A menos de dos meses de los comicios presidenciales en Estados Unidos, las encuestas a nivel nacional, muestran una pequeña ventaja para Kamala Harris con un 47 por ciento de las simpatías sobre Donald Trump, que cuenta con un 44 por ciento.
El debate tuvo efectos positivos para la vicepresidenta pues no sólo se menciona que ella fue la ganadora, sino que los votantes que no estaban con Biden, están dispuestos a apoyarla.
Segú el Diario El País, la mayoría de las encuestas mencionan que la triunfadora fue la demócrata.
Veamos, el sondeo de CNN/SSRS dio por ganadora a Harris, con un 63 por ciento, frente a un 37 por ciento de Donald Trump.
La de SoCal Strategies/On Point Politics/Red Eagle Politics, financiada por los republicanos, redujo la ventaja a un 53 por ciento, y un 34 por ciento. La de YouGov tuvo como resultado un 54 por ciento contra el 31 ciento.
Aunque prácticamente hay unanimidad, tanto en las encuestas, como entre los expertos, según mi opinión Donald Trump fue el más experimentado, porque en su calidad de expresidente pudo mostrar más claridad y conocimiento en algunos temas.
Además, existen asuntos sobre la mesa que podrían impulsar su campaña otra vez como el tema migratorio
Pero, no podemos demeritar el trabajo realizado por Harris desde junio a la fecha, cuando Biden declinó, así como el de otras figuras del Partido Demócrata, como Barack y Michelle Obama; Chuck Schumer, líder de la mayoría del Senado de los Estados Unidos, o Nancy Pelosi, miembro de la Cámara de Representantes, porque también han contribuido a que en estos momentos la batalla esté más pareja.
A pesar de que las encuestas recalcan que, si bien los números de Kamala Harris muestran una tendencia positiva en las últimas semanas, no es posible (debido a la cercanía de los porcentajes) declararla como la favorita de cara a la elección del 5 de noviembre.
Recordemos que Estados Unidos utiliza un sistema de colegio electoral para elegir a su presidente. Eso significa que ganar la mayor cantidad de votos puede ser menos importante que dónde se obtienen.
Y es que en el vecino país hay 50 estados, pero como la mayoría de ellos casi siempre votan por el mismo partido, en realidad solo un puñado de ellos pueden determinar el resultado final. Estos son los lugares en los que se ganarán o perderán las elecciones y se conocen como estados péndulo.
En este momento, hay menos encuestas estatales que encuestas nacionales y como los números están muy ajustados en las siete entidades determinantes, hace que sea difícil saber quién lidera realmente la carrera.
Tal y como están las cosas, las encuestas recientes sugieren que hay uno o menos de un punto porcentual de diferencia entre los dos candidatos en varios estados péndulo, entre ellos Pensilvania, que es clave porque tiene el mayor número de votos electorales en juego y, por lo tanto, al ganador le resulta más fácil obtener los 270 votos necesarios para llegar a la presidencia.
Pensilvania, Michigan y Wisconsin han sido bastiones demócratas antes de que Trump los convirtiera en republicanos en su camino a la presidencia en 2016, pero Biden los recuperó en 2020 y, si Harris puede hacer lo mismo este año, estará en camino de ganar las elecciones.
Así que todavía hay tiempo para que ambos candidatos hagan su mejor esfuerzo y convenzan a los indecisos, pero lo cierto es que el nerviosismo empieza a apoderarse de Trump por que hace unos meses registraba una ventaja de 5 por ciento por encima de Biden, pero como en política todo puede cambiar, Harris no debe confiarse. ¿no lo cree?