Por Manuel Guadarrama
México es miembro fundador de la Alianza por el Gobierno Abierto (AGA), una iniciativa multilateral con el fin de promover la apertura gubernamental y lograr una efectiva rendición de cuentas. En 2017, el país implementaba su tercer plan de acción en el marco de la AGA. Las organizaciones de la sociedad civil (osc) que acompañaban este ejercicio tuvieron que denunciar los ataques y el espionaje a personas activistas y osc. Ahora, reactivados los trabajos con el Gobierno federal, los ataques constantes del presidente al espacio cívico y a las osc ponen no solo en duda, sino en riesgo la apertura gubernamental y el compromiso con la transparencia.
En otra ocasión hacía mención al valor social de la información pública. De la utilidad de buscar un Estado abierto que diera certeza, proporcionara un espacio de diálogo y participación social. La idea es sencilla: un gobierno abierto tiene como propósito final mejorar la capacidad de respuesta de los gobiernos ante las demandas sociales.
La construcción de soluciones a problemas complejos solo es posible utilizando la inteligencia colectiva. Esa misma inteligencia fue la que hizo posible los grandes logros en México. Las propuestas y exigencias ciudadanas lograron:
1) La creación del instituto electoral que vigiló la elección que dio el triunfo a López Obrador (casualmente bajo ataque para la elección del próximo 6 de junio). 2) Las políticas de paridad en el sistema electoral. 3) La autonomía de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (con una titular que no cumple el perfil, impuesta por el presidente). 4) La autonomía del Banco de México (que se vería afectada de aprobarse la reforma sobre captación de divisas). 5) La evaluación educativa y el servicio docente (desaparecido al inicio de esta administración). 6) La evaluación independiente de la política social y la creación del CONEVAL (que sigue sin que sea aprobada su ley que complete su autonomía). 7) La creación de órganos garantes de la transparencia y rendición de cuentas (atacados por el presidente, cuando en realidad la reserva y negación de la información depende de la administración) y la lista podría seguir…
La desconfianza en la sociedad civil equivale a despreciar la voluntad e iniciativa de mujeres y hombres que no se quedan pasivos ante la injusticia, la opacidad, el mal gobierno o la desigualdad. El Ejecutivo le tiene “mucha desconfianza a todo lo que llaman sociedad civil o iniciativas independientes” porque para él sirven a la mafia del poder. Tal vez sin darse cuenta que ahora él tiene el poder.
En una democracia el debate, el contraste y la disidencia son un ejercicio común. La división de poderes es el anhelo de cualquier liberal. La libertad de expresión y de prensa son pilares fundamentales para la defensa de los derechos. Por el contrario, la aniquilación de poderes autónomos, invasión de funciones y ataques a la prensa y organizaciones de la sociedad civil son el anhelo de un régimen autoritario y conservador. Juzgue usted lo que sucede.
Coordinador de Gobierno y finanzas del IMCO.
@ManuGuadarrama
