/ sábado 17 de abril de 2021

¿Fraude?... ¡De no dar crédito!

¿Fraude con el que amenaza la 4T? Sí, a cargo de ellos. De no creerse un tlatoani fuera de órbita, arengando con un discurso de funestas consecuencias. De no creerse la barbarie de un sátrapa de los calibres de Salgado Macedonio. De no creerse la incoherencia y el porrismo de Mario Delgado. De no creerse que, una millonada de inocentes aztecas, les ¡crea! una palabra de sus falsedades.

La estrategia es clara: dinamitar al Instituto Nacional Electoral, arrastrarlo por el fango de la calumnia y sembrar la idea de que se prepara un fraude, en contra de los candidatos de Morena. Si no fuéramos un país, con un grueso sector de la ciudadana, influenciable, sería de carcajada.

De no creerse que un fulano impresentable, como Salgado Macedonio, amenazara a los 7 consejeros electorales y en especial, hasta de muerte, a su Presidente, Lorenzo Córdova. Frente a la congruencia y consistencia del INE, al sostener el retiro a su registro para la gubernatura de Guerrero, su respuesta fue la de un delincuente agresivo.

Lo más inconcebible es que las autoridades se quedaran como si tal cosa. El tuiter de la Secretaria de Gobernación, Sánchez Cordero, de ignominia: Llamó ¡a ambos!, a “conducirse dentro de la legalidad y el respeto”. ¿En qué momento la institución electoral le ha fallado a la aplicación de la ley, ha insultado o denigrado al violentísimo personajillo? De no creerse que, una mujer que se presumió jurista y apegada a la ética, se haya transformado en una servil transmisora de las locuras del emperador de Palacio.

El majadero de Marras, se siente cobijado en su impunidad. Si a cualquiera se le pasara por la cabeza, armar la trifulca que organizó a las puertas del INE, en cualquier país democrático y civilizado, estaría tras las rejas. En manos, como estamos, de la absoluta desaparición del Estado de Derecho, el delito que proviene de las hordas en el poder, tiene licencia.

¿Y Mario Delgado? Apapachando al impresentable, forrándose de la misma calaña e insultando al órgano electoral, por negarse a romper con una norma, que surgió de la propia Izquierda (Aunque él, en su carácter camaleónico, no tenga ideología). Un rastrero oportunista, capaz de aplaudir la violencia incontenible del forajido que considera que solo él podrá llegar a la silla embrujada estatal.

De no creerse el extravío mental del tabasqueño, en sus peroratas mañaneras. Dijo ufano, que “no le preocupaba tener la mayoría congresista, porque a los conservadores se les olvidaba que tiene derecho de veto. Que en caso de que quieran anular sus programas sociales, por populistas, lo puede ejercer”. En primer término, prepotente, reconoció que “sus programas sociales son populistas”. Lo serio de su palabrería es la mentira –no se pueden eliminar las ayudas porque ya son ley- y su dicho solo busca inocular desconfianza en los posibles votantes. Se olvida que muchos de estos apoyos vienen de largo y antes incluso, se otorgaban con más orden y generalizados a quien los necesitara –no al puro sector de simpatizantes de morena, como ahora-.

De no creerse la falta de memoria histórica. Tan fácil como remontarse al Salinato y recordar la efervescencia politiquera previa a las elecciones, que culminó en la violencia brutal del homicidio de Luis Donaldo Colosio. El fuego acabó en sangre. De no creerse el que ahora, se fomente desde la máxima autoridad. Todo hace pensar en que para allá vamos.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

¿Fraude con el que amenaza la 4T? Sí, a cargo de ellos. De no creerse un tlatoani fuera de órbita, arengando con un discurso de funestas consecuencias. De no creerse la barbarie de un sátrapa de los calibres de Salgado Macedonio. De no creerse la incoherencia y el porrismo de Mario Delgado. De no creerse que, una millonada de inocentes aztecas, les ¡crea! una palabra de sus falsedades.

La estrategia es clara: dinamitar al Instituto Nacional Electoral, arrastrarlo por el fango de la calumnia y sembrar la idea de que se prepara un fraude, en contra de los candidatos de Morena. Si no fuéramos un país, con un grueso sector de la ciudadana, influenciable, sería de carcajada.

De no creerse que un fulano impresentable, como Salgado Macedonio, amenazara a los 7 consejeros electorales y en especial, hasta de muerte, a su Presidente, Lorenzo Córdova. Frente a la congruencia y consistencia del INE, al sostener el retiro a su registro para la gubernatura de Guerrero, su respuesta fue la de un delincuente agresivo.

Lo más inconcebible es que las autoridades se quedaran como si tal cosa. El tuiter de la Secretaria de Gobernación, Sánchez Cordero, de ignominia: Llamó ¡a ambos!, a “conducirse dentro de la legalidad y el respeto”. ¿En qué momento la institución electoral le ha fallado a la aplicación de la ley, ha insultado o denigrado al violentísimo personajillo? De no creerse que, una mujer que se presumió jurista y apegada a la ética, se haya transformado en una servil transmisora de las locuras del emperador de Palacio.

El majadero de Marras, se siente cobijado en su impunidad. Si a cualquiera se le pasara por la cabeza, armar la trifulca que organizó a las puertas del INE, en cualquier país democrático y civilizado, estaría tras las rejas. En manos, como estamos, de la absoluta desaparición del Estado de Derecho, el delito que proviene de las hordas en el poder, tiene licencia.

¿Y Mario Delgado? Apapachando al impresentable, forrándose de la misma calaña e insultando al órgano electoral, por negarse a romper con una norma, que surgió de la propia Izquierda (Aunque él, en su carácter camaleónico, no tenga ideología). Un rastrero oportunista, capaz de aplaudir la violencia incontenible del forajido que considera que solo él podrá llegar a la silla embrujada estatal.

De no creerse el extravío mental del tabasqueño, en sus peroratas mañaneras. Dijo ufano, que “no le preocupaba tener la mayoría congresista, porque a los conservadores se les olvidaba que tiene derecho de veto. Que en caso de que quieran anular sus programas sociales, por populistas, lo puede ejercer”. En primer término, prepotente, reconoció que “sus programas sociales son populistas”. Lo serio de su palabrería es la mentira –no se pueden eliminar las ayudas porque ya son ley- y su dicho solo busca inocular desconfianza en los posibles votantes. Se olvida que muchos de estos apoyos vienen de largo y antes incluso, se otorgaban con más orden y generalizados a quien los necesitara –no al puro sector de simpatizantes de morena, como ahora-.

De no creerse la falta de memoria histórica. Tan fácil como remontarse al Salinato y recordar la efervescencia politiquera previa a las elecciones, que culminó en la violencia brutal del homicidio de Luis Donaldo Colosio. El fuego acabó en sangre. De no creerse el que ahora, se fomente desde la máxima autoridad. Todo hace pensar en que para allá vamos.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq