Visibilizar un problema social es solo el inicio de un proceso de cambio. Después, deben instrumentarse mecanismos para frenarlo, poner a disposición recursos públicos para su atención a través de instituciones y programas y, con el paso del tiempo, monitorear y evaluar los resultados. En este tenor, es importante analizar y hacer visible el trabajo, poco conocido, que ha realizado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en cuanto a la fiscalización de los recursos que la federación ha invertido para promover la igualdad de género en ejercicios pasados.
Al Instituto Nacional de la Mujeres, la ASF le ha practicado un total de 12 auditorías, con el fin de verificar el cumplimento financiero y el desempeño del Instituto, así como una evaluación de la política pública de igualdad entre mujeres y hombres. El resultado de estas revisiones derivó en 59 recomendaciones, como la de la necesaria homologación legislativa y los subsecuentes trabajos de armonización en los estados, estas deberán ser base del trabajo de las y los legisladores más socorridos.
En dicha evaluación la ASF consideró que la CNDH debe establecer mecanismos para difundir de mejor manera los principales resultados de su trabajo relacionado con la igualdad entre mujeres y hombres, así como la debida atención a sus recomendaciones.
Al CONAVIM se le han realizado 3 auditorías que originaron 22 recomendaciones dirigidas a mejorar el control interno y la sistematización de la información correspondiente al monitoreo del cumplimiento de metas y objetivos, entre otros. Esta Comisión es crucial en la prevención y combate institucional a la violencia de género.
Para la revisión de la Cuenta Pública 2019, la ASF tiene contempladas, además de la pertinente auditoría al Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, dos evaluaciones a las políticas públicas 1) de Atención Médica Preventiva para Mujeres sin Seguridad Social y 2) de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Son pocos los lugares del mundo en los que se hacen auditorías tomando en cuenta el factor género, lo que se antoja inaplazable frente al panorama social presente. Los trabajos que realiza la ASF dejan ver, el camino incipiente de una futura fiscalización con perspectiva de género en México.
Hoy más que nunca, una política integral, un presupuesto transversal que inserte la perspectiva de género en todos los ámbitos, además de su adecuada ejecución y fiscalización, podrían ser una gran contribución para mejorar la calidad de vida de millones de mujeres y avanzar en una política pública de igualdad, integral y coordinada que urge en el país. Por cierto, ¡el 9 ninguna se mueve!
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@ClauCorichi
