/ miércoles 13 de noviembre de 2019

Fentanilo, droga mortal y arma de dos filos

El mundo de las drogas se torna cada vez más peligroso, adictivo y al alcance de las generaciones más jóvenes, poniendo en peligro a las nuevas generaciones, a los países e incluso a nuestra viabilidad como especie.

Es mucho lo que se habla de que el consumo del tabaco y el alcohol, son puertas hacia la búsqueda de estupefacientes, el que en otra época y actualmente cada vez menos, solía comenzar con fumar marihuana, siendo un siguiente paso el inhalar cocaína y cada vez con más frecuencia el inyectarse heroína.

En algún punto entre otro eso, ha estado el suministrarse Ácido Lisérgico (LSD) y metanfetaminas (también conocidas como tachas), además de que no han faltado quienes consumen crack, una peligrosa droga hecha con los deshechos derivados de la fabricación de la cocaína, la que desde la primera dosis puede causar daños de por vida, adicción al instante y en no pocos casos, la muerte, ya que la frontera entre el consumo habitual y la sobredosis, es muy tenue.

Lo más dramático del mundo de las drogas, radica en que cada vez con mayor frecuencia surge una nueva, capaz de causar efectos más alucinantes y con ellos, daños irreparables, como la pérdida de la conciencia o de la vida misma. Son muchos los drogadictos que han dado testimonio de que, al consumir cada dosis, lo hacían con el miedo que implica el que en cada ocasión pueden provocarse un infarto o derrame cerebral.

Actualmente, la droga que más preocupación está generando en Estados Unidos, es el fentanilo, que es un narcótico sintético opioide, sobre el que hay una alerta a nivel internacional y que es especialmente conocida en Estados Unidos, China y México, pero que empieza ya a comercializarse en naciones de la Unión Europea, como España, Francia e Italia.

El fentanilo es una droga que se calcula resulta 50 veces más potente que la heroína, tanto en efecto, como en el daño que le provoca al cuerpo humano. Tan solo dos miligramos de esta droga, resultan una dosis mortal para un adicto, lo que se agrava, ya que sus consumidores suelen mezclarla con heroína, cocaína o metanfetaminas, escondiéndoles en envoltorios de pastillas de libre comercialización, por lo que en Estados Unidos su consumo es ya considerado una epidemia y en buena medida está tensando la relación con México.

La mayor parte de la producción del fentanilo, se está elaborando en laboratorios clandestinos chinos, quienes lo distribuyen por el mundo, sin que hasta ahora las autoridades de Beijing hayan hecho algo significativo al respecto

Siendo el fentanilo un opioide sintético, su comercialización clandestina para fines de narcotráfico, ha perjudicado seriamente a los productores de amapola, planta de la que se deriva la goma de opio y cuya comercialización también es clandestina, con la que un kilo ha pasado de comercializarse en 1,300 dólares, a tan solo 200, en tan solo los dos últimos años.

El problema con el fentanilo, es que tampoco se puede o debe erradicar del todo su producción, ya que en su calidad de opiáceo sintético, se utiliza para tratar el dolor de enfermedades como el cáncer, utilizándose en medicina también como analgésico y anestésico, principalmente en operaciones, ya que su potencia es superior a la morfina, empleándose por vía transdérmica, por vía sublingual, en forma de aerosol nasal, pastillas, vía intravenosa y epidural.

Este contraste en el uso del fentanilo, que bien aprovechado puede salvar vidas y ayudar en la atención de la salud, pero que con un mal aprovechamiento es una poderosa droga, complica el combate de su tráfico ilegal, por lo que constituye un reto mayúsculo para todos los países que se ven involucrados en su comercialización.

Es una situación que hace del combate al narcotráfico, algo cada vez más complejo y del mundo de las adicciones, algo cada vez más mortal.


FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre

El mundo de las drogas se torna cada vez más peligroso, adictivo y al alcance de las generaciones más jóvenes, poniendo en peligro a las nuevas generaciones, a los países e incluso a nuestra viabilidad como especie.

Es mucho lo que se habla de que el consumo del tabaco y el alcohol, son puertas hacia la búsqueda de estupefacientes, el que en otra época y actualmente cada vez menos, solía comenzar con fumar marihuana, siendo un siguiente paso el inhalar cocaína y cada vez con más frecuencia el inyectarse heroína.

En algún punto entre otro eso, ha estado el suministrarse Ácido Lisérgico (LSD) y metanfetaminas (también conocidas como tachas), además de que no han faltado quienes consumen crack, una peligrosa droga hecha con los deshechos derivados de la fabricación de la cocaína, la que desde la primera dosis puede causar daños de por vida, adicción al instante y en no pocos casos, la muerte, ya que la frontera entre el consumo habitual y la sobredosis, es muy tenue.

Lo más dramático del mundo de las drogas, radica en que cada vez con mayor frecuencia surge una nueva, capaz de causar efectos más alucinantes y con ellos, daños irreparables, como la pérdida de la conciencia o de la vida misma. Son muchos los drogadictos que han dado testimonio de que, al consumir cada dosis, lo hacían con el miedo que implica el que en cada ocasión pueden provocarse un infarto o derrame cerebral.

Actualmente, la droga que más preocupación está generando en Estados Unidos, es el fentanilo, que es un narcótico sintético opioide, sobre el que hay una alerta a nivel internacional y que es especialmente conocida en Estados Unidos, China y México, pero que empieza ya a comercializarse en naciones de la Unión Europea, como España, Francia e Italia.

El fentanilo es una droga que se calcula resulta 50 veces más potente que la heroína, tanto en efecto, como en el daño que le provoca al cuerpo humano. Tan solo dos miligramos de esta droga, resultan una dosis mortal para un adicto, lo que se agrava, ya que sus consumidores suelen mezclarla con heroína, cocaína o metanfetaminas, escondiéndoles en envoltorios de pastillas de libre comercialización, por lo que en Estados Unidos su consumo es ya considerado una epidemia y en buena medida está tensando la relación con México.

La mayor parte de la producción del fentanilo, se está elaborando en laboratorios clandestinos chinos, quienes lo distribuyen por el mundo, sin que hasta ahora las autoridades de Beijing hayan hecho algo significativo al respecto

Siendo el fentanilo un opioide sintético, su comercialización clandestina para fines de narcotráfico, ha perjudicado seriamente a los productores de amapola, planta de la que se deriva la goma de opio y cuya comercialización también es clandestina, con la que un kilo ha pasado de comercializarse en 1,300 dólares, a tan solo 200, en tan solo los dos últimos años.

El problema con el fentanilo, es que tampoco se puede o debe erradicar del todo su producción, ya que en su calidad de opiáceo sintético, se utiliza para tratar el dolor de enfermedades como el cáncer, utilizándose en medicina también como analgésico y anestésico, principalmente en operaciones, ya que su potencia es superior a la morfina, empleándose por vía transdérmica, por vía sublingual, en forma de aerosol nasal, pastillas, vía intravenosa y epidural.

Este contraste en el uso del fentanilo, que bien aprovechado puede salvar vidas y ayudar en la atención de la salud, pero que con un mal aprovechamiento es una poderosa droga, complica el combate de su tráfico ilegal, por lo que constituye un reto mayúsculo para todos los países que se ven involucrados en su comercialización.

Es una situación que hace del combate al narcotráfico, algo cada vez más complejo y del mundo de las adicciones, algo cada vez más mortal.


FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre