Todos quisieran tener el cuerpo de la divina Ninel Conde y ella no se puede ni sentar…. ¡si duele ser bonita!
Si duele ser bonita y se sufre para estar buenota. Lo que son las cosas, todos se quieren “echar” a la divina Ninel Conde y ella no se puede ni sentar… ¿Querían bolas? Pues ahora después de tanta operación, para quitarle la sustancia que le inyectaron si quieren agarrarle las bolas o pellizcarle la pompi al Bombón Asesino, la pobre va a sentir que la están enviando al infierno de tanto dolor y achaque, además de que hasta chueca le puede quedar su nalguita.
Ninel no vale la pena operarse, el que te quiere te acepta como eres con o sin nalgas.
El príncipe Carlos se enamoró de su esposa Camila que aparte de ser mucho mayor que él, es fea, malhecha y desnalgada ¡y él es el príncipe heredero de la Corona!
El hombre que realmente te quiere, no te quiere ni por las bolas, ni por la faltas de ellas… Menos mal que Ninel tiene a Giovanni para que le cuide las bolitas, porque en las desgracias se conocen a los amores.
ATALA SARMIENTO MEJOR INVIERTE EN AMOR QUE EN COMPRAR ZAPATOS
Atala Sarmiento, si tu guapísimo marido David Ródenas quiere que le des el gasto completo date ese gusto… Búscate más chambas, talonéale más duro y dale para sus tunas y no bajes el nivel de vida al que está acostumbrado, no vaya a ser que te diga adiós. De qué sirve tener mucho dinero y vivir miserablemente sin ese bombón que es tan lindo contigo, es mejor invertir en amor, en vez de comprar zapatos o irte a atragantar a los mejores restaurantes, porque ni la ropa ni la comida te van a acariciar en la noche como te acaricia tu muñeco viviente.
PREOCUPANTE QUE EL PELOTERO ESTEBAN LOAIZA ESTÁ EN LOS HUESOS
El exbeisbolista Esteban Loaiza, ex de Jenni Rivera sorprendió por lo delgado que está, bajó 15 kilos y nunca fue gordo… Cuando un reportero le preguntó por su salud el pelotero nunca volteó a verlo como si nadie le hablara….¿Qué va a contestar? “Sí, me arruiné la vida, estoy metido en un abismo profundo y negro por mi propia culpa, acabé con mi fortuna, mi reputación y mi salud por la cocaína”….
Es tanto su dolor por haber destruido su vida que ¿qué le va a responder a un desconocido? ¡Nada!
Flaco, ojeroso y sin ilusiones después de ganar 43 millones de dólares, ahora trabaja haciendo hamburguesas en un restaurante de comida rápida que está a 100 metros de la casa donde pasa su arresto domiciliario para que no suene la alarma del grillete de su tobillo o le quiten su libertad, o lo poco que le queda de ella.
