/ viernes 20 de octubre de 2017

Esfuerzos sin precedentes para salvar a la vaquita marina

México cuenta con una gran riqueza natural y diversidad biológica, a nivel internacional es considerado entre el privilegiado grupo de países megadiversos, ya que alberga cerca del 10% de las especies registradas en el mundo. Una parte importante de las especies de flora y fauna que se encuentran en nuestro país son endémicas, es decir, solo se encuentran en un determinado lugar. La vaquita marina forma parte del listado de dichas especies, sin embargo, se encuentra en peligro crítico de extinción.

Esta especie es la más amenazada de entre las 128 variedades de cetáceos del mundo. Es el único mamífero marino originario de México y el más pequeño de los cetáceos. Solo habita una región muy reducida del norte del Golfo de California, por lo que el número de ejemplares siempre ha sido relativamente reducido.

La pesca ilegal dentro de su hábitat, particularmente de la totoaba, pez endémico que también se encuentra en peligro de extinción y que es altamente demandado en el mercado chino, ha llevado a la vaquita marina al borde de la extinción. En 1997 se calculó que su tamaño poblacional era de 567 ejemplares, en 2007 se redujo a 150 y actualmente se calcula que existen menos de 30.

Frente a este escenario, el gobierno federal ha implementado diversas acciones para la conservación de la vaquita marina. En junio el gobierno mexicano, la Fundación Carlos Slim y la Fundación Leonardo DiCaprio firmaron un memorándum de entendimiento para preservar los ecosistemas marinos del Golfo de California, detener la pesca ilegal y proteger a la vaquita marina. Al día de hoy se reportan importantes avances.

Se implementó una estructura llamada El Nido, que servirá como santuario para el resguardo de la especie, se localiza a 1.5 millas náuticas de la zona costera y tiene un diámetro de 40 metros. En su interior cuenta con dos resguardos naturales de seis y nueve metros de diámetro y una estructura flotante para la conservación y cuidado de las vaquitas.

Se reunió a científicos de todo el mundo para localizar y capturar algunos ejemplares de vaquita, a fin de dar comienzo al proceso de cuidado y conservación de la especie.

Se amplió el polígono de protección en el Alto Golfo de California a un millón 300 mil hectáreas, se restringieron actividades de navegación, pesca y turismo, se suspendió la pesca con redes de enmalle, dando compensaciones económicas a los pescadores de la región y se están retirando “redes fantasma” emplazadas y abandonadas en la zona por pescadores furtivos y que, tan solo este año, suman 38 mil kilogramos.

Adicionalmente, se fortaleció la vigilancia que se encuentra a cargo de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, la Gendarmería Ambiental y la Marina Armada de México.

La desaparición de la vaquita marina sería una desafortunada pérdida para los ecosistemas y la humanidad, cuando una especie se extingue perdemos todos. Salvar a la vaquita marina es un gran reto para México, por ello, gobierno, sociedad científica, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general, debemos continuar sumando esfuerzos para generar un cambio real y rescatar a la vaquita marina de la extinción.

 

Senador del PRI por Sinaloa

@AaronIrizar

Facebook.com/aaron.irizarlopez

México cuenta con una gran riqueza natural y diversidad biológica, a nivel internacional es considerado entre el privilegiado grupo de países megadiversos, ya que alberga cerca del 10% de las especies registradas en el mundo. Una parte importante de las especies de flora y fauna que se encuentran en nuestro país son endémicas, es decir, solo se encuentran en un determinado lugar. La vaquita marina forma parte del listado de dichas especies, sin embargo, se encuentra en peligro crítico de extinción.

Esta especie es la más amenazada de entre las 128 variedades de cetáceos del mundo. Es el único mamífero marino originario de México y el más pequeño de los cetáceos. Solo habita una región muy reducida del norte del Golfo de California, por lo que el número de ejemplares siempre ha sido relativamente reducido.

La pesca ilegal dentro de su hábitat, particularmente de la totoaba, pez endémico que también se encuentra en peligro de extinción y que es altamente demandado en el mercado chino, ha llevado a la vaquita marina al borde de la extinción. En 1997 se calculó que su tamaño poblacional era de 567 ejemplares, en 2007 se redujo a 150 y actualmente se calcula que existen menos de 30.

Frente a este escenario, el gobierno federal ha implementado diversas acciones para la conservación de la vaquita marina. En junio el gobierno mexicano, la Fundación Carlos Slim y la Fundación Leonardo DiCaprio firmaron un memorándum de entendimiento para preservar los ecosistemas marinos del Golfo de California, detener la pesca ilegal y proteger a la vaquita marina. Al día de hoy se reportan importantes avances.

Se implementó una estructura llamada El Nido, que servirá como santuario para el resguardo de la especie, se localiza a 1.5 millas náuticas de la zona costera y tiene un diámetro de 40 metros. En su interior cuenta con dos resguardos naturales de seis y nueve metros de diámetro y una estructura flotante para la conservación y cuidado de las vaquitas.

Se reunió a científicos de todo el mundo para localizar y capturar algunos ejemplares de vaquita, a fin de dar comienzo al proceso de cuidado y conservación de la especie.

Se amplió el polígono de protección en el Alto Golfo de California a un millón 300 mil hectáreas, se restringieron actividades de navegación, pesca y turismo, se suspendió la pesca con redes de enmalle, dando compensaciones económicas a los pescadores de la región y se están retirando “redes fantasma” emplazadas y abandonadas en la zona por pescadores furtivos y que, tan solo este año, suman 38 mil kilogramos.

Adicionalmente, se fortaleció la vigilancia que se encuentra a cargo de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, la Gendarmería Ambiental y la Marina Armada de México.

La desaparición de la vaquita marina sería una desafortunada pérdida para los ecosistemas y la humanidad, cuando una especie se extingue perdemos todos. Salvar a la vaquita marina es un gran reto para México, por ello, gobierno, sociedad científica, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general, debemos continuar sumando esfuerzos para generar un cambio real y rescatar a la vaquita marina de la extinción.

 

Senador del PRI por Sinaloa

@AaronIrizar

Facebook.com/aaron.irizarlopez