/ jueves 19 de mayo de 2022

Finlandia y Suecia: su ingreso a la OTAN

Las relaciones entre países vecinos no siempre son sencillas, ya que la influencia de hechos pasados es altamente importante en el presente, aunque esto no siempre es inamovible, pero sí en el caso entre Finlandia y Suecia con Rusia.

Finlandia no ha tenido un pasado terso con la nación eslava. Si bien logró su independencia de ésta en 1917, sostuvo dos conflictos bélicos con ella durante la Segunda Guerra Mundial. El primero se libró entre noviembre de 1939 y marzo de 1940. Conocida como la guerra de Invierno, el Gobierno soviético decidió invadir Finlandia para anexarla a su territorio y, así, proteger su seguridad nacional, a fin de no ser atacado por la Alemania nazi desde el país nórdico.

Después de 105 días de beligerancia, ambos países suscribieron el Tratado de Moscú, derivado del cual Finlandia perdió más del 10 por ciento de su territorio, aunque logró preservar su independencia como nación.

El segundo conflicto soviético-finlandés estalló en 1941 cuando, en el marco de la guerra germano-soviética, las tropas finlandesas —que apoyaban al ejército alemán— invadieron a la antigua URSS para recuperar el territorio perdido meses atrás. Sin embargo, las tropas soviéticas volvieron a derrotar a las finlandesas, obligando al país a firmar un armisticio que le impuso el estatus de neutralidad, así como la confirmación de las fronteras delineadas en marzo de 1940.

Después de varios años y con la disolución de la antigua URSS en 1991, Finlandia pudo tener mayor espacio de decisión política e ingresó a la Unión Europea (UE) en 1992.

Por su parte, Suecia perdió parte de su territorio en 1809 durante la denominada guerra Finlandesa, en la que pasó a ser parte Rusia. Para 1834, el país nórdico adoptó su política de neutralidad, y en 1995 ingresó a la UE.

Actualmente, ambos países temen una eventual invasión rusa, cuya sospecha ha ido creciendo a raíz de la guerra que tiene lugar en Ucrania desde febrero de 2022.

Cabe recordar que Finlandia comparte una frontera de alrededor de 1,300 kilómetros con la nación eslava. Por ello, el país nórdico es estratégico geopolítica y militarmente para Rusia.

En tal sentido, el Ejecutivo finlandés replanteó su posición de neutralidad, por lo que el 12 de mayo de 2022 anunció su intención de adherirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo cual ya ha sido secundado por su Parlamento con 188 votos a favor y 8 en contra.

Suecia hizo lo propio el lunes pasado, ya que la primera ministra, la socialdemócrata Magdalena Andersson, anunció formalmente que su país solicitará su adhesión a la OTAN. Aseveró que si Suecia se convirtiera en el único país báltico que no pertenece a la Organización, se encontraría en una posición muy vulnerable.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha indicado recibir con los brazos abiertos a Finlandia y Suecia, además de su disposición a ofrecer garantías de seguridad para ambos países durante el proceso de adhesión.

Sin embargo, el Gobierno ruso ha hecho diversas declaraciones en el marco de estas eventuales adhesiones a dicho organismo. Ya en febrero de 2022, expresaba que la adhesión de Finlandia y Suecia es principalmente un bloque militar que tendría graves consecuencias castrenses y políticas que requerirían que Rusia asumiera medidas recíprocas.

Expresó, asimismo, que Rusia será forzada a tomar medidas de represalia, tanto técnico-militares como de otra naturaleza, para neutralizar las amenazas que se presenten a su seguridad nacional.

En este estado de cosas, el mundo observa con preocupación el aumento de las tensiones en la región europea. Lo deseable es que todas las partes solucionen sus controversias por la vía pacífica. A nadie conviene una eventual tercera conflagración mundial.

La prudencia, la inteligencia y la visión de largo plazo, así como el papel que desempeñen organismos como las Naciones Unidas, son vitales para disminuir las tensiones y dar viabilidad a un futuro mundial sin conflictos o guerras que pudieran traer consecuencias irreversibles.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA


Las relaciones entre países vecinos no siempre son sencillas, ya que la influencia de hechos pasados es altamente importante en el presente, aunque esto no siempre es inamovible, pero sí en el caso entre Finlandia y Suecia con Rusia.

Finlandia no ha tenido un pasado terso con la nación eslava. Si bien logró su independencia de ésta en 1917, sostuvo dos conflictos bélicos con ella durante la Segunda Guerra Mundial. El primero se libró entre noviembre de 1939 y marzo de 1940. Conocida como la guerra de Invierno, el Gobierno soviético decidió invadir Finlandia para anexarla a su territorio y, así, proteger su seguridad nacional, a fin de no ser atacado por la Alemania nazi desde el país nórdico.

Después de 105 días de beligerancia, ambos países suscribieron el Tratado de Moscú, derivado del cual Finlandia perdió más del 10 por ciento de su territorio, aunque logró preservar su independencia como nación.

El segundo conflicto soviético-finlandés estalló en 1941 cuando, en el marco de la guerra germano-soviética, las tropas finlandesas —que apoyaban al ejército alemán— invadieron a la antigua URSS para recuperar el territorio perdido meses atrás. Sin embargo, las tropas soviéticas volvieron a derrotar a las finlandesas, obligando al país a firmar un armisticio que le impuso el estatus de neutralidad, así como la confirmación de las fronteras delineadas en marzo de 1940.

Después de varios años y con la disolución de la antigua URSS en 1991, Finlandia pudo tener mayor espacio de decisión política e ingresó a la Unión Europea (UE) en 1992.

Por su parte, Suecia perdió parte de su territorio en 1809 durante la denominada guerra Finlandesa, en la que pasó a ser parte Rusia. Para 1834, el país nórdico adoptó su política de neutralidad, y en 1995 ingresó a la UE.

Actualmente, ambos países temen una eventual invasión rusa, cuya sospecha ha ido creciendo a raíz de la guerra que tiene lugar en Ucrania desde febrero de 2022.

Cabe recordar que Finlandia comparte una frontera de alrededor de 1,300 kilómetros con la nación eslava. Por ello, el país nórdico es estratégico geopolítica y militarmente para Rusia.

En tal sentido, el Ejecutivo finlandés replanteó su posición de neutralidad, por lo que el 12 de mayo de 2022 anunció su intención de adherirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo cual ya ha sido secundado por su Parlamento con 188 votos a favor y 8 en contra.

Suecia hizo lo propio el lunes pasado, ya que la primera ministra, la socialdemócrata Magdalena Andersson, anunció formalmente que su país solicitará su adhesión a la OTAN. Aseveró que si Suecia se convirtiera en el único país báltico que no pertenece a la Organización, se encontraría en una posición muy vulnerable.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha indicado recibir con los brazos abiertos a Finlandia y Suecia, además de su disposición a ofrecer garantías de seguridad para ambos países durante el proceso de adhesión.

Sin embargo, el Gobierno ruso ha hecho diversas declaraciones en el marco de estas eventuales adhesiones a dicho organismo. Ya en febrero de 2022, expresaba que la adhesión de Finlandia y Suecia es principalmente un bloque militar que tendría graves consecuencias castrenses y políticas que requerirían que Rusia asumiera medidas recíprocas.

Expresó, asimismo, que Rusia será forzada a tomar medidas de represalia, tanto técnico-militares como de otra naturaleza, para neutralizar las amenazas que se presenten a su seguridad nacional.

En este estado de cosas, el mundo observa con preocupación el aumento de las tensiones en la región europea. Lo deseable es que todas las partes solucionen sus controversias por la vía pacífica. A nadie conviene una eventual tercera conflagración mundial.

La prudencia, la inteligencia y la visión de largo plazo, así como el papel que desempeñen organismos como las Naciones Unidas, son vitales para disminuir las tensiones y dar viabilidad a un futuro mundial sin conflictos o guerras que pudieran traer consecuencias irreversibles.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

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