Cuando AMLO llegó al poder, la sociedad mexicana no esperaba su forma arbitraria de gobernar. Su modus operandi de victimización, mentiras, ataques arteros a quienes piensan diferente, violación a las leyes, revanchas y el uso faccioso de las instituciones dejaron pasmada a la población.
El Presidente recurrió a la manipulación para dividir al pueblo entre buenos (los que le apoyan) y malos (los que piden cuentas), se acuñaron los términos fifís y chairos para hacer más notoria esa división. La oposición tampoco acertaba cómo enfrentar a un tirano para quien no valían las leyes. Así, mientras la oposición pensaba en debates legislativos para avanzar, López chantajeaba, compraba y presionaba a opositores con expedientes.
Así transcurrieron los dos primeros años en los que la sociedad estaba ensimismada, deseando que todo fuese un sueño o que un día surgiera una oposición fuerte. Sin embargo, eso no sucedía y el país iba de tumbo en tumbo con López actuando a sus anchas; realizaba “Consultas” inservibles y violaba las leyes en su ejecución, liberaba criminales de alta peligrosidad, saludaba a la mamá del Chapo, encomendaba al ejército tareas ajenas a sus funciones esenciales y lo corrompía mientras exculpaba los casos de corrupción de sus cercanos. Ante este panorama la Sociedad Civil se sentía sin opciones, pero llegaron las elecciones intermedias y los mexicanos se dieron cuenta del enorme poder del voto libre. Le quitaron la mayoría absoluta a Morena en la Cámara de Diputados y le arrancaron la mitad de la CDMX, su bastión por más de 25 años.
Fue a partir de ese momento en el que la Sociedad Civil comenzó a tomar un papel relevante en la ruta política del país. La presión de las organizaciones ciudadanas fueron las que obligaron a los partidos, especialmente al PRI, a abandonar la idea de negociar en las cámaras sus votos a cambio de favores o impunidad. Fue natural que se tejiera un Frente legislativo y posteriormente electoral entre los tres partidos históricos, PAN, PRI y PRD.
Cuando López quiso desaparecer con una Reforma Constitucional al INE se topó con el Frente Legislativo y una sociedad dispuesta a parar cualquier intento para socavar la Democracia. La furia de la ciudadanía se expresó en una megamarcha el 13 de noviembre de 2023. Hubo un sólo orador representando a la Sociedad Civil, José Woldenberg. La gente se vistió de rosa y blanco, los colores del INE, y bautizando al movimiento como “La Marea Rosa”.
Ante el fracaso para modificar la Constitución, AMLO intento una nueva maniobra que denominó el Plan B, que consistía en diversas reformas de leyes secundarias que en la práctica dejarían inoperante al INE. La gente no lo permitió, “La Marea Rosa” se volvió a movilizar abarrotando el Zócalo capitalino y sitios emblemáticos en decenas de ciudades del país. En esta ocasión los dos oradores ciudadanos fueron Lorenzo Córdoba y el exministro, José Ramón Cossío.
López, en su terquedad, tiene un Plan C para acabar con el INE que consiste en ganar la mayoría en las cámaras en las próximas elecciones para redactar una Nueva Constitución en la que desaparezca no sólo el INE, sino también la SCJN, la CNDH y los Órganos Autónomos para instaurar un Estado antidemocrático y dictatorial. Por eso "La Marea Rosa” está convocando a una nueva marcha el 19 de mayo en la CDMX y en más de 100 ciudades del país y el extranjero. En esta ocasión se invita a los candidatos de la Coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada, como oradores. No podía ser de otra forma, si bien este es un movimiento ciudadano, también es cierto que los cambios políticos en el país requieren de los partidos para instrumentarse. Además, Xóchitl es una candidata ciudadana que fue postulada con el apoyo de más de un millón de firmas.
La marcha de este domingo es fundamental no sólo para defender nuestra Democracia y la República, es una oportunidad de rescatar la nobleza de nuestro país y la dignidad propia para sabernos libres y dueños de México. Es el mejor momento para mandar un mensaje contundente al tirano de Palacio de que los mexicanos no nos chupamos el dedo y no vamos a permitir que se robe la elección. También para mostrar al INE y al TRIFE que la sociedad esta vigilante de sus acciones y que no se les perdonará que actúen con parcialidad hacia Morena. Es el tiempo perfecto para respaldar a Xóchitl en el debate nocturno con la candidata de las mentiras.
Marchar este domingo es recobrar el pundonor como ciudadanos. Decir “Nunca Más” a los engaños, al país militarizado, a la corrupción enquistada en la familia presidencial, a la inseguridad pública con récord de muertos y desaparecidos, a la educación mediocre e ideologizada, al abandono de los servicios de salud, al despilfarro de dinero en caprichos inservibles, a los escocidos, a la revictimización de madres buscadoras, a la falta de medicinas para niños con cáncer, a un gobierno sin contrapesos institucionales, a un territorio controlado por el crimen organizado, a un suelo Patrio con agujeros de huachicol cada cien metros y a ciudades y poblados sin agua y luz. Por tu honor y el de México, sal a marchar este domingo 19, no más un país con gobierno autócrata.
Presidente de la Academia Mexicana de Educación