/ lunes 6 de abril de 2020

Es con solidaridad

Hemos entrado a la fase en que los números de contagios y de fallecidos a causa del COVID 19 crecen a diario. Igual que otros países estamos viviendo la peligrosa escalada de la epidemia, a la par de que las medidas que debemos tomar para reducir los riesgos tendrán costos económicos y sociales mayores.

La experiencia internacional nos deja claro que hay dos caminos para enfrentar la crisis sanitaria: uno es con medidas sociales extremas obligatorias, como lo hicieron principalmente en los países que no tienen regímenes democráticos y otra es con sociedades conscientes y solidarias que entiendan el peso de sus acciones y la necesidad de enfrentar como comunidad esta amenaza.

Escribo esta columna el viernes 3 de mayo y en cifras oficiales hay 1,510 casos confirmados y 50 defunciones. Las cifras suben a diario, pero no podemos caer en la trampa de la frialdad estadística. Cada una de esas 50 defunciones es una persona que deja una familia y cada uno de esos 1,510 casos es una persona que va a luchar, con las herramientas a su alcance, entre la vida y a muerte en los días siguientes. Si algún lector de esta columna conoce a alguno de los casos mencionados es la oportunidad de ser empáticos y solidarios, de estar al pendiente como familiares, amigos, vecinos o simplemente conocidos.

Pero no son sólo los casos confirmados o los decesos lo que requieren de nuestra solidaridad. La realidad económica va a afectar a la mayoría de los ciudadanos y necesitamos estar al pendiente todos de todos. Muchas mexicanas y mexicanos viven al día y si no pueden trabajar y producir tendrán problemas de subsistencia de forma inmediata. Desde los empleados de todos los niveles y hasta las micro, pequeñas y medianas empresas van a tener problemas para subsistir. Un restaurante en promedio, según datos internacionales[1], puede existir sólo 16 días sin generar ingresos, las empresas que se dedican a prestar servicios personales como lavanderías y estéticas, 21 días y los despachos de abogados y servicios tecnológicos entre 30 y 40 días. Salir de la crisis en salud va a requerir de toda la voluntad y todo el sentido de comunidad que tengamos, pero salir de la crisis económica va a requerir de toda la solidaridad posible.

Para terminar, quisiera hacer especial mención de todos los que se dedican al sector salud. Desde los médicos y las enfermeras, y hasta la última recepcionista o empleado de limpieza en hospitales, se están jugando la vida por todos nosotros. Es necesario ser solidarios con ellos en todo; no se puede repetir un caso como el de Monclova, Coahuila, en donde por falta del equipo necesario se contagiaron muchos doctores y enfermeras.

Vamos a salir adelante como país, pero lo haremos a la par de que entendamos que la única manera es con solidaridad. En necesario reconocer que somos responsables por los otros y que en la misma medida que reconozcamos y aceptemos dicha responsabilidad iremos cambiando la crisis, por una nueva y mejor comunidad nacional.


Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN

@JCRomeroHicks

Hemos entrado a la fase en que los números de contagios y de fallecidos a causa del COVID 19 crecen a diario. Igual que otros países estamos viviendo la peligrosa escalada de la epidemia, a la par de que las medidas que debemos tomar para reducir los riesgos tendrán costos económicos y sociales mayores.

La experiencia internacional nos deja claro que hay dos caminos para enfrentar la crisis sanitaria: uno es con medidas sociales extremas obligatorias, como lo hicieron principalmente en los países que no tienen regímenes democráticos y otra es con sociedades conscientes y solidarias que entiendan el peso de sus acciones y la necesidad de enfrentar como comunidad esta amenaza.

Escribo esta columna el viernes 3 de mayo y en cifras oficiales hay 1,510 casos confirmados y 50 defunciones. Las cifras suben a diario, pero no podemos caer en la trampa de la frialdad estadística. Cada una de esas 50 defunciones es una persona que deja una familia y cada uno de esos 1,510 casos es una persona que va a luchar, con las herramientas a su alcance, entre la vida y a muerte en los días siguientes. Si algún lector de esta columna conoce a alguno de los casos mencionados es la oportunidad de ser empáticos y solidarios, de estar al pendiente como familiares, amigos, vecinos o simplemente conocidos.

Pero no son sólo los casos confirmados o los decesos lo que requieren de nuestra solidaridad. La realidad económica va a afectar a la mayoría de los ciudadanos y necesitamos estar al pendiente todos de todos. Muchas mexicanas y mexicanos viven al día y si no pueden trabajar y producir tendrán problemas de subsistencia de forma inmediata. Desde los empleados de todos los niveles y hasta las micro, pequeñas y medianas empresas van a tener problemas para subsistir. Un restaurante en promedio, según datos internacionales[1], puede existir sólo 16 días sin generar ingresos, las empresas que se dedican a prestar servicios personales como lavanderías y estéticas, 21 días y los despachos de abogados y servicios tecnológicos entre 30 y 40 días. Salir de la crisis en salud va a requerir de toda la voluntad y todo el sentido de comunidad que tengamos, pero salir de la crisis económica va a requerir de toda la solidaridad posible.

Para terminar, quisiera hacer especial mención de todos los que se dedican al sector salud. Desde los médicos y las enfermeras, y hasta la última recepcionista o empleado de limpieza en hospitales, se están jugando la vida por todos nosotros. Es necesario ser solidarios con ellos en todo; no se puede repetir un caso como el de Monclova, Coahuila, en donde por falta del equipo necesario se contagiaron muchos doctores y enfermeras.

Vamos a salir adelante como país, pero lo haremos a la par de que entendamos que la única manera es con solidaridad. En necesario reconocer que somos responsables por los otros y que en la misma medida que reconozcamos y aceptemos dicha responsabilidad iremos cambiando la crisis, por una nueva y mejor comunidad nacional.


Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN

@JCRomeroHicks