/ sábado 2 de diciembre de 2017

ESTO y algo más

¿Dónde quedó aquel juego ofensivo de Miguel Herrera? El parado táctico del “Piojo”, en la semifinal de ida, solamente ponía dos jugadores de características ofensivas, a saber: Oribe y Darwin. Es cierto, que, los dos laterales suelen sumarse o que el colombiano Mateus Uribe normalmente intenta ayudar a los dos de arriba. Pero, fue claro, que, poner únicamente a un par adelante facilitó el trabajo de la defensiva de Tigres. Esta vez, Herrera salió a no perder, con un parado ultradefensivo. Priorizó un marcador sin goles en contra, que llevar una ventaja a la Sultana.

Veamos: América puso una línea de tres centrales, para marcar a Gignac y a Valencia, jugadores desequilibrantes. Pero, más bien pareció que le tiene poca confianza a su línea defensiva, ya que con cinco atrás mandó además tres jugadores en medio campo especialistas en la recuperación de balón como lo son Guido Rodríguez, Da Silva y Uribe. Es decir, tuvo en la cancha todo el primer tiempo y más de la mitad del segundo a tres contenciones. Cuando defendían los locales eran ocho y sólo tres para tratar de construir una jugada de peligro.

Ahora bien, la media americanista fue superada ante el parado del “Tuca” Ferretti. Habitualmente los Tigres salían con dos extremos, Damm y Aquino, para priorizar el juego por las bandas. Por tal motivo, sorprendió ver al chileno Vargas junto con Gignac y Valencia por el centro. ¿Por qué cambió Ferretti la estrategia que venía utilizando? En primer lugar, el técnico brasileño formó un escalonamiento en media cancha que contrarrestó el rombo americanista. El “Tuca” le ganó el partido a Herrera en el momento que Vargas se colocaba a espaldas de William da Silva, provocando que Guido saliera a marcar dejando un espacio enorme en el centro de la cancha aprovechado tanto por Gignac como Valencia para enfrentar a los centrales, por eso, no fue raro ver varias barridas al límite del reglamento de Álvarez y Valdez.

Asimismo, la zona que quedaba sin marca por izquierda cuando Mateus se incorporaba al ataque, era ocupada por Jesús Dueñas, formando una comunidad con Aquino para realizar el dos contra uno a Paul Aguilar quitándole marca a Gignac.

Por otro lado, la presión que provocaba Tigres con sus tres ofensivos obligó al América a despejar el balón constantemente, ocasionando que Darwin tuviera que competir en el juego aéreo con Juninho y Ayala. Era una guerra perdida.

Finalmente, no podemos dejar de mencionar que algunos jugadores de las Águilas no están pasando por su mejor momento físico y mental, pero el miércoles en el Azteca Herrera los mandó a la guerra sin fusil.

Resumiendo: la línea de tres centrales americanistas no pudo detener los embates de Gignac y compañía, los laterales no consiguieron sumarse al ataque, los delanteros no tuvieron ninguna oportunidad a modo y en el medio campo fueron superados fácilmente Guido, Uribe y Da Silva. No fue una mala noche, el mal desempeño fue provocado por la falta de visión de Herrera y el parado táctico que mandó Tigres. El penal solamente fue consecuencia de ello.

ALGO MÁS. El partido de la final femenil superó todas las expectativas. Es más, tuvo más emociones y pasión que cualquier partido de Liguilla… Atlante debe dos meses de sueldo a sus futbolistas y hasta el momento no hay alguna muestra de apoyo de los jugadores del Ascenso y Liga MX a sus compañeros. Miedo y egoísmo.

pedropenaloza@yahoo.com

Twitter: @pedro_penaloz

¿Dónde quedó aquel juego ofensivo de Miguel Herrera? El parado táctico del “Piojo”, en la semifinal de ida, solamente ponía dos jugadores de características ofensivas, a saber: Oribe y Darwin. Es cierto, que, los dos laterales suelen sumarse o que el colombiano Mateus Uribe normalmente intenta ayudar a los dos de arriba. Pero, fue claro, que, poner únicamente a un par adelante facilitó el trabajo de la defensiva de Tigres. Esta vez, Herrera salió a no perder, con un parado ultradefensivo. Priorizó un marcador sin goles en contra, que llevar una ventaja a la Sultana.

Veamos: América puso una línea de tres centrales, para marcar a Gignac y a Valencia, jugadores desequilibrantes. Pero, más bien pareció que le tiene poca confianza a su línea defensiva, ya que con cinco atrás mandó además tres jugadores en medio campo especialistas en la recuperación de balón como lo son Guido Rodríguez, Da Silva y Uribe. Es decir, tuvo en la cancha todo el primer tiempo y más de la mitad del segundo a tres contenciones. Cuando defendían los locales eran ocho y sólo tres para tratar de construir una jugada de peligro.

Ahora bien, la media americanista fue superada ante el parado del “Tuca” Ferretti. Habitualmente los Tigres salían con dos extremos, Damm y Aquino, para priorizar el juego por las bandas. Por tal motivo, sorprendió ver al chileno Vargas junto con Gignac y Valencia por el centro. ¿Por qué cambió Ferretti la estrategia que venía utilizando? En primer lugar, el técnico brasileño formó un escalonamiento en media cancha que contrarrestó el rombo americanista. El “Tuca” le ganó el partido a Herrera en el momento que Vargas se colocaba a espaldas de William da Silva, provocando que Guido saliera a marcar dejando un espacio enorme en el centro de la cancha aprovechado tanto por Gignac como Valencia para enfrentar a los centrales, por eso, no fue raro ver varias barridas al límite del reglamento de Álvarez y Valdez.

Asimismo, la zona que quedaba sin marca por izquierda cuando Mateus se incorporaba al ataque, era ocupada por Jesús Dueñas, formando una comunidad con Aquino para realizar el dos contra uno a Paul Aguilar quitándole marca a Gignac.

Por otro lado, la presión que provocaba Tigres con sus tres ofensivos obligó al América a despejar el balón constantemente, ocasionando que Darwin tuviera que competir en el juego aéreo con Juninho y Ayala. Era una guerra perdida.

Finalmente, no podemos dejar de mencionar que algunos jugadores de las Águilas no están pasando por su mejor momento físico y mental, pero el miércoles en el Azteca Herrera los mandó a la guerra sin fusil.

Resumiendo: la línea de tres centrales americanistas no pudo detener los embates de Gignac y compañía, los laterales no consiguieron sumarse al ataque, los delanteros no tuvieron ninguna oportunidad a modo y en el medio campo fueron superados fácilmente Guido, Uribe y Da Silva. No fue una mala noche, el mal desempeño fue provocado por la falta de visión de Herrera y el parado táctico que mandó Tigres. El penal solamente fue consecuencia de ello.

ALGO MÁS. El partido de la final femenil superó todas las expectativas. Es más, tuvo más emociones y pasión que cualquier partido de Liguilla… Atlante debe dos meses de sueldo a sus futbolistas y hasta el momento no hay alguna muestra de apoyo de los jugadores del Ascenso y Liga MX a sus compañeros. Miedo y egoísmo.

pedropenaloza@yahoo.com

Twitter: @pedro_penaloz

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