad teatral que me ha tocado presenciar y de la que aún puede verse antes de la clausura, confiando en que alguno de los lectores de este espacio se anime y se lance a Guanajuato a vivir esta maravillosa experiencia.

Empecé mi aventura cervantina con el grupo esloveno Mladinsko que presentó la obra ¡Maldito sea el traidor a la patria! (por cierto último verso del himno nacional de la desaparecida Yugoslavia), y que es una alucinante aproximación al infierno que se vivió en aquella región a lo largo de la década de los 90 y que aún hoy tiene secuelas gravísimas.

La experiencia arranca con una charla introductoria que ofrece la dramaturga y crítica teatral Estela Leñero en el vestíbulo del teatro Principal, y que permite al público conocer el contexto que generó esta puesta en escena, que es impactante, maravillosa, aterradora y fascinante, para fortuna del público sucede con subtitulaje simultáneo.

Cada experiencia es única: Por ejemplo la shakespereana Como gustéis con el Teatro estatal de drama Marjanishvili, de Georgia; el grupo Scene Mess de Bosnia Herzegovina, con la puesta en escena ¿Qué es Europa?; o los japoneses del grupo P, con la obra Un día tranquilo.

India y Aguascalientes, como país y estado invitados, ofrecen diversos montajes: el Laboratorio Adishakti para la Investigación Teatral presentó Ganapati, mientras que Meher The Troupe ofreció el espectáculo de marionetas La vida tan larga como un sueño.

En tanto, Aguascalientes presentó El último baile de Briggitte con la compañía Zero en conducta, y cerrará su participación teatral con La tía Mariela, dirigida por Francisco Franco y con las actuaciones de Regina Orozco, Monserrat Marañón y Conchi León, autora también del texto. Este montaje se presentará martes 23 y miércoles 24 en el teatro principal.

Lástima que no vine antes, pero pretendo venir cada año, a partir del próximo. Dios quiera que sí.