/ jueves 19 de agosto de 2021

Feliz regreso a clases…sin protocolos

Luego del cierre repentino de las instituciones educativas hace más de un año, ha llegado el momento en que miles de alumnos regresarán a las aulas. La necesidad de los estudiantes y docentes de regresar a sus espacios de aprendizaje habituales es un hecho, sin embargo, debería darse en un entorno seguro, no como un retorno improvisado.

Más de 15 meses no bastaron para generar protocolos y espacios adecuados, para contemplar a las miles de escuelas que carecen de luz, agua e insumos básicos de limpieza. La protección de nuestros niños y jóvenes no puede basarse en promesas de jabón, sanitizante y cubrebocas que probablemente nunca lleguen y que tendrán que salir del bolsillo ya bastante golpeado de las familias mexicanas.

En la educación -como en la mayoría de los sectores- la pandemia no ha hecho más que sacar a flote la realidad de nuestro país; la existencia de una de las crisis educativas más severas. ¿Cuánto tiempo más se necesitará para crear estrategias? El futuro de millones de mexicanos está en juego, no podemos tomarlo a ligera, simplemente no podemos permitir que la brecha de desigualdad en nuestro país siga creciendo.

Luego del cierre repentino de las instituciones educativas hace más de un año, ha llegado el momento en que miles de alumnos regresarán a las aulas. La necesidad de los estudiantes y docentes de regresar a sus espacios de aprendizaje habituales es un hecho, sin embargo, debería darse en un entorno seguro, no como un retorno improvisado.

Más de 15 meses no bastaron para generar protocolos y espacios adecuados, para contemplar a las miles de escuelas que carecen de luz, agua e insumos básicos de limpieza. La protección de nuestros niños y jóvenes no puede basarse en promesas de jabón, sanitizante y cubrebocas que probablemente nunca lleguen y que tendrán que salir del bolsillo ya bastante golpeado de las familias mexicanas.

En la educación -como en la mayoría de los sectores- la pandemia no ha hecho más que sacar a flote la realidad de nuestro país; la existencia de una de las crisis educativas más severas. ¿Cuánto tiempo más se necesitará para crear estrategias? El futuro de millones de mexicanos está en juego, no podemos tomarlo a ligera, simplemente no podemos permitir que la brecha de desigualdad en nuestro país siga creciendo.