/ viernes 29 de diciembre de 2017

ESTO...y algo más

CASO ALANÍS: A ROMPER LAS CADENAS

 

“Si me caí, es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas”

Eduardo Galeano

 

Nunca pensaron en Verde Valle que su despotismo y presión al joven Oswaldo Alanís, para que firmara un nuevo contrato con peores condiciones laborales, ocasionaría tal revuelta. La situación que hoy vive el central de Chivas abrió la caja de Pandora, es decir, puso al descubierto la impunidad que reina en el futbol mexicano y las represalias que sufren los jugadores profesionales a la hora de la negociación contractual. Hoy, los futbolistas empiezan a tomar conciencia y quieren defender sus derechos, y el caso Alanís puede marcar el cambio de rumbo hacia la negociación en igualdad de condiciones y la libre movilidad de los jugadores para contratarse con quien quieran.

José Luis Higuera, encargado de administrar el dinero del Guadalajara, argumenta que el jugador no se quiso sacrificar por el bien de la institución y percibir un salario menor a lo que solicitaba Oswaldo. Asimismo, afirma que lo intentaron ceder a Querétaro, pero Alanís lo rechazó. Aquí pareciera que es una simple negociación, pero qué hay detrás de las palabras del directivo. Veamos: el club le ofreció únicamente un contrato de seis meses con el objetivo de llevarse un porcentaje de la venta, ya que terminando el torneo, Alanís quedaría como un jugador libre y no le tocaría nada a la institución. Nunca se pensó en el lado humano, como argumenta el administrador Higuera; sólo se consideraron las ganancias que podía dejar tan suculento negocio.

Ahora bien, ante la negativa del futbolista de obedecer y plegarse a los designios de la directiva, ésta, con el conocimiento de Almeyda, lo dejó fuera de la pretemporada, quitándole la oportunidad de mejorar su rendimiento físico y su preparación para el torneo que arranca en enero. Además, para minar su autoestima, fue citado a entrenar con la Segunda División, en una clara muestra de desprecio y negligencia. Pensarán los directivos: “Muy bien, no firmes, cumple tu contrato, pero aquí no vas a jugar y tendrás que venir diario a entrenar con las fuerzas básicas”. Pretenden que el jugador se rinda y ceda.

¿Por qué Alanís no está en condiciones de pelear un mejor acuerdo? A diferencia de los dueños de los equipos, que sí están organizados y se juntan constantemente para modificar o acordar nuevas disposiciones o reglas de la Liga MX, los jugadores no cuentan con ningún sindicato o asociación que los respalde cuando llegan a negociar su contrato. Y por si algo faltara, sólo tienen un día para poder firmar con otro equipo, porque el Draft únicamente dura unas cuantas horas. Claro, sin olvidar el Pacto de Caballeros, el cual prohíbe la libre movilidad laboral, el poder contratarse con quien quiera y cuando quiera; pedir permiso a tu antiguo empleador para poder trabajar en otra empresa, roza la esclavitud en pleno siglo XXI.

En este momento, los jugadores tienen dos opciones: seguir aguantando el pisoteo a su dignidad y a sus derechos laborales o, por fin, abrir los ojos y defender lo que les corresponde por ley. En la primera, no tienen que hacer nada, sólo seguir jugando, callarse y que cada quien vea por sus intereses; en la segunda opción, está parar la liga y terminar con estas injusticias equilibrando la balanza.

ALGO MÁS. La Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFpro), tiene con el Caso Alanís la oportunidad perfecta para desvincularse de la FMF y ser punta de lanza en la lucha por los derechos de los jugadores. Veremos.

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

CASO ALANÍS: A ROMPER LAS CADENAS

 

“Si me caí, es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas”

Eduardo Galeano

 

Nunca pensaron en Verde Valle que su despotismo y presión al joven Oswaldo Alanís, para que firmara un nuevo contrato con peores condiciones laborales, ocasionaría tal revuelta. La situación que hoy vive el central de Chivas abrió la caja de Pandora, es decir, puso al descubierto la impunidad que reina en el futbol mexicano y las represalias que sufren los jugadores profesionales a la hora de la negociación contractual. Hoy, los futbolistas empiezan a tomar conciencia y quieren defender sus derechos, y el caso Alanís puede marcar el cambio de rumbo hacia la negociación en igualdad de condiciones y la libre movilidad de los jugadores para contratarse con quien quieran.

José Luis Higuera, encargado de administrar el dinero del Guadalajara, argumenta que el jugador no se quiso sacrificar por el bien de la institución y percibir un salario menor a lo que solicitaba Oswaldo. Asimismo, afirma que lo intentaron ceder a Querétaro, pero Alanís lo rechazó. Aquí pareciera que es una simple negociación, pero qué hay detrás de las palabras del directivo. Veamos: el club le ofreció únicamente un contrato de seis meses con el objetivo de llevarse un porcentaje de la venta, ya que terminando el torneo, Alanís quedaría como un jugador libre y no le tocaría nada a la institución. Nunca se pensó en el lado humano, como argumenta el administrador Higuera; sólo se consideraron las ganancias que podía dejar tan suculento negocio.

Ahora bien, ante la negativa del futbolista de obedecer y plegarse a los designios de la directiva, ésta, con el conocimiento de Almeyda, lo dejó fuera de la pretemporada, quitándole la oportunidad de mejorar su rendimiento físico y su preparación para el torneo que arranca en enero. Además, para minar su autoestima, fue citado a entrenar con la Segunda División, en una clara muestra de desprecio y negligencia. Pensarán los directivos: “Muy bien, no firmes, cumple tu contrato, pero aquí no vas a jugar y tendrás que venir diario a entrenar con las fuerzas básicas”. Pretenden que el jugador se rinda y ceda.

¿Por qué Alanís no está en condiciones de pelear un mejor acuerdo? A diferencia de los dueños de los equipos, que sí están organizados y se juntan constantemente para modificar o acordar nuevas disposiciones o reglas de la Liga MX, los jugadores no cuentan con ningún sindicato o asociación que los respalde cuando llegan a negociar su contrato. Y por si algo faltara, sólo tienen un día para poder firmar con otro equipo, porque el Draft únicamente dura unas cuantas horas. Claro, sin olvidar el Pacto de Caballeros, el cual prohíbe la libre movilidad laboral, el poder contratarse con quien quiera y cuando quiera; pedir permiso a tu antiguo empleador para poder trabajar en otra empresa, roza la esclavitud en pleno siglo XXI.

En este momento, los jugadores tienen dos opciones: seguir aguantando el pisoteo a su dignidad y a sus derechos laborales o, por fin, abrir los ojos y defender lo que les corresponde por ley. En la primera, no tienen que hacer nada, sólo seguir jugando, callarse y que cada quien vea por sus intereses; en la segunda opción, está parar la liga y terminar con estas injusticias equilibrando la balanza.

ALGO MÁS. La Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFpro), tiene con el Caso Alanís la oportunidad perfecta para desvincularse de la FMF y ser punta de lanza en la lucha por los derechos de los jugadores. Veremos.

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

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