/ miércoles 24 de enero de 2018

Fortalezas: Crecimiento y empleo

Uno de los retos del presente año es que el país allane las tribulaciones que producen las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El aspecto es importante y eminentemente comercial, pero de manera central relacionado con Estados Unidos. El tema toca a la percepción de los actores económicos y sociales sobre la capacidad de la economía para mantener su estabilidad y seguir creciendo con una gran generación de empleos y recuperación del salario como ha venido ocurriendo, es de destacar que tanto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como el Banco de México, han tenido –y tienen-  la suficiente capacidad de respuesta para moderar la especulación en los mercados y restar incertidumbre a la economía.

A ello hay que agregar que la economía mexicana ha seguido mostrando un desempeño positivo pese a que hace un año dado el tono del discurso del nuevo gobierno estadounidense hacia México comenzó a afectar la perspectiva sobre el desempeño del país.

Es importante reconocer que a lo largo de la presente administración se tomaron medidas que cambiaron las capacidades de la economía y que paso a paso se comienzan a ver resultados. La economía mexicana ha seguido creciendo, no a lo que se requiere, pero no ha perdido su paso, es decir, sigue mostrando variaciones positivas del                  2.5 por ciento anual real. Lo relevante es que este crecimiento se acompañó de un histórico crecimiento del empleo, además, empleo formal.  Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, de noviembre de 2012 a diciembre de 2017, indican que bajo esta administración se generaron 3.1 millones de trabajos formales; se trata de algo no visto en décadas. Esta cifra récord además contempla el hecho de que en el último año se crearon más de 800 mil de estas plazas, pese a la incertidumbre que se vivió.

Esto quiere decir que las fortalezas construidas por el país permitieron que la incertidumbre de hace un año no afectara en los hechos la dinámica que traía el país;    es decir, se siguió creciendo y generando empleos. 

Es importante también considerar lo que recientemente publicó uno de los organismos internacionales que supervisa el desempeño de los países, el Fondo Monetario Internacional, quien anunció que México podría crecer a una tasa de por lo menos 2.3% en este año, lo cual significa que a pesar del escenario de negociación y las inquietudes que traiga consigo, el país mantiene su capacidad de seguir avanzando.

Por otra parte, no hay que dejar de señalar que en un esfuerzo nacional, el Gobierno de la República, sumado a la fuerza de la iniciativa privada y de la mano del sentir de los trabajadores; esto es, en un gran esfuerzo tripartito y de acuerdo nacional, dio pie al incremento del salario mínimo. En lo que va de esta administración el salario mínimo aumentó de 62 pesos a 88 pesos. Este avance alivia las necesidades de muchos trabajadores y sus familias y se encuentra vinculado a la manera como el inversor privado ha visto que puede contratar más gente, porque puede producir y vender más.

La estrategia gubernamental de creación de opciones para el desarrollo ha sido clara. Bajo el nuevo marco de actuación pública se fueron creando opciones de inversión y generación de empleo que, además, se vincularon a una mejoría salarial. La economía sigue creciendo y da margen para que gobierno, sector privado y sector social participen en el crecimiento y en la mejoría en las condiciones de vida de la población.

Esta situación representa una fortaleza del país, que se basa en la comunión de intereses entre los principales actores económicos del país y es muestra de que aún con los episodios de incertidumbre, es evidente que México tiene rumbo y que bajo la visión y conducción del Gobierno de la República se observan resultados positivos, lo cual es un activo social para enfrentar las contigencias que se pudieran presentar.  

Por eso en las semanas por venir, hay que tener claro que ante cualquier tipo de escenario adverso que se llegara a presentar, Mexico es mucho más que un acuerdo comercial y que ya ha demostrado que bajo el acuerdo social es posible avanzar y consolidar un clima de negocios, crecimiento y empleo favorable para la población.

Directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas

Uno de los retos del presente año es que el país allane las tribulaciones que producen las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El aspecto es importante y eminentemente comercial, pero de manera central relacionado con Estados Unidos. El tema toca a la percepción de los actores económicos y sociales sobre la capacidad de la economía para mantener su estabilidad y seguir creciendo con una gran generación de empleos y recuperación del salario como ha venido ocurriendo, es de destacar que tanto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como el Banco de México, han tenido –y tienen-  la suficiente capacidad de respuesta para moderar la especulación en los mercados y restar incertidumbre a la economía.

A ello hay que agregar que la economía mexicana ha seguido mostrando un desempeño positivo pese a que hace un año dado el tono del discurso del nuevo gobierno estadounidense hacia México comenzó a afectar la perspectiva sobre el desempeño del país.

Es importante reconocer que a lo largo de la presente administración se tomaron medidas que cambiaron las capacidades de la economía y que paso a paso se comienzan a ver resultados. La economía mexicana ha seguido creciendo, no a lo que se requiere, pero no ha perdido su paso, es decir, sigue mostrando variaciones positivas del                  2.5 por ciento anual real. Lo relevante es que este crecimiento se acompañó de un histórico crecimiento del empleo, además, empleo formal.  Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, de noviembre de 2012 a diciembre de 2017, indican que bajo esta administración se generaron 3.1 millones de trabajos formales; se trata de algo no visto en décadas. Esta cifra récord además contempla el hecho de que en el último año se crearon más de 800 mil de estas plazas, pese a la incertidumbre que se vivió.

Esto quiere decir que las fortalezas construidas por el país permitieron que la incertidumbre de hace un año no afectara en los hechos la dinámica que traía el país;    es decir, se siguió creciendo y generando empleos. 

Es importante también considerar lo que recientemente publicó uno de los organismos internacionales que supervisa el desempeño de los países, el Fondo Monetario Internacional, quien anunció que México podría crecer a una tasa de por lo menos 2.3% en este año, lo cual significa que a pesar del escenario de negociación y las inquietudes que traiga consigo, el país mantiene su capacidad de seguir avanzando.

Por otra parte, no hay que dejar de señalar que en un esfuerzo nacional, el Gobierno de la República, sumado a la fuerza de la iniciativa privada y de la mano del sentir de los trabajadores; esto es, en un gran esfuerzo tripartito y de acuerdo nacional, dio pie al incremento del salario mínimo. En lo que va de esta administración el salario mínimo aumentó de 62 pesos a 88 pesos. Este avance alivia las necesidades de muchos trabajadores y sus familias y se encuentra vinculado a la manera como el inversor privado ha visto que puede contratar más gente, porque puede producir y vender más.

La estrategia gubernamental de creación de opciones para el desarrollo ha sido clara. Bajo el nuevo marco de actuación pública se fueron creando opciones de inversión y generación de empleo que, además, se vincularon a una mejoría salarial. La economía sigue creciendo y da margen para que gobierno, sector privado y sector social participen en el crecimiento y en la mejoría en las condiciones de vida de la población.

Esta situación representa una fortaleza del país, que se basa en la comunión de intereses entre los principales actores económicos del país y es muestra de que aún con los episodios de incertidumbre, es evidente que México tiene rumbo y que bajo la visión y conducción del Gobierno de la República se observan resultados positivos, lo cual es un activo social para enfrentar las contigencias que se pudieran presentar.  

Por eso en las semanas por venir, hay que tener claro que ante cualquier tipo de escenario adverso que se llegara a presentar, Mexico es mucho más que un acuerdo comercial y que ya ha demostrado que bajo el acuerdo social es posible avanzar y consolidar un clima de negocios, crecimiento y empleo favorable para la población.

Directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas