/ jueves 20 de febrero de 2020

Feminicidios e indignación social

Estimas lectoras y lectores: escribí y reescribí el texto de mi colaboración semanal y no encontré palabras que pudieran expresar de manera clara el dolor en el alma que me provocan el hecho de que en mi país mujeres y niñas sean asesinadas, desechadas como basura, con total impunidad.

Como la inmensa mayoría de mujeres y hombres de bien, me deja indignada la falta de acciones contundentes, de todos los órdenes de gobierno, para hacer frente y resolver la terrible situación de agresiones brutales contra las mujeres; y la mezquindad de querer sacar provecho político de estos feminicidios.

En medio de toda esta aberración y decadencia social, el único rayo de luz y de esperanza es el movimiento feminista, integrado por mujeres hartas que, ante la pasividad de las autoridades, han recurrido a quemar puertas y pintar paredes como único medio para reclamar justicia, esta violencia simbólica viene del miedo convertido en enojo. La violencia real es de quienes agreden, violan y matan.

Las brutales muertes de Ingrid y Fátima son crímenes de odio, perpetrados desde el machismo y la misoginia, que despojan a la víctima de su humanidad, pues el atacante utiliza tortura, mutilación y agresión sexual, antes y después de la muerte.

La impunidad es evidente frente al incremento de feminicidios año con año. La omisión es de todos los sectores de la sociedad. Los discursos moralizantes, vengan de donde vengan, para reinstalar los valores sociales perdidos darán frutos, en el mejor de los casos, en el largo plazo, pues modificar la estructura de valores de una persona y de la sociedad puede tomar décadas o siglos, pero la realidad es que nos están matando hoy. Por ello exigimos acciones integrales de todos los niveles de gobierno y desde todas las instancias con efectos visibles y contundentes a corto plazo.

No basta con hablar del tema, necesitamos un Estado mexicano que haga frente a la violencia y frene esta brutalidad. Falta una estrategia nacional que impacte trasversalmente desde la educación, la seguridad pública y la impartición de justicia, y que haga frente a los problemas de desigualdad. La desatención sistemática de los gobiernos resulta en una ola de violencia que nos lleva a cuestionarnos con dolor si este es el país donde queremos vivir.


Ya basta! Ya basta! Ya basta!


#NiUnaMenos

#NoMásViolencia

#AltoAlFeminicidio


@ClauCorichi

Estimas lectoras y lectores: escribí y reescribí el texto de mi colaboración semanal y no encontré palabras que pudieran expresar de manera clara el dolor en el alma que me provocan el hecho de que en mi país mujeres y niñas sean asesinadas, desechadas como basura, con total impunidad.

Como la inmensa mayoría de mujeres y hombres de bien, me deja indignada la falta de acciones contundentes, de todos los órdenes de gobierno, para hacer frente y resolver la terrible situación de agresiones brutales contra las mujeres; y la mezquindad de querer sacar provecho político de estos feminicidios.

En medio de toda esta aberración y decadencia social, el único rayo de luz y de esperanza es el movimiento feminista, integrado por mujeres hartas que, ante la pasividad de las autoridades, han recurrido a quemar puertas y pintar paredes como único medio para reclamar justicia, esta violencia simbólica viene del miedo convertido en enojo. La violencia real es de quienes agreden, violan y matan.

Las brutales muertes de Ingrid y Fátima son crímenes de odio, perpetrados desde el machismo y la misoginia, que despojan a la víctima de su humanidad, pues el atacante utiliza tortura, mutilación y agresión sexual, antes y después de la muerte.

La impunidad es evidente frente al incremento de feminicidios año con año. La omisión es de todos los sectores de la sociedad. Los discursos moralizantes, vengan de donde vengan, para reinstalar los valores sociales perdidos darán frutos, en el mejor de los casos, en el largo plazo, pues modificar la estructura de valores de una persona y de la sociedad puede tomar décadas o siglos, pero la realidad es que nos están matando hoy. Por ello exigimos acciones integrales de todos los niveles de gobierno y desde todas las instancias con efectos visibles y contundentes a corto plazo.

No basta con hablar del tema, necesitamos un Estado mexicano que haga frente a la violencia y frene esta brutalidad. Falta una estrategia nacional que impacte trasversalmente desde la educación, la seguridad pública y la impartición de justicia, y que haga frente a los problemas de desigualdad. La desatención sistemática de los gobiernos resulta en una ola de violencia que nos lleva a cuestionarnos con dolor si este es el país donde queremos vivir.


Ya basta! Ya basta! Ya basta!


#NiUnaMenos

#NoMásViolencia

#AltoAlFeminicidio


@ClauCorichi