/ domingo 7 de agosto de 2022

Entre piernas y telones | Torch song

Hace 40 años, en 1982, se estrenó Torch song. Aquel hoy casi mítico montaje recibió el Tony a la mejor obra del año, entre muchos otros premios y significó el principio de la consagración de su autor, y entonces protagonista, Harvey Fierstein, quien es hoy una verdadera leyenda en Broadway.

En aquella primera puesta en escena, por cierto, participó en el personaje de David (el hijo adoptivo del protagonista) la hoy estrella del cine y teatro Matthew Broderick, y seis años después, en la versión cinematográfica de la historia, el mismo Matthew se convirtió en Allan, la joven pareja del estelar.

Torch song cuenta la vida de Arnold, un hombre gay que trabaja como drag queen, y que lucha porque se le respete su forma de vida.

Madre, hijo adoptivo, pareja, un exnovio, son las personas con las que Arnold convive y ante quienes debe defender sus creencias, sus aspiraciones, sus anhelos.

La acción sucede a finales de los años 70, en Nueva York, pero al ver las vivencias a las que se enfrenta el protagonista queda claro que se trata de una situación que bien puede ocurrir en la actualidad en cualquier punto del planeta.

En México la obra se presentó por primera vez en 1986, protagonizada por Tito Vasconcelos, en una puesta en escena muy larga, casi cuatro horas, pues reunía en un solo montaje toda la trilogía. La versión que ahora llega nuevamente a nuestro país es la que reescribió Fierstein en 2017, condensada y mucho más ágil que el original. Lo cual obviamente se agradece.

Además, esa agilidad se debe a varios factores: antes que otra cosa a la muy atinada dirección del joven Alejandro Villalobos, quien tiene aquí un muy brillante debut; después a una escenografía verdaderamente práctica, también de Villalobos, quien muestra así sus antecedentes como director de arte en los ámbitos publicitarios.

A ello hay que añadir, por supuesto, las actuaciones, ligeras, fluidas, sin impostaciones, entre las que destaca el trabajo de un joven actor que en las últimas dos décadas ha construido una imagen sólida, convincente, firme… un verdadero hombre de teatro.

Se trata de Rogelio Suárez, quien hace cerca de 16 años, en mayo de 2006 para ser exactos, saltó a la fama en el musical Hoy no me puedo levantar. Todo mundo aplaudía su enorme vis cómica, su simpatía natural, y por supuesto el nombre de su personaje: el Chakas, que tuvo tanta aceptación que lo volvió a interpretar en múltiples ocasiones.

A lo largo de estos más de tres lustros, Rogelio ha demostrado que a su gracia y encanto naturales les ha sumado preparación, esfuerzo, dedicación, y por supuesto talento, lo que le ha permitido abordar y bordar diversos personajes.

Prueba contundente de ello es su trabajo actual en Torch song, en la que Rogelio da un salto cuántico, abismal, enorme, en su carrera actoral.

Completan el elenco actual de Torch song Manuel Balbi, José Peralta, Ginette Zavala, Andrés Absalón, y Frida Olvera, quien dará vida al personaje de la madre en la recta final de esta temporada.

Felicidades a toda la compañía de Torch song, una obra que sigue tan vigente como hace cuatro décadas cuando se estrenó; y especialmente ovación de pie para Rogelio Suárez, qué gusto haber sido testigo del enorme avance artístico que ha venido consolidando.

Torch song se presenta en dos últimas funciones en el teatro Milán.


Hace 40 años, en 1982, se estrenó Torch song. Aquel hoy casi mítico montaje recibió el Tony a la mejor obra del año, entre muchos otros premios y significó el principio de la consagración de su autor, y entonces protagonista, Harvey Fierstein, quien es hoy una verdadera leyenda en Broadway.

En aquella primera puesta en escena, por cierto, participó en el personaje de David (el hijo adoptivo del protagonista) la hoy estrella del cine y teatro Matthew Broderick, y seis años después, en la versión cinematográfica de la historia, el mismo Matthew se convirtió en Allan, la joven pareja del estelar.

Torch song cuenta la vida de Arnold, un hombre gay que trabaja como drag queen, y que lucha porque se le respete su forma de vida.

Madre, hijo adoptivo, pareja, un exnovio, son las personas con las que Arnold convive y ante quienes debe defender sus creencias, sus aspiraciones, sus anhelos.

La acción sucede a finales de los años 70, en Nueva York, pero al ver las vivencias a las que se enfrenta el protagonista queda claro que se trata de una situación que bien puede ocurrir en la actualidad en cualquier punto del planeta.

En México la obra se presentó por primera vez en 1986, protagonizada por Tito Vasconcelos, en una puesta en escena muy larga, casi cuatro horas, pues reunía en un solo montaje toda la trilogía. La versión que ahora llega nuevamente a nuestro país es la que reescribió Fierstein en 2017, condensada y mucho más ágil que el original. Lo cual obviamente se agradece.

Además, esa agilidad se debe a varios factores: antes que otra cosa a la muy atinada dirección del joven Alejandro Villalobos, quien tiene aquí un muy brillante debut; después a una escenografía verdaderamente práctica, también de Villalobos, quien muestra así sus antecedentes como director de arte en los ámbitos publicitarios.

A ello hay que añadir, por supuesto, las actuaciones, ligeras, fluidas, sin impostaciones, entre las que destaca el trabajo de un joven actor que en las últimas dos décadas ha construido una imagen sólida, convincente, firme… un verdadero hombre de teatro.

Se trata de Rogelio Suárez, quien hace cerca de 16 años, en mayo de 2006 para ser exactos, saltó a la fama en el musical Hoy no me puedo levantar. Todo mundo aplaudía su enorme vis cómica, su simpatía natural, y por supuesto el nombre de su personaje: el Chakas, que tuvo tanta aceptación que lo volvió a interpretar en múltiples ocasiones.

A lo largo de estos más de tres lustros, Rogelio ha demostrado que a su gracia y encanto naturales les ha sumado preparación, esfuerzo, dedicación, y por supuesto talento, lo que le ha permitido abordar y bordar diversos personajes.

Prueba contundente de ello es su trabajo actual en Torch song, en la que Rogelio da un salto cuántico, abismal, enorme, en su carrera actoral.

Completan el elenco actual de Torch song Manuel Balbi, José Peralta, Ginette Zavala, Andrés Absalón, y Frida Olvera, quien dará vida al personaje de la madre en la recta final de esta temporada.

Felicidades a toda la compañía de Torch song, una obra que sigue tan vigente como hace cuatro décadas cuando se estrenó; y especialmente ovación de pie para Rogelio Suárez, qué gusto haber sido testigo del enorme avance artístico que ha venido consolidando.

Torch song se presenta en dos últimas funciones en el teatro Milán.