/ domingo 12 de junio de 2022

Es prioritario mejorar el tráfico aéreo

“VOLAR NO ES PELIGROSO, LO PELIGROSO ES ESTRELLARSE…”


Meses atrás hemos hablado de la inseguridad aérea en la Ciudad de México; específicamente en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, se ha convertido en un tema de preocupación nacional e internacional.

Derivado de un incidente suscitado el pasado mes de Mayo cuando un avión de Volaris procedente de Mazatlán se disponía a aterrizar cuando se encontró a otro aparato en la pista, por lo que el piloto tuvo que abortar la operación in extremis y levantar otra vez el vuelo: las autoridades apuntaron a un “error humano”, y que causó la dimisión del responsable del espacio aéreo, Víctor Manuel Hernández; sin embargo, los controladores aéreos y los pilotos han advertido de un reciente aumento de los fallos y de problemas “sistémicos” que van más allá del “susto”.

Aunque un posible error humano de parte del controlador es la tesis principal, de ese suceso, se ha visto ya que no se trata de un caso aislado, según el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo -SINACTA-, se ha alertado respecto a que los incidentes se han triplicado en el último año, aunque no todos han sido reportados a las autoridades.

Pues bien, el pasado miércoles 8 de Junio alrededor de las 18:30 horas, los pasajeros del vuelo AM 835 procedente de la Ciudad de Mérida, fueron testigos de que, a unos metros de tocar tierra, la aeronave recibió la orden de los controladores aéreos de volver a emprender el vuelo, dar una vuelta a la contaminada Ciudad de México y volver a aterrizar… El capitán del vuelo de inmediato abrió el sonido al recibir la orden, anunciando a los pasajeros la instrucción recibida: “Calma, no pasa nada, mantengan la calma, he recibido la orden de no aterrizar y elevarnos de nuevo como parte de las acciones que se llevan a cabo para desprestigiar al AICM. Esto se está volviendo un uso y costumbre”, sostuvo.

El señalado sindicato -SINACTA-, ha señalado que desde marzo de 2021 se han entregado al Gobierno cuando menos 30 reportes de problemas, como maniobras evasivas para evitar una colisión, y que la mayoría ha ocurrido en Ciudad de México: “Los procedimientos de emergencia están diseñados para una eventualidad y no para la normalidad como sucede ahora”, dice el líder de Sinacta, Alfredo Covarrubias.

A decir del mismo Organismo, se estima que hay una sobrecarga de trabajo provocada por un déficit de controladores y que eso facilita errores humanos graves como los señalados, por lo cual se requieren cerca de 300 profesionales más, para satisfacer las demandas impuestas por el rediseño del espacio aéreo implementado por el Gobierno federal para dar cabida al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), inaugurado en marzo.

Al reconocer que algunos de los incidentes podrían deberse a “un error del controlador”, Covarrubias acusa a las autoridades de alargar las jornadas laborales, cambiar horarios y amenazar a los trabajadores si no cumplen.

Por su parte, la Federación Internacional de Pilotos igualmente se ha manifestado en torno a que la operación simultánea del AICM y del AIFA ha provocado incidentes tales como esperas en el aire demasiado largas y desvíos para aterrizar; los analistas del sector prevén que este tipo de casos crezca a medida que el nuevo aeropuerto expanda su número de vuelos, dado que la posible incompatibilidad entre el Benito Juárez y el Felipe Ángeles, por su cercanía -unos 45 kilómetros de distancia-, ha marcado el debate desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció su apuesta por la antigua base militar.

Remontándonos un año atrás, en Mayo de 2021, la Administración Federal de Aviación de EE UU (FAA, por sus siglas en inglés) retiró la categoría 1 de seguridad aérea a México tras detectar durante una auditoría “varias áreas de no cumplimiento con los estándares mínimos de la Organización de Aviación Civil Internacional”. La FAA señaló, entre otras cosas, que había un número insuficiente de inspectores aéreos y que los que había estaban mal pagados por lo que las aerolíneas mexicanas no han podido abrir nuevas rutas a EE UU, su principal destino en el exterior, lo que ha limitado su crecimiento.

Inicialmente, el Gobierno esperaba recuperar la categoría 1 en unos cuatro meses; posteriormente, el canciller Marcelo Ebrard aseguró que el país la recobraría en la primera mitad de este año; un año después, aun no se vislumbra cuándo, y peor aún, qué va a suceder.

Ante los sucesos, el subsecretario Rogelio Jiménez Pons ha dicho que, aunque esto no genera “buen ambiente” ante la FAA, confía en que “no contribuya a seguir con la descalificación”, en tanto que Heriberto Salazar, Presidente del Colegio de Pilotos Aviadores, duda de que el país sea capaz de volver a la categoría 1 próximamente: “Creo que esto no pasará antes de agosto, con el siguiente ciclo de inspección. México sigue careciendo de lo que la FAA pidió en la auditoría”, asegura.

El prejidente Andrés López ha afirmado que “no hay peligro” y rechaza que lo ocurrido se deba al rediseño del espacio aéreo por el AIFA, uno de sus proyectos estrella.

Lo cierto es que muy lamentable lo sucedido y que indiscriminadamente se ponga en riesgo a los pasajeros, a las aeronaves e incluso a la sociedad ante los caprichos, la evidente ineficiencia e incapacidad de las autoridades.


gamogui@hotmail.com


“VOLAR NO ES PELIGROSO, LO PELIGROSO ES ESTRELLARSE…”


Meses atrás hemos hablado de la inseguridad aérea en la Ciudad de México; específicamente en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, se ha convertido en un tema de preocupación nacional e internacional.

Derivado de un incidente suscitado el pasado mes de Mayo cuando un avión de Volaris procedente de Mazatlán se disponía a aterrizar cuando se encontró a otro aparato en la pista, por lo que el piloto tuvo que abortar la operación in extremis y levantar otra vez el vuelo: las autoridades apuntaron a un “error humano”, y que causó la dimisión del responsable del espacio aéreo, Víctor Manuel Hernández; sin embargo, los controladores aéreos y los pilotos han advertido de un reciente aumento de los fallos y de problemas “sistémicos” que van más allá del “susto”.

Aunque un posible error humano de parte del controlador es la tesis principal, de ese suceso, se ha visto ya que no se trata de un caso aislado, según el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo -SINACTA-, se ha alertado respecto a que los incidentes se han triplicado en el último año, aunque no todos han sido reportados a las autoridades.

Pues bien, el pasado miércoles 8 de Junio alrededor de las 18:30 horas, los pasajeros del vuelo AM 835 procedente de la Ciudad de Mérida, fueron testigos de que, a unos metros de tocar tierra, la aeronave recibió la orden de los controladores aéreos de volver a emprender el vuelo, dar una vuelta a la contaminada Ciudad de México y volver a aterrizar… El capitán del vuelo de inmediato abrió el sonido al recibir la orden, anunciando a los pasajeros la instrucción recibida: “Calma, no pasa nada, mantengan la calma, he recibido la orden de no aterrizar y elevarnos de nuevo como parte de las acciones que se llevan a cabo para desprestigiar al AICM. Esto se está volviendo un uso y costumbre”, sostuvo.

El señalado sindicato -SINACTA-, ha señalado que desde marzo de 2021 se han entregado al Gobierno cuando menos 30 reportes de problemas, como maniobras evasivas para evitar una colisión, y que la mayoría ha ocurrido en Ciudad de México: “Los procedimientos de emergencia están diseñados para una eventualidad y no para la normalidad como sucede ahora”, dice el líder de Sinacta, Alfredo Covarrubias.

A decir del mismo Organismo, se estima que hay una sobrecarga de trabajo provocada por un déficit de controladores y que eso facilita errores humanos graves como los señalados, por lo cual se requieren cerca de 300 profesionales más, para satisfacer las demandas impuestas por el rediseño del espacio aéreo implementado por el Gobierno federal para dar cabida al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), inaugurado en marzo.

Al reconocer que algunos de los incidentes podrían deberse a “un error del controlador”, Covarrubias acusa a las autoridades de alargar las jornadas laborales, cambiar horarios y amenazar a los trabajadores si no cumplen.

Por su parte, la Federación Internacional de Pilotos igualmente se ha manifestado en torno a que la operación simultánea del AICM y del AIFA ha provocado incidentes tales como esperas en el aire demasiado largas y desvíos para aterrizar; los analistas del sector prevén que este tipo de casos crezca a medida que el nuevo aeropuerto expanda su número de vuelos, dado que la posible incompatibilidad entre el Benito Juárez y el Felipe Ángeles, por su cercanía -unos 45 kilómetros de distancia-, ha marcado el debate desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció su apuesta por la antigua base militar.

Remontándonos un año atrás, en Mayo de 2021, la Administración Federal de Aviación de EE UU (FAA, por sus siglas en inglés) retiró la categoría 1 de seguridad aérea a México tras detectar durante una auditoría “varias áreas de no cumplimiento con los estándares mínimos de la Organización de Aviación Civil Internacional”. La FAA señaló, entre otras cosas, que había un número insuficiente de inspectores aéreos y que los que había estaban mal pagados por lo que las aerolíneas mexicanas no han podido abrir nuevas rutas a EE UU, su principal destino en el exterior, lo que ha limitado su crecimiento.

Inicialmente, el Gobierno esperaba recuperar la categoría 1 en unos cuatro meses; posteriormente, el canciller Marcelo Ebrard aseguró que el país la recobraría en la primera mitad de este año; un año después, aun no se vislumbra cuándo, y peor aún, qué va a suceder.

Ante los sucesos, el subsecretario Rogelio Jiménez Pons ha dicho que, aunque esto no genera “buen ambiente” ante la FAA, confía en que “no contribuya a seguir con la descalificación”, en tanto que Heriberto Salazar, Presidente del Colegio de Pilotos Aviadores, duda de que el país sea capaz de volver a la categoría 1 próximamente: “Creo que esto no pasará antes de agosto, con el siguiente ciclo de inspección. México sigue careciendo de lo que la FAA pidió en la auditoría”, asegura.

El prejidente Andrés López ha afirmado que “no hay peligro” y rechaza que lo ocurrido se deba al rediseño del espacio aéreo por el AIFA, uno de sus proyectos estrella.

Lo cierto es que muy lamentable lo sucedido y que indiscriminadamente se ponga en riesgo a los pasajeros, a las aeronaves e incluso a la sociedad ante los caprichos, la evidente ineficiencia e incapacidad de las autoridades.


gamogui@hotmail.com