Aceptemos que todo cambio no se da en linea recta del punto “A” al “B”… “Dejemos de ver los procesos de cambio sociales como una linea de ensamblaje”.
Cualquiera de los horizontes próximos que se muestren a nuestra mirada derivados, por ejemplo, de las negociaciones sobre el TLC, o del tema electoral 2018, del futbol, de la emergencia por un desastre natural, o de la mezcla de ellos producirá lecturas desiguales, y con ello, seguramente… las comparaciones Expectativas vs Realidad.
Se sabe que la expectativa es la posibilidad razonable de que algo se concrete. La expectativa para que se concrete deberá de contar con algún “dato duro”. De lo contrario caería en el rango de un simple deseo de bases débiles o vinculadas a la pura fe.
Expertos expresan que algunas filosofías, por ejemplo el budismo, señalan que el sufrimiento del hombre es por la formulación y frustración de las expectativas. También, que el humano tiende a buscar alivio de la frustración con el humor, la risa, el chiste, la ironía, el chascarrillo… la vuelve antídoto terapéutico ante el dolor del fracaso o la esperanza herida.
Al respecto, en la esfera de la cultura popular, apoyandose en las nuevas tecnologías, se utiliza con mayor frecuencia, los llamados “memes” (término derivado del griego “mimema”: “algo imitado” ) para transmitir además de cultura, pensamientos y catarsis ante la discrepancia entre “Expectativas” y “Realidad”, entre otros.
Para las evidencias del presente artículo se analizó diversos “memes”, cada uno una historia diferente. Se observa que se visualizan decenas de representaciones sociales, que en lo general hacen referencia al sentido humorístico. En la mayoría, de ese creativo imaginario, el 80 por ciento (Regla del 80/20), los “memes” simbolizan que la “Realidad” resulta menor a las ventajas esperadas y deseadas de las “Expectativas” y algunas realidades son inesperadas y no deseadas. En su contenido se puede asumir como trasfondo una moraleja. De sus positivos y negativos apoya a los procesos de cambio por el argumento “una imagen vale más que mil palabras”.
Del acercamiento entre “Expectativas y Realidades”, se resalta que sería prudente acotar “prejuicios” y si en cambio generar acciones para resolver el “Valle de la desesperación”. No sobra decir que el llamado “Valle de la desesperación”, es una etapa de todo proceso de cambio, y para nuestro caso, se deriva del incumplimiento y dimensión de la brecha entre las “Expectativas y Realidades”.
Sin duda, la sensación de fracaso -personal, grupal, institucional o comunitario- explica el sentimiento de insatisfacción, nace después del tomar una decisión y los resultados son desfavorables a las expectativas frente a la realidad.
Entonces, es importante: dar tiempo al tiempo y realizar los ajustes pertinentes para lograr los objetivos deseados y esperados. Por ejemplo, en una relación difícil de pareja de jóvenes, decisiones de carrera, empleo y otros, siendo útil aplicar el proceso de solución de problemas del “valle de la desesperación” y sin sufrir emociones negativas en el proceso, aprendamos de los errores para reorientar los caminos.
Por cierto, mañana 1 de julio del 2018, la jornada del ejercicio del voto, la principal vía de participación en la democracia. Su cumplimiento es más allá de un derecho y se transforma en una obligación para forjar una mejor sociedad… por ello, aliniemos las expectativas para que esten en equilibrio con la construcción de la realidad deseada y su corresponsabilidad.
hazael.ruiz@hotmail.com
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