/ jueves 26 de julio de 2018

Formación religiosa de los políticos

VER

Hace unos 40 años, cuando yo era coordinador del equipo diocesano de pastoral vocacional, organizamos un retiro para jóvenes líderes de diferentes movimientos, sobre todo de Jornadas de Vida Cristiana, para reflexionar sobre la vocación política de los laicos. Quien era presidente de este movimiento, pensaba ser sacerdote. A raíz de este retiro, decidió entrar a la política, inspirado por el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. Escaló varios puestos de primer nivel, tanto en su municipio, como en el Estado y en el país. Ese ambiente es muy difícil de evangelizar, porque hay demasiados intereses, pero se esforzó por que la semilla sembrada en su corazón diera frutos.

Siendo obispo de San Cristóbal de Las Casas, con ocasión de la visita pastoral a parroquias de la ciudad, convoqué a los líderes de los diferentes partidos políticos, para escucharlos sobre la realidad del municipio y qué esperaban de la diócesis. Me pidieron que los reuniera con más frecuencia, porque, me decían, sólo aquí nos podemos encontrar y dialogar en forma pacífica, pues fuera de aquí, todo son divisiones y enfrentamientos.

Todos los candidatos presidenciales recientes se declararon católicos, cuando los obispos les preguntamos al respecto. También quien resultó ganador. Sin embargo, éste nos dijo que, siendo de raíz católica, se declara cristiano en su sentido más amplio. No que pertenezca a alguna denominación evangélica, sino porque, es mi opinión, declarándose cristiano, sería aceptado también por los protestantes.

Los hermanos evangélicos han de analizar a qué se debe que el Partido Encuentro Social (PES), que promovieron, no haya logrado el porcentaje requerido y tenga que desaparecer a nivel nacional. Era un intento de que la fe cristiana estuviera más presente en la política y en los ámbitos legislativos, para sembrar los valores cristianos en la sociedad, defender la vida y la familia. Yo les animo a seguir luchando por este ideal, sobre todo a los hermanos mormones, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que le pusieron todo el empeño de su corazón. Hay otras formas de hacer presencia, sobre todo con el número de legisladores que lograron. No hace falta un partido confesional.

PENSAR

El Papa Francisco, en un mensaje a católicos políticos, cuestionó: “En verdad, en un continente con un gran número de bautizados en la Iglesia católica, de sustrato cultural católico, en el que la tradición católica está todavía muy vigente en los pueblos y en el que abundan las grandes manifestaciones de la piedad popular, ¿cómo es posible que los católicos aparezcan más bien irrelevantes en la escena política, incluso asimilados a una lógica mundana? Es cierto que hay testimonios de católicos ejemplares en la escena pública, pero se nota la ausencia de corrientes fuertes que estén abriendo camino al Evangelio en la vida política de las naciones. Y esto no quiere decir hacer proselitismo a través de la política; nada que ver” (I-XII-2017).


ACTUAR

Quienes fueron elegidos para gobernar y legislar, si son creyentes en Jesucristo, esfuércense por demostrar los criterios y las actitudes del Evangelio en su forma de vivir y de servir. No se trata de hacer proselitismo, sino de promover los valores que dan vida al pueblo, como la justicia, la verdad, la solidaridad, la defensa de los pobres y la promoción de los marginados. Y dediquen tiempo a su formación integral, también la religiosa, para que sean mejores servidores de la comunidad.


VER

Hace unos 40 años, cuando yo era coordinador del equipo diocesano de pastoral vocacional, organizamos un retiro para jóvenes líderes de diferentes movimientos, sobre todo de Jornadas de Vida Cristiana, para reflexionar sobre la vocación política de los laicos. Quien era presidente de este movimiento, pensaba ser sacerdote. A raíz de este retiro, decidió entrar a la política, inspirado por el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. Escaló varios puestos de primer nivel, tanto en su municipio, como en el Estado y en el país. Ese ambiente es muy difícil de evangelizar, porque hay demasiados intereses, pero se esforzó por que la semilla sembrada en su corazón diera frutos.

Siendo obispo de San Cristóbal de Las Casas, con ocasión de la visita pastoral a parroquias de la ciudad, convoqué a los líderes de los diferentes partidos políticos, para escucharlos sobre la realidad del municipio y qué esperaban de la diócesis. Me pidieron que los reuniera con más frecuencia, porque, me decían, sólo aquí nos podemos encontrar y dialogar en forma pacífica, pues fuera de aquí, todo son divisiones y enfrentamientos.

Todos los candidatos presidenciales recientes se declararon católicos, cuando los obispos les preguntamos al respecto. También quien resultó ganador. Sin embargo, éste nos dijo que, siendo de raíz católica, se declara cristiano en su sentido más amplio. No que pertenezca a alguna denominación evangélica, sino porque, es mi opinión, declarándose cristiano, sería aceptado también por los protestantes.

Los hermanos evangélicos han de analizar a qué se debe que el Partido Encuentro Social (PES), que promovieron, no haya logrado el porcentaje requerido y tenga que desaparecer a nivel nacional. Era un intento de que la fe cristiana estuviera más presente en la política y en los ámbitos legislativos, para sembrar los valores cristianos en la sociedad, defender la vida y la familia. Yo les animo a seguir luchando por este ideal, sobre todo a los hermanos mormones, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que le pusieron todo el empeño de su corazón. Hay otras formas de hacer presencia, sobre todo con el número de legisladores que lograron. No hace falta un partido confesional.

PENSAR

El Papa Francisco, en un mensaje a católicos políticos, cuestionó: “En verdad, en un continente con un gran número de bautizados en la Iglesia católica, de sustrato cultural católico, en el que la tradición católica está todavía muy vigente en los pueblos y en el que abundan las grandes manifestaciones de la piedad popular, ¿cómo es posible que los católicos aparezcan más bien irrelevantes en la escena política, incluso asimilados a una lógica mundana? Es cierto que hay testimonios de católicos ejemplares en la escena pública, pero se nota la ausencia de corrientes fuertes que estén abriendo camino al Evangelio en la vida política de las naciones. Y esto no quiere decir hacer proselitismo a través de la política; nada que ver” (I-XII-2017).


ACTUAR

Quienes fueron elegidos para gobernar y legislar, si son creyentes en Jesucristo, esfuércense por demostrar los criterios y las actitudes del Evangelio en su forma de vivir y de servir. No se trata de hacer proselitismo, sino de promover los valores que dan vida al pueblo, como la justicia, la verdad, la solidaridad, la defensa de los pobres y la promoción de los marginados. Y dediquen tiempo a su formación integral, también la religiosa, para que sean mejores servidores de la comunidad.