/ jueves 8 de febrero de 2018

Fuera de agenda

  • Arranca la sucesión en la Sedena

Fue una imagen que tuvo varias lecturas al interior de las Fuerzas Armadas. Se trató de la fotografía donde apareció un general de alto rango del Ejército mexicano que acompañó el pasado jueves 1 de febrero a la embajadora Roberta Jacobson, y al subsecretario para América del Norte Carlos Sada, en la escalerilla del avión para recibir al secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson en su visita al país.

Solo dos periódicos al día siguiente publicaron la imagen en su portada, alguno más en interiores, ninguno de ellos identificó al militar ni en sus notas ni en los pies de foto. Se trató del general de división Pedro Felipe Gurrola Ramírez, actual inspector y contralor general del Ejército y Fuerza Aérea, oficial de zapadores reclasificado como arma blindada, con una hoja de servicios que lo coloca como uno de los militares más destacados para suceder en diciembre próximo a Salvador Cienfuegos Zepeda al frente de la secretaría de la Defensa Nacional.

La primera lectura fue que con su presencia el alto mando militar envío un mensaje con uno de los oficiales más preparados y quien mejor conoce la situación de seguridad en las regiones más complejas del país. El general Gurrola Ramírez habla inglés, estuvo hace algunos años en la agregaduría militar en la Embajada de México en Washington. Estudió comando y estado mayor general en Fort Leavenworth, Kansas; hizo el curso de ranger en Fort Benning, Georgia, y el de administración internacional de recursos de defensa en la escuela para posgraduados de la armada norteamericana en Monterey, California.

En el último tramo del sexenio de Felipe Calderón y en el inicio de la actual administración, el general Gurrola fue comandante de la Fuerza de Tarea Sierra Madre, con cuartel en Badiraguato, Sinaloa, y fue de los pocos militares que tuvo la confianza de los estadounidenses para recibir información de inteligencia sobre la ubicación y movimientos en esa zona del país de Joaquín El Chapo Guzmán. El general dejó tierra sinaloense tras un operativo fallido en noviembre del 2012 para detener a Orso Iván Gastelum, jefe de escoltas de Guzmán, quien caería en enero del 2016 junto al capo en Los Mochis.

De Sinaloa fue enviado como comandante de la octava zona militar a Reynosa, en la conflictiva frontera con Texas le tocó enfrentar a los grupos criminales que se dividieron tras la caída de líderes regionales del otrora cártel del Golfo. De Tamaulipas pasó a Michoacán, donde fue designado por el presidente Enrique Peña Nieto comisionado de seguridad para el estado, en sustitución de Alfredo Castillo Cervantes. Esa encomienda la tuvo después de ser nombrado comandante de la doceava región militar con cuartel en Irapuato, y jurisdicción en tierra michoacana, Guanajuato y Querétaro. En septiembre del 2016 el general mostró sus habilidades negociadoras cuando encaró a un grupo de civiles en Tepalcatepec que impidieron al gobernador perredista Silvano Aureoles, aterrizar en su helicóptero en la localidad.

Sin contar a los actuales comandantes de las 12 regiones militares, dos de los generales que lo acompañarían en la terna que se acostumbra presentar al presidente electo por el secretario de la Defensa saliente, son el actual subsecretario Roble Arturo Granados Gallardo y el oficial mayor Eduardo Emilio Zárate Landero.

  • Arranca la sucesión en la Sedena

Fue una imagen que tuvo varias lecturas al interior de las Fuerzas Armadas. Se trató de la fotografía donde apareció un general de alto rango del Ejército mexicano que acompañó el pasado jueves 1 de febrero a la embajadora Roberta Jacobson, y al subsecretario para América del Norte Carlos Sada, en la escalerilla del avión para recibir al secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson en su visita al país.

Solo dos periódicos al día siguiente publicaron la imagen en su portada, alguno más en interiores, ninguno de ellos identificó al militar ni en sus notas ni en los pies de foto. Se trató del general de división Pedro Felipe Gurrola Ramírez, actual inspector y contralor general del Ejército y Fuerza Aérea, oficial de zapadores reclasificado como arma blindada, con una hoja de servicios que lo coloca como uno de los militares más destacados para suceder en diciembre próximo a Salvador Cienfuegos Zepeda al frente de la secretaría de la Defensa Nacional.

La primera lectura fue que con su presencia el alto mando militar envío un mensaje con uno de los oficiales más preparados y quien mejor conoce la situación de seguridad en las regiones más complejas del país. El general Gurrola Ramírez habla inglés, estuvo hace algunos años en la agregaduría militar en la Embajada de México en Washington. Estudió comando y estado mayor general en Fort Leavenworth, Kansas; hizo el curso de ranger en Fort Benning, Georgia, y el de administración internacional de recursos de defensa en la escuela para posgraduados de la armada norteamericana en Monterey, California.

En el último tramo del sexenio de Felipe Calderón y en el inicio de la actual administración, el general Gurrola fue comandante de la Fuerza de Tarea Sierra Madre, con cuartel en Badiraguato, Sinaloa, y fue de los pocos militares que tuvo la confianza de los estadounidenses para recibir información de inteligencia sobre la ubicación y movimientos en esa zona del país de Joaquín El Chapo Guzmán. El general dejó tierra sinaloense tras un operativo fallido en noviembre del 2012 para detener a Orso Iván Gastelum, jefe de escoltas de Guzmán, quien caería en enero del 2016 junto al capo en Los Mochis.

De Sinaloa fue enviado como comandante de la octava zona militar a Reynosa, en la conflictiva frontera con Texas le tocó enfrentar a los grupos criminales que se dividieron tras la caída de líderes regionales del otrora cártel del Golfo. De Tamaulipas pasó a Michoacán, donde fue designado por el presidente Enrique Peña Nieto comisionado de seguridad para el estado, en sustitución de Alfredo Castillo Cervantes. Esa encomienda la tuvo después de ser nombrado comandante de la doceava región militar con cuartel en Irapuato, y jurisdicción en tierra michoacana, Guanajuato y Querétaro. En septiembre del 2016 el general mostró sus habilidades negociadoras cuando encaró a un grupo de civiles en Tepalcatepec que impidieron al gobernador perredista Silvano Aureoles, aterrizar en su helicóptero en la localidad.

Sin contar a los actuales comandantes de las 12 regiones militares, dos de los generales que lo acompañarían en la terna que se acostumbra presentar al presidente electo por el secretario de la Defensa saliente, son el actual subsecretario Roble Arturo Granados Gallardo y el oficial mayor Eduardo Emilio Zárate Landero.

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